Lorca, en bancarrota por convenios firmados por un ex alcalde socialista

Si el Ayuntamiento de Lorca (Murcia) fuera una empresa, estar¨ªa en bancarrota. Por eso su nuevo alcalde, Francisco J¨®dar, del PP, ha pedido por escrito al Gobierno murciano que acuda en su ayuda: la falta de dinero l¨ªquido en el Consistorio amenaza con impedir el pago de las n¨®minas. El origen del problema est¨¢ en la recalificaci¨®n masiva de suelo aprobada por el anterior alcalde, del PSOE, el a?o pasado: el municipio (80.000 habitantes) autoriz¨® la construcci¨®n de 140.000 viviendas en varias fases y recibi¨® de las inmobiliarias, en concepto de adelanto, 23 millones de euros. Pero el desarrollo de los convenios est¨¢ paralizado, y las empresas reclaman ahora la devoluci¨®n del dinero.

El 27 de febrero de 2006 el entonces alcalde de Lorca, el socialista Miguel Navarro, se las promet¨ªa muy felices: el pleno municipal aprob¨® ese d¨ªa los tres primeros convenios urban¨ªsticos de una tanda de 17 firmada por Navarro con empresas constructoras. Se daba as¨ª el pistoletazo de salida a 35.000 de las 140.000 nuevas viviendas previstas en el municipio, que tiene 80.000 habitantes y mucho suelo todav¨ªa libre. Navarro lleg¨® a enfrentarse con su propio partido, el PSOE murciano, que se opon¨ªa a las reclasificaciones masivas de terrenos.

Un a?o antes de la recalificaci¨®n, el Ayuntamiento recibi¨® de los constructores y promotores urban¨ªsticos 23 millones de euros (el 40% del total a percibir por permitir la edificaci¨®n). Pero para levantar todos esos pisos no bastaba con la autorizaci¨®n del pleno municipal: ¨¦sta deb¨ªa ser ratificada por el Gobierno regional de Murcia. Y ah¨ª es donde se torci¨® todo: los esc¨¢ndalos protagonizados en la pasada legislatura por el Ejecutivo murciano de Ram¨®n Luis Valc¨¢rcel (PP) -con sucesivas crisis de Gobierno, consejeros y directores generales pas¨¢ndose a la empresa privada y hasta cinco altos cargos de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente imputados por presunta corrupci¨®n urban¨ªstica- han terminado por paralizar los planes de crecimiento de Lorca.

La crisis la ha heredado el nuevo alcalde, Francisco J¨®dar, que teme no disponer del dinero suficiente para afrontar su mandato de cuatro a?os si se ve obligado a devolver los 23 millones adelantados por los constructores.

La situaci¨®n se ha vuelto tan insostenible que J¨®dar present¨® el pasado viernes al Gobierno murciano un informe sobre la situaci¨®n financiera de Lorca, para apoyar su petici¨®n de que, ante la falta de liquidez del Ayuntamiento, le sea adelantada una parte de su asignaci¨®n de los presupuestos auton¨®micos para 2008. El alcalde afirma que el informe le fue solicitado por las consejer¨ªas de Presidencia y Hacienda despu¨¦s de mantener con los responsables de ambos departamentos varias reuniones.

J¨®dar pretende as¨ª "paliar la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica por la que atraviesan las arcas municipales" mediante la firma de una adenda al convenio singular que la Comunidad Aut¨®noma tiene suscrito con el Ayuntamiento de Lorca. Esa adenda, dice el alcalde, servir¨¢ para obtener "una colaboraci¨®n econ¨®mica del Gobierno regional". "Lo necesitamos para finalizar el presente ejercicio", subraya.

J¨®dar tambi¨¦n departi¨® con los consejeros sobre la situaci¨®n administrativa de los 17 convenios urban¨ªsticos a cuyos expedientes tiene que dar luz verde el Gobierno regional en el primer trimestre de 2008. "Necesitamos sacarlos adelante, la situaci¨®n financiera del Ayuntamiento depende en gran parte de ellos", dice. Si la tramitaci¨®n no culmina en ese plazo, el Consistorio se ver¨¢ obligado a devolver los 23 millones de euros que recibi¨®.

El problema es que la paralizaci¨®n es casi absoluta en la actual Consejer¨ªa de Desarrollo Sostenible y Ordenaci¨®n del Territorio, cuyos miembros han accedido al departamento tras la salida de varios altos cargos que en la pasada legislatura fueron imputados por la pol¨¦mica reclasificaci¨®n de la finca La Zerrichera. Con ese precedente, ning¨²n funcionario firma nada, sobre todo si hay cerca una zona protegida.