El fiscal pide que un testigo pase a ser imputado por el fraude de Ir¨²n
Las acusaciones ven indicios de delito tras escuchar su testimonio
El fiscal solicit¨® ayer a la juez que investiga el presunto fraude en la oficina de Hacienda en Ir¨²n que cite a declarar como imputado al decorador que realiz¨® unos trabajos en el hotel rural que Jos¨¦ Mar¨ªa Bravo, el supuesto cerebro de la trama, tiene en Jerte (C¨¢ceres). El resto de las acusaciones se sumaron a la petici¨®n, realizada tras escuchar el relato como testigo de esta persona y apreciar indicios de delito.
La juez que instruye el presunto fraude fiscal de Ir¨²n tom¨® ayer declaraci¨®n como perjudicados o testigos a otras cinco personas. En este ¨²ltimo grupo estaba J. L. M., quien realiz¨® unos trabajos en el hotel rural de Bravo, director de la oficina tributaria de la localidad fronteriza entre 1995 y 2004, despu¨¦s de que ¨¦ste supuestamente le anulara una deuda.
El decorador se?al¨® que en 2004 recibi¨® una carta de Hacienda en la que se le reclamaba una deuda de 25.905 euros, si bien no precis¨® si la misiva proced¨ªa de la oficina de Ir¨²n o de otras dependencias forales. Seg¨²n indic¨®, desconoc¨ªa que tuviese esa deuda. Entonces llam¨® por tel¨¦fono a su "amigo" Bravo y le coment¨® el caso, seg¨²n informaron fuentes cercanas a la investigaci¨®n despu¨¦s de la declaraci¨®n.
El director de la Hacienda de Ir¨²n le pregunt¨® si ten¨ªa bienes en Euskadi, a lo que J. L. M. respondi¨® que no, seg¨²n testific¨® ayer. Donde s¨ª ten¨ªa bienes, en concreto una casa rural, era en Salamanca, algo que Bravo sab¨ªa, siempre seg¨²n las fuentes consultadas.
"Por amistad"
El caso es que, seg¨²n el relato del decorador, Bravo le devolvi¨® la llamada y le dijo que todo estaba resuelto. Le declar¨® insolvente y con eso la supuesta deuda estaba anulada. J. L. M. asegur¨® que meses despu¨¦s trabaj¨® en la decoraci¨®n del hotel de Bravo "por amistad".
Tras escuchar estas explicaciones, el fiscal solicit¨® la suspensi¨®n de la declaraci¨®n y reclam¨® que se volviera a citar a J. L. M., pero en calidad de imputado. Y es que el Ministerio P¨²blico apreci¨® indicios de delito en la versi¨®n del decorador, as¨ª como algunas contradicciones de fechas respecto a lo que en su d¨ªa declar¨® en sede policial. El resto de las acusaciones se sumaron a la petici¨®n fiscal y las defensas no presentaron alegaciones. Al demandar su declaraci¨®n como imputado, las acusaciones pretenden tambi¨¦n garantizar los derechos de J. L. M. y que ¨¦ste en un momento dado no pueda alegar indefensi¨®n. La juez estim¨® la suspensi¨®n y ahora dictar¨¢ un auto en el que previsiblemente acepte que el decorador pase a ser imputado.
El resto de los testigos declararon que bien directamente o a trav¨¦s de una asesor¨ªa negociaron sus deudas fiscales a la baja con el ex director de la Hacienda de Ir¨²n y le entregaron a ¨¦ste distintas cantidades de dinero en efectivo. Bravo est¨¢ acusado de apropiarse de ellas.
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