Notas para un concierto
Critica el autor que una sociedad p¨²blica como
el BEC, con p¨¦rdidas millonarias, no cobre el
alquiler por el concierto de Bruce Springsteen.Una de las caracter¨ªsticas del sistema pol¨ªtico vasco tiene que ver con la dicotom¨ªa (calificada por algunos directamente de esquizofrenia) entre el dramatismo con que vivimos el debate sobre aspectos simb¨®licos (el Ser, la Libertad, el Pueblo, la Decisi¨®n, etc.) frente a la pachorra de la vida institucional, que es donde al fin y al cabo se cuecen las pol¨ªticas p¨²blicas que han de terminar afectando a los ciudadanos realmente existentes. Prueban esta afirmaci¨®n dos hechos f¨¢cilmente comprobables. El primero, que desde la transici¨®n a la democracia, hace casi cuarenta a?os, en Euskadi no se ha producido ninguna alternativa pol¨ªtica sustancial. En segundo lugar, la constataci¨®n de que esa falta de relevos entre poder y oposici¨®n es compatible con una cr¨®nica debilidad parlamentaria de los gobiernos, que ha llegado a provocar largos periodos de vac¨ªo presupuestario.
?En nombre de qui¨¦n anunci¨® el diputado general la exenci¨®n del alquiler para el concierto de Springsteen?
El BEC atraviesa una situaci¨®n financiera delicada, con p¨¦rdidas de m¨¢s de 62 millones de euros en 2005
A esta situaci¨®n han contribuido m¨²ltiples factores, unos espec¨ªficamente vascos y otros comunes a la crisis de las democracias representativas que vivimos hoy d¨ªa. El primero consiste en que los propios parlamentos (la C¨¢mara vasca y las Juntas Generales) ensimismados por el apasionante debate de las esencias patrias, han abdicado en buena medida del ejercicio de sus ordinarias prerrogativas de control, produciendo una legislaci¨®n y una praxis deslegalizadora, todo ello a favor de una moda de regusto neoconservador que considera a la legislaci¨®n y el control como aut¨¦nticas "r¨¦moras" para la gesti¨®n.
El segundo factor, no menos importante, tiene que ver con la abundancia de recursos p¨²blicos obtenidos merced al discutible (discutible si se mira m¨¢s all¨¢ de la muga de Ordu?a, claro) mecanismo del Concierto Econ¨®mico. Qu¨¦ duda cabe de que la abundancia de recursos quita hierro a los debates presupuestarios. Siempre podremos gastar algo m¨¢s de p¨®lvora de rey, en fuegos artificiales, con la tranquilidad de saber que la santab¨¢rbara guarda provisiones suficientes para los ca?ones.
De este modo, las ¨¢reas "de gesti¨®n" de los distintos gobiernos viven una c¨®moda posici¨®n al abrigo de cr¨ªticas. Cuando ¨¦stas llegan a producirse, no alcanzan un excesivo impacto en la opini¨®n publicada ni en la p¨²blica. Suavemente se van disolvi¨¦ndo los controles y multiplic¨¢ndose las estructuras pseudoadministrativas y los procedimientos opacos de gesti¨®n, de contrataci¨®n, etc.
Viene lo anterior a cuento de lo que para muchos no ser¨¢ sino una an¨¦cdota insignificante. Me refiero al anuncio hecho por el diputado general de Vizcaya, Jos¨¦ Luis Bilbao, de que el pr¨®ximo d¨ªa 26 de noviembre el cantante estadounidense Bruce Springsteen actuar¨¢ en un pabell¨®n del Bilbao Exibition Centre (BEC) de Barakaldo sin que la empresa promotora del concierto pague el correspondiente alquiler del local. Como ocurre con los chistes, lo peor no es el hecho, sino las explicaciones. Las explicaciones son las que convierten la simple an¨¦cdota en categor¨ªa.
Se?alemos en primer lugar que el BEC no es simplemente un recinto ferial, sino una empresa p¨²blica constituida por el Gobierno vasco y la Diputaci¨®n de Vizcaya, que ostentan la inmensa mayor¨ªa de su capital junto con unas participaciones menores del Ayuntamiento de Bilbao, del de Barakaldo y de la C¨¢mara de Comercio. Todos los socios son, por tanto, entidades p¨²blicas. Esta sociedad an¨®nima tiene una direcci¨®n gerencial y un consejo de administraci¨®n. ?En nombre de qui¨¦n anuncia el diputado general la exenci¨®n de alquiler para el evento del d¨ªa 26 con cargo a la cuenta de resultados? ?Qu¨¦ opinan el resto de los socios?
