Una noche fr¨ªa el f¨ªsico explica
que todo se equilibra, excepto las peque?as p¨¦rdidas
de calor registradas en el transcurso de todo intercambio
de informaci¨®n. Anfitri¨®n ang¨¦lico, aguarda
a la entrada sacudiendo part¨ªculas de nieve
de los hombros de los invitados, cada uno espec¨ªficamente
sumado a la funci¨®n para luego restarse
de la posibilidad m¨¢s fr¨ªa de la noche.
Einstein ¨¦l nos dice en su exposici¨®n,
entibiando sus alas frente a la chimenea,
su fe inflamada ante la triste conclusi¨®n de que x
debe ser igual a m¨¢s de lo que jam¨¢s sabremos,
crey¨® que dos naturalezas complementarias -llevadas
a los extremos m¨¢s distantes del universo-
pueden intercambiar aquello que los complementa en un
instante incons¨²til.
Mas nadie lo ha comprobado; nuestros instrumentos
carecen del tiempo y del mundo necesarios para demostrar
la l¨®gica ang¨¦lica. A¨²n as¨ª Einstein advirti¨®:
Miro tu mirada a trav¨¦s de la habitaci¨®n
y en esa mirada conjugamos cada instante
del tiempo presente. A trav¨¦s de este espacio exterior
intercambiamos p¨¦rdidas involuntarias de calor.
Mientras uno a otro nos miramos las alas,
otros comen y beben para colmar el silencio
que viaja desde las solitarias nebulosas
hasta desvanecerse en destellos
de conversaci¨®n y constelaciones de viandas.
Pero entre t¨² y yo, el silencio evidencia
nuestro amor por leyes que no se pueden romper, ni probar.
William Wadsworth fue director de la Academia de Poetas Americanos entre 1989 y 2001 y es autor del libro White Doe of Rylstone. Traducci¨®n de Jeanette L. Clariond.
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