La polic¨ªa alert¨® a Al Kassar de que le estaban preparando una trampa
El fiscal apoya la petici¨®n de Estados Unidos para extraditar al traficante de armas sirio
La vista de extradici¨®n del traficante de armas sirio Monzer Al Kassar, reclamado por Estados Unidos por su supuesta participaci¨®n en una operaci¨®n de venta de armamento a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se celebr¨® ayer en la Audiencia Nacional en medio de una gran confusi¨®n.
La confusi¨®n no tiene que ver con que Al Kassar se negase a ser extraditado, sino al hecho de que la extradici¨®n fue preparada en una operaci¨®n de delito provocado por la agencia antidroga norteamericana DEA -algo que est¨¢ prohibido en el ordenamiento jur¨ªdico espa?ol- y a que miembros de la polic¨ªa espa?ola apoyan al ciudadano sirio en sus pretensiones e incluso le alertaron de que estaba siendo seguido y de que le preparaban una trampa.
Nada m¨¢s empezar la vista, Al Kassar explic¨® que no ha cometido delito alguno y que su intermediaci¨®n se refer¨ªa a la venta de armas de Rumania a Nicaragua, y que dispon¨ªa de un certificado de que el destinatario final de las armas era Nicaragua, nunca las FARC, por lo que la operaci¨®n era perfectamente legal. Indic¨® que le ofrecieron abonarle su comisi¨®n en efectivo, pero precis¨® que ¨¦l exigi¨® que se hiciera a trav¨¦s de sus cuentas bancarias.
Juicio en Espa?a
Por ello, se?al¨® que si el tribunal apreciase que ha cometido alg¨²n delito, como toda su intervenci¨®n ha tenido lugar en Espa?a, considera que lo procedente ser¨ªa juzgarle en Espa?a y no en Estados Unidos, donde, seg¨²n asegur¨®, no va a tener un juicio justo. El traficante sirio achac¨® la "operaci¨®n trampa" dise?ada contra ¨¦l como "una venganza de Bush", ya que en una entrevista que concedi¨® conden¨® la actuaci¨®n del mandatario norteamericano con respecto a los pa¨ªses ¨¢rabes. Indic¨® que vive desde hace 25 a?os en Espa?a y que est¨¢ a punto de conseguir la nacionalidad y que aunque hace tiempo que dej¨® de comerciar con armas, acept¨® intermediar en este asunto por hacer un favor a un amigo.
Al Kassar lleg¨® a decir que siempre crey¨® que actuaba dentro de la legalidad y que incluso hizo una consulta a un polic¨ªa espa?ol por si su intermediaci¨®n le pudiera suponer problemas en Espa?a.
Precisamente ese polic¨ªa, Jos¨¦ Villarejo, inspector jefe de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n, declar¨® como testigo a su favor. Destac¨® que Al Kassar hab¨ªa prestado importantes servicios a la polic¨ªa espa?ola al haber colaborado en operaciones relacionadas con el mundo ¨¢rabe. El agente confirm¨® que Al Kassar hab¨ªa abandonado la venta de armas, y que las ¨²ltimas operaciones que realiz¨® las hizo porque se lo pidi¨® la polic¨ªa. Su actuaci¨®n, seg¨²n Villarejo, siempre fue desinteresada y dentro de la legalidad.
El polic¨ªa explic¨® que cuando Al Kassar le pregunt¨® sobre si podr¨ªa haber problemas con la operaci¨®n de Nicaragua, ¨¦l le dijo que no por parte de la polic¨ªa espa?ola, pero le advirti¨® de que le hab¨ªan "puesto un rabo", es decir, que estaba siendo vigilado.
El fiscal defendi¨® la entrega de Al Kassar por estimar que se le imputa un delito transnacional, mientras la defensa reclam¨® que se rechace. El tribunal se pronunciar¨¢ en dos semanas.
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