El 'tap¨®n' de ser mam¨¢
Margo Dydek, la baloncestista m¨¢s alta del mundo, renuncia a su contrato con el Ros Casares Valencia tras quedarse embarazada
La jugadora de baloncesto m¨¢s alta del mundo, Margo Dydek (2,15 metros), se ha quedado sin equipo por "un imprevisto". La p¨ªvot polaca, de 33 a?os, descubri¨® hace pocos d¨ªas, justamente antes de incorporarse al Ros Casares Valencia, que est¨¢ embarazada. Reconocida como una de las mejores baloncestistas -y una de las mejor pagadas-, Dydek disput¨® la Liga de verano de la NBA femenina con Conneticut Sun y la fase de clasificaci¨®n para el Europeo de Italia con su selecci¨®n, Polonia. Y tres d¨ªas antes de regresar a Espa?a para comenzar los entrenamientos se someti¨® a un chequeo m¨¦dico. Entonces descubri¨®, para su sorpresa, que se encuentra embarazada de dos meses. Es decir, hab¨ªa jugado con Polonia en estado de gestaci¨®n. La buena noticia se convirti¨® en un mazazo para su club, que se qued¨® sin su estrella. La misma jugadora llam¨® a la directora general, Carme Lluveras, para comunicarle que el acuerdo verbal que hab¨ªan alcanzado para su continuidad quedaba roto. "Fue una sorpresa, tambi¨¦n para ella. Hab¨ªamos pactado otra temporada. Me llam¨® y me dijo que lo dejaba. Ha sido una situaci¨®n de emergencia, pero no ha habido problemas entre las dos partes", resume Lluveras.
Dydek lleg¨® al Ros Casares en el verano de 2006 procedente del Ekaterinburgo, ruso, tras haber jugado ya en la Liga espa?ola en el Pool Getafe entre 1996 y 1998. El Ros alcