Tranquilidad durante la noche

Ni rastro de patrullas o agentes municipales. La Colonia Marconi, rodeada de naves industriales, dorm¨ªa tranquila en la noche del mi¨¦rcoles al jueves de la semana pasada sin que hubiera necesidad de despliegue policial ni restricciones al tr¨¢fico.

"Y esto desde luego no es lo que era. Antes hab¨ªa cientos de ni?as", afirma un camionero

Unos cuantos cientos de metros m¨¢s all¨¢ de la zona de viviendas, en el Pol¨ªgono Industrial de Villaverde, peque?os grupos de prostitutas -todas de origen africano- se calentaban en torno a hogueras improvisadas con pal¨¦s a la espera de clientes. "?Quieres follar?", espeta la primera en cuanto se detiene el coche. Cuando la respuesta es no, enseguida preguntan qu¨¦ haces aqu¨ª, a qu¨¦ has venido, para despu¨¦s lamentarse por la falta de clientes.

Un r¨¢pido paseo por el pol¨ªgono a la una y media de la madrugada confirma lo que apuntan las meretrices. En media hora, s¨®lo un par de autom¨®viles paran, preguntan precio y contratan el servicio. Eso s¨ª, sin que la Polic¨ªa Municipal -ausente- haga nada por impedirlo. Por una carretera cercana pasan r¨¢pidas varias patrullas del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, pero con otra misi¨®n.

"Aqu¨ª hace meses que no hay controles policiales. Al menos en los d¨ªas de trabajo", se?ala Carlos, un transportista que est¨¢ cargando su cami¨®n en una nave cercana. "Y esto desde luego no es lo que era. ?Ni por el forro! Antes hab¨ªa cientos de ni?as haciendo la calle, ahora ya ves", cuenta. Lo cierto es que a esas horas de la noche, en todo el pol¨ªgono industrial no habr¨¢ m¨¢s de 30 prostitutas ejerciendo, repartidas por distintas calles, solas o en grupo. En cuanto a yonquis o menudeo de drogas, tampoco hay nada. Al menos a simple vista.

Y en la Colonia Marconi, en las calles de Resina, San Eustaquio o San Dalmacio, reina hoy la paz y tranquilidad absoluta. Ni un alma. Todos duermen.

Un panorama que nada tiene que ver con el de hace algo m¨¢s de dos a?os, cuando en las mismas calles se hab¨ªa formado un supermercado del sexo con cientos de prostitutas y un intens¨ªsimo tr¨¢fico de coches y camiones que no dejaba dormir e incomodaba a los vecinos.

Ante sus quejas, y para tratar de ahuyentar a los clientes de las meretrices, el Ayuntamiento instaur¨® en agosto de 2005 restricciones al tr¨¢fico en las calles comprendidas entre el pol¨ªgono industrial y la zona de viviendas. Desde las once de la noche hasta las seis de la ma?ana, s¨®lo los vecinos y trabajadores acreditados pod¨ªan acceder a la colonia. Se instal¨® adem¨¢s en la calle de Resina un punto de informaci¨®n para otorgar los pases necesarios. En cualquier caso, seg¨²n residentes y taxistas de la zona, los controles fueron siempre bastante laxos, y taxis y camiones ten¨ªan v¨ªa libre.

El fallo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid llega tarde. No existen controles nocturnos, no hay se?ales de la polic¨ªa y la actividad de las prostitutas se ha reducido.

Fuentes de la Concejal¨ªa de Seguridad aseguraron, por su parte, que la vigilancia se mantiene todas las noches, al igual que las restricciones al tr¨¢fico. "Se trata de un compromiso con los vecinos y se va a mantener", se?al¨® una portavoz municipal. "A lo mejor ese d¨ªa [el pasado jueves] coincidi¨® que hab¨ªa menos gente y por eso se redujo el n¨²mero de polic¨ªas en la zona", concluy¨®.