A?adamos a esto que, como puede leerse en el informe dado a conocer por el Tribunal Vasco de Cuentas el pasado 31 de enero, el BEC S.A. atraviesa una situaci¨®n financiera delicada, con p¨¦rdidas acumuladas al cierre del ejercicio 2005 de m¨¢s de 62 millones de euros. Cuando la empresa deja de ingresar las cantidades que en la ordenada gesti¨®n de un buen padre de familia o un honrado comerciante deber¨ªan haber sido cobradas, ofende a la inteligencia de sus administrados que el diputado general diga que la Diputaci¨®n (...) "no pone un duro" para el concierto, dado que "se limita a poner el local a disposici¨®n del promotor". En absoluto. Todos los costes en los que incurra BEC con ocasi¨®n del concierto, incluyendo la amortizaci¨®n y un beneficio razonable (en defecto de unas tarifas tasadas), y que no sean facturados a la promotora, constituyen una liberalidad a la espera de justificaci¨®n.
Por otra parte, la raz¨®n que justifica que ¨¢reas cada vez m¨¢s amplias de la gesti¨®n p¨²blica adopten personificaciones jur¨ªdicas sujetas al derecho privado y a las "leyes del mercado" es que, en determinados casos, se considera m¨¢s adecuado para la gesti¨®n p¨²blica eficiente la primac¨ªa de tales leyes no escritas (que se concretan en la transparencia, la informaci¨®n, la igualdad competitiva, la libertad, la responsabilidad, etc.) sobre la normativa administrativa. Desde este punto de vista, ?qu¨¦ l¨®gica econ¨®mica tiene la decisi¨®n anunciada?
Curiosamente, en un giro argumental copernicano, frente a unos costes evidentes para la empresa (l¨®gica de mercado) se oponen unos "beneficios sociales y econ¨®micos en sectores como la hosteler¨ªa", de car¨¢cter indeterminado, si no imaginario (l¨®gica pol¨ªtica). Es un contrasentido. Si el BEC es un instrumento de ejecuci¨®n de pol¨ªticas de promoci¨®n econ¨®mica por parte de sus due?os (Gobierno vasco y Diputaci¨®n de Vizcaya), su gesti¨®n deber¨ªa estar sometida a una direcci¨®n operativa y a un eficaz control jur¨ªdico y financiero p¨²blico. Si, por el contrario, el BEC piensa actuar como un agente m¨¢s, en condiciones de libre mercado, sobran este tipo de subvenciones en especie.
Por ¨²ltimo. Si los locales del BEC son una infraestructura p¨²blica (que lo son) gestionados por una empresa p¨²blica (que lo es) no puede decidirse ad hoc a qui¨¦n se cobra y a qui¨¦n no.
Si se trata de un acto discrecional de la administraci¨®n, tendr¨ªamos que respetar su base reglada, esto es, la normativa a la que sujeta los alquileres, incluido el precio (p¨²blico), evitando caer en una derogaci¨®n singular de un reglamento. Si, en su caso, entendemos que se trata de una decisi¨®n aut¨®noma, adoptada en el seno de las facultades de direcci¨®n de la empresa, no deberemos olvidar la situaci¨®n financiera de la misma y, por ello, la responsabilidad adquirida por los gestores.
De cualquier modo, por muy empresa que sea, no dejar¨¢ nunca de tratarse de la gesti¨®n de una infraestructura p¨²blica, construida con dinero p¨²blico que se suministra en r¨¦gimen de monopolio, lo que obliga a respetar unos criterios elementales de libertad, concurrencia, igualdad, eficiencia y transparencia en evitaci¨®n de toda arbitrariedad (Art¨ªculo 103 de la Constituci¨®n).
Dec¨ªa un refr¨¢n popular que el Marqu¨¦s de Santa Cruz se hizo un palacio en El Viso "porque pudo y porque quiso". Posiblemente tuvo sus razones, pero, sobre todo, gastaba de lo suyo, no del com¨²n.
Rafael Iturriaga es consejero del Tribunal Vasco de Cuentas P¨²blicas.
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