El Caudillo se aferra a su ciudad natal
Ferrol conserva vestigios del franquismo en placas, escudos y nombres de instituciones
Una placa conmemorativa en el primer piso del n¨²mero 136 de la calle Mar¨ªa de Ferrol se?ala el lugar en el que naci¨® Francisco Franco Baamonde, dedicada con "afecto y la dedicaci¨®n del pueblo de Ferrol" a su hijo predilecto. Casual o no, el alumbramiento de Franco en una casa del barrio de A Magdalena en 1892 convirti¨® a una peque?a ciudad militar en la cuna del dictador espa?ol. Durante d¨¦cadas, Ferrol arrastr¨® la rimbombante coletilla "del Caudillo", hasta que en 1982, un acuerdo municipal determin¨® que la nomenclatura oficial fuera Ferrol, a secas.
Sin embargo, la huella visible de un pasado franquista ha sobrevivido a d¨¦cadas de democracia incrustada en piedras y muros de muchas instituciones oficiales, en forma de s¨ªmbolos y escudos o bajo el nombre de calles y centro p¨²blicos que el gobierno local, de PSOE e IU, se propusieron borrar antes de que les obligara la Ley de la Memoria Hist¨®rica.
La retirada de la estatua provoc¨® aplausos y abucheos al entonces alcalde
En Ferrol, algunos de los s¨ªmbolos m¨¢s ostentosos de la dictadura, como una enorme estatua ecuestre de bronce, se retiraron hace casi un lustro no sin controversia. Otros se encuentran en proceso de sustituci¨®n y aun as¨ª, al bipartito ferrolano todav¨ªa le queda trabajo por hacer para renombrar escuelas y centros p¨²blicos. El lugar que ahora ocupa una plancha de hormig¨®n a medio urbanizar en la plaza de Espa?a, lo presidi¨® durante 35 a?os una figura ecuestre del dictador. Contra el caballo y su jinete se perpetraron varios atentados fallidos por parte de grupos independentistas como el Ex¨¦rcito Guerrilheiro do Povo Galego Ceive en 1987, que apenas resquebrajaron una esquinita de una efigie de siete toneladas fundida en los hornos de la antigua Baz¨¢n.
Sobre el pedestal, llegaron a acampar varios activistas en se?al de protesta para exigir su retirada e incluso la cubrieron con pintura rosa. Hoy, la estatua resiste las inclemencias del tiempo sobre su pedestal en una esquina del patio de Poniente en el Arsenal militar ferrolano, donde de vez en cuando se acerca a fotografiarla alg¨²n nost¨¢lgico del r¨¦gimen.
Retirar la efigie y su montura el 4 julio del 2002, le supuso al entonces gobierno de izquierdas formado por la coalici¨®n BNG-PSOE aplausos y abucheos, aunque para el entonces alcalde de la ciudad, el nacionalista Xaime Bello, "fue una noche m¨¢gica y largamente esperada por una gran mayor¨ªa de los ferrolanos".
Tres d¨ªas despu¨¦s de jurar su cargo como concejal, la edil de Cultura, Yolanda D¨ªaz, anunci¨® que se suprimir¨ªa toda la simbolog¨ªa fascista para borrar "la huella del pasado m¨¢s negro y sangriento de nuestra historia reciente". Dicho y hecho. Hace una semana, el Ejecutivo ferrolano que dirige el socialista Vicente Irisarri dio orden de retirar la vidriera franquista que presid¨ªa las escaleras de entrada al palacio municipal de Ferrol, y que ser¨¢ sustituida por el escudo de la ciudad.
Hace poco m¨¢s de un mes, un escudo de piedra blanca con el yugo y las flechas que presid¨ªa la entrada a la Biblioteca Municipal fue picado y retirado por una empresa contratada por el Ayuntamiento. A pocos metros del consistorio, la plaza de Amboage oculta bajo los ¨¢rboles una Cruz de los Ca¨ªdos. Las concejal¨ªas de Obras y Urbanismo estudian una soluci¨®n arquitect¨®nica para sustituir el conjunto monumental, mientras Cultura plantea convocar un concurso para j¨®venes escultores con el prop¨®sito de cubrir el hueco con un monumento a la libertad.
"Queremos hacer algo que represente exactamente lo contrario de lo que hab¨ªa. Frente a la represi¨®n, libertad. Frente al elogio a los opresores, un homenaje a los represaliados", asegura D¨ªaz. Yolanda D¨ªaz, de IU y primera teniente de alcalde, se?al¨® que ya hay sobre la mesa una petici¨®n para retirarle a Franco el t¨ªtulo de hijo predilecto de la ciudad, como ya hizo Fene en diciembre.
"Queremos mirar hacia delante, pero no podemos obviar que esos s¨ªmbolos est¨¢n manchados con la sangre de los represaliados y representan el lado m¨¢s oscuro de nuestra historia", precisa D¨ªaz. Se?ala, adem¨¢s, que se estudia reemplazar el nombre de centros educativos del municipio como el Centro de Educaci¨®n Especial Carmen Polo, llamado as¨ª por la esposa de Franco, o el CEIP Ib¨¢?ez Mart¨ªn, ministro de Educaci¨®n del franquismo.
Algunas de las placas con nombres de calles y referencias al r¨¦gimen dictatorial fueron arrancadas en los ¨²ltimos cuatro a?os por militantes del grupo independentista N?S-Up, que reivindicaron la autor¨ªa de varios actos vand¨¢licos en el paseo mar¨ªtimo de Caranza y en otros puntos de la comarca. En noviembre de 2005, incluso asaltaron el balc¨®n de la casa natal de Franco coincidiendo con el trig¨¦simo aniversario de su muerte, para te?ir de rosa las placas conmemorativas.
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