?De qui¨¦n somos siendo?
Hace bien poco varios medios de comunicaci¨®n interrogaron a diversas personas sobre los rasgos y caracter¨ªsticas de ser gallego. El ejercicio no es f¨¢cil. Definir y concretar aspectos de la vida ¨ªntima y cotidiana es una tarea ardua y casi imposible para algunos gallegos. Las definiciones de los gallegos suelen hacerlas, preferentemente, los de fuera y desde afuera. Nosotros nos dedicamos a desmaterializarlas y a fragmentarlas, para de esa forma, evitar una clara, precisa y concisa tabla de atributos. Repasando art¨ªculos y trabajos sobre la antropolog¨ªa econ¨®mica de los gallegos, uno puede concluir que el gallego es un ser tripartito (por eso presid¨ª aquel Gobierno), pues combina de manera armoniosa y sin jerarqu¨ªa, sus "tres yo": El "yo de la aceptaci¨®n" cuando decimos "s¨ª se?or, s¨ª" (lo que no significa que estemos de acuerdo, sino que s¨®lo indicamos el hecho de que hemos entendido a nuestro interlocutor); el "yo de la afirmaci¨®n" (cuando ya enterados de lo que define y busca nuestro interlocutor, pasamos a definir nuestra propia postura y sostenemos una proclamaci¨®n), y el "yo de la ayuda y colaboraci¨®n" (los gallegos siempre estamos dispuestos a ayudar y prestar cooperaci¨®n).
Rebuscando en las nuevas teor¨ªas y en la pr¨¢ctica social, sobresalen diez rasgos que contribuyen a una definici¨®n de lo que somos y de lo que aportamos. Porque un gallego siempre est¨¢ aportando, contribuyendo y elaborando; esto es, nunca est¨¢ ocioso, porque jam¨¢s ha tenido una tregua, siempre ha estado en permanente reclamaci¨®n y a la b¨²squeda de nuevos objetivos que permitan reparar situaciones de difuso posicionamiento y vislumbrar opciones de futuro. Sin querer ser exhaustivos, podemos incluir entre los rasgos del ser gallego los siguientes:
1.Ser gallego significa estar dotado de una complejidad psicol¨®gica notable. Oscilamos desde la exaltaci¨®n abierta de nuestros sentimientos hasta el otro extremo, el cerrarnos en nuestras propias coordenadas. En principio somos reservados y seguros, pero enseguida, expresivos.
2.Tenemos una fe especial, pues creemos en el m¨¢s all¨¢, aceptando las normas tradicionales, y tambi¨¦n compartimos creencias basadas en las supersticiones, construidas y trasmitidas en las leyendas.
3.Somos expertos en el arte de la relativizaci¨®n. Dominamos las "zonas grises", de la misma forma que poseemos los rasgos m¨¢s adecuados para ser el¨¢sticos y poli¨¦dricos, caracter¨ªsticas no practicadas en otras culturas.
4.Estamos dotados de una gran carga tel¨²rica, por lo que somos ac¨¦rrimos defensores del medio ambiente y de los valores que encierran la tierra, el mar, el aire y el fuego.
5. Solidarios hasta el final y generosos con el pr¨®ximo (incluso con el desconocido), ejercitamos un gran desarrollo de los conceptos de ayuda, cooperaci¨®n y hospitalidad.
6.Previsores en los c¨¢lculos econ¨®micos antes de adoptar decisiones. De ah¨ª, nuestra capacidad de asumir riesgos y de atesorar riquezas materiales e inmateriales. Somos grandes estrategas de la gesti¨®n y del posicionamiento.
7.Nuestras relaciones sociales afirman y solidifican tanto las instituciones familiares como los c¨ªrculos de amistades. Estos dos ¨¢mbitos gozan de las mayores dosis de legitimaci¨®n y de respeto. Romperlos resulta peligroso.
8. Atesoramos claves y c¨®digos propios que trasmitimos de generaci¨®n en generaci¨®n. Reforzamos nuestra identidad diferenciadora frente a las inercias globalizadoras que intentan la homogeneizaci¨®n y la estandarizaci¨®n.
9.Gran capacidad de resignaci¨®n, lo que no invalida la fortaleza y la energ¨ªa de la acci¨®n frente a la injusticia, la agresi¨®n o la alteraci¨®n de lo que llamamos "o noso".
10.Orgullosos de ser como somos, de pertenecer a un pa¨ªs y de defender "o noso" en lo tocante a cultura y tradiciones, estamos dotados de gran capacidad de resistencia, llegando incluso al enfrentamiento en dicha defensa.
Espero haber reflejado a unos cuantos, no a la totalidad de los gallegos, ya que pocos admitir¨¢n que lo aqu¨ª descrito es verdad y constata la evidencia. S¨®lo aspiro que los que lean el art¨ªculo se sit¨²en en el "yo de la aceptaci¨®n". Despu¨¦s ya escuchar¨¦ el "yo de la afirmaci¨®n".
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