Impresiones sobre Schnabel

El pintor y cineasta Julian Schnabel (Nueva York, 1951) es un personaje excesivo. Lo mismo participa en una gala del Festival de Cine donostiarra ataviado con un pijama, que se pone a hablar por tel¨¦fono m¨®vil justo cuando un nutrido grupo de periodistas espera a que presente Summer, la exposici¨®n que inaugur¨® el pasado julio en el antiguo edificio de Tabacalera de San Sebasti¨¢n. A una semana de echar el tel¨®n, cerca de 25.000 personas han pasado ya por la muestra. Y muchas de ellas han estampado sus impresiones a la salida en el libro de visitas. "Est¨¢ claro que el arte es subjetivo", se lee en ¨¦l.

M¨¢s all¨¢ de ser una frase hecha, resume el esp¨ªritu de los comentarios, que se reparten entre halagos y cr¨ªticas. Algunos son breves y tajantes para bien: "Muy sorprendente e incitante" o "excitante". Y para mal: "No me ha gustado nada", "Nunca tan poco abarc¨® tanto" o "Es una tomadura de pelo".

Los comentarios abarcan desde "sorprendente" hasta "tomadura de pelo"

Otros se aventuran a reflexiones m¨¢s o menos sesudas. "Siempre queremos analizar, sintetizar y encorsetar. En tu obra no es posible, porque se mueve por par¨¢metros diferentes y es dif¨ªcil. Est¨¢ bien; unas piezas mejor que otras", apunta una de las personas que ha recorrido las 70 pinturas y esculturas de gran formato que componen Summer.

No falta quien considera que cualquier tiempo pasado fue mejor. "En los noventa fui un fan de su pintura. Me fascinaba su inmediatez y su capacidad de explotar los grandes formatos. Ahora me decepciona su grandilocuencia y el despilfarro de energ¨ªa y materiales que se muestran fuera de lugar en una era donde se apuesta por lo ecol¨®gico y lo social. Acabemos con los mitos y genios ensimismados. Fuera el egocentrismo". Ni quien se pone digno: "Es una clara demostraci¨®n de la p¨¦rdida de criterio en la valoraci¨®n del arte y la notable y perversa influencia del marketing en el mundo actual". Claro, que no es el ¨²nico que mantiene esta opini¨®n, aunque otros se lo toman con m¨¢s humor: "Julian, eres el mejor. Tienes un morro que te lo pisas".

En lo que todos coinciden es en las virtudes de Tabacalera. As¨ª que frases como "una gran obra en un gran espacio" o "muy bien, pero, sobre todo, no remodel¨¦is el edificio; as¨ª es fant¨¢stico", conviven con afirmaciones del tenor "gran espacio el de Tabacalera. La exposici¨®n, algo desangelada, sin pistas, sin pasi¨®n, puro almacenaje" o "demasiado edificio para tan poco artista". Y en este rifirrafe hay quien opta por la iron¨ªa. "Me ha encantado el edificio. Es por lo que he venido. ?Hab¨ªa algo en las paredes? No s¨¦".

A otros les preocupa que se inviertan los impuestos en este tipo de exposiciones. Y alguno aprovecha para recordar la faena que se les hizo a los antiguos trabajadores de Tabacalera al cerrar la f¨¢brica.

M¨¢s diplom¨¢ticos son los famosos que pasaron por la muestra durante el Festiva de Cine, como Lou Reed, Richard Gere o Viggo Mortensen, que tienen palabras amables para Schnabel y su obra. Y, en cualquier caso, siempre est¨¢n los optimistas que proclaman aquello de "el arte nos hace libres".