La deuda del ladrillo supera el bill¨®n de euros
La suma de lo que deben familias, inmobiliarias y constructoras iguala al PIB - El cierre de Llanera desata la preocupaci¨®n - Un tercio del cr¨¦dito a las empresas va a las inmobiliarias
Los m¨¢s pesimistas han visto en la ca¨ªda de la inmobiliaria valenciana Llanera del pasado lunes la prueba de que el fin del boom del ladrillo se llevar¨¢ por delante a un buen n¨²mero de empresas. Los afectados, sin embargo, prefieren quitarle hierro al asunto. El presidente de la asociaci¨®n de promotores Asprima asegura que el par¨®n en la venta de pisos traer¨¢ un efecto positivo: el cierre de las promotoras "oportunistas" nacidas al calor de los a?os de crecimiento alocado, con un car¨¢cter poco profesional y fuertemente especulativo.
Esto es verdad. Pero tambi¨¦n lo es que en los ¨²ltimos ocho a?os la deuda de las inmobiliarias ha pasado de representar menos del 10% de los cr¨¦ditos concedidos a todas las actividades productivas, a superar en el primer semestre de este a?o los 282.000 millones de euros. Este dato significa que uno de cada tres euros que bancos y cajas prestan a las empresas va a parar a la construcci¨®n de casas.
El catedr¨¢tico de la Pompeu Fabra Jos¨¦ Garc¨ªa Montalvo considera "disparatado" este ritmo de crecimiento. "Un pa¨ªs en el que el cr¨¦dito al ladrillo dobla al que se concede a la industria es un pa¨ªs un poco raro", asegura. Pero no son s¨®lo las empresas las que se han endeudado durante la fiebre constructora. El dinero prestado a las familias para la vivienda y el recibido por inmobiliarias y constructoras supera el bill¨®n de euros, m¨¢s o menos lo mismo que la riqueza que este a?o generar¨¢ Espa?a.
Lo malo es que el dinero que se destina a la construcci¨®n deja de ir a usos m¨¢s productivos. "Es un desastre para la econom¨ªa que un sector con una productividad tan baja absorba tantos recursos", concluye el catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada. Desde el otro lado de la trinchera, Mariano Miguel, consejero delegado de Colonial, una de las grandes inmobiliarias, responde que estas cifras, muy superiores a las europeas, se explican por el esfuerzo tan importante realizado en los ¨²ltimos a?os por crear en Espa?a un parque de viviendas de calidad. La pol¨ªtica de fusiones y adquisiciones llevada a cabo en los ¨²ltimos tiempos por las inmobiliarias es la responsable del crecimiento desaforado de la deuda.
El problema grave llegar¨¢, seg¨²n el responsable de Colonial, si los bancos y cajas toman medidas dr¨¢sticas y no conceden m¨¢s cr¨¦dito para las entidades que deseen comprar suelo. Miguel asegura que a ra¨ªz de la crisis hipotecaria de EE UU las entidades financieras est¨¢n siendo m¨¢s restrictivas. Y que esta decisi¨®n, en lugar de solucionar el problema, puede agravarlo. "Si los cr¨¦ditos hubieran sido accesibles, quiz¨¢s alguna empresa habr¨ªa comprado terrenos a Llanera; y ¨¦sta no habr¨ªa tenido que cerrar. Si contin¨²an estas restricciones, en lugar de facilitar la digesti¨®n del cambio de ciclo, no se realizar¨¢n transacciones y m¨¢s gente tendr¨¢ que cerrar", remacha.
Todos reconocen que las ventas de pisos se han reducido este a?o significativamente. Pero los expertos en un sector en el que hace meses que reina el nerviosismo quieren transmitir tranquilidad a toda costa. "Las grandes no van a caer. Ver¨¢n c¨®mo se reducen sus beneficios, pero resistir¨¢n el tir¨®n", opinan en Analistas Financieros. "Las empresas m¨¢s importantes han hecho sus deberes. Han diversificado su actividad para no centrarse s¨®lo en la construcci¨®n de viviendas; y han comprado suelo fuera de Espa?a cuando los precios aqu¨ª se pon¨ªan por los cielos", dice el analista Pablo Ma?ueco.
En un sector muy atomizado, en el que unas 80.000 empresas se reparten el pastel, los promotores se ven abocados a un proceso de concentraci¨®n, en el que muchos peque?os desaparecer¨¢n o ser¨¢n fagocitados por los m¨¢s grandes. En la consultora Aguirre Newman confirman que algunas subastas de suelo est¨¢n quedando desiertas. "Los precios de salida ya no son tan alegres como sol¨ªan. O el suelo es muy bueno y el precio atractivo o la propia subasta no tiene sentido, porque no va a concurrir nadie", aseguran en la consultora.
Los bancos han dejado de apoyar la compra de suelos calificados como rurales, a los que todav¨ªa les queda una larga tramitaci¨®n urban¨ªstica para que se pueda construir en ellos. Los analistas creen que de iniciar unas 850.000 viviendas al a?o -m¨¢s de lo que construyen Alemania y Francia juntas-, se pasar¨¢ al medio mill¨®n. De creer la estimaci¨®n de que cada piso que se deja de construir destruye dos empleos, es evidente qui¨¦nes van a ser los primeros en pagar la ca¨ªda en las ventas: los trabajadores, principalmente los menos cualificados. A pesar de que no quieren sonar alarmistas, en Aguirre Newman advierten de que la situaci¨®n no ha llegado al punto m¨¢s bajo. Y que el caso de Llanera ha sido el primero, pero no el ¨²ltimo. "Habr¨¢ m¨¢s", auguran.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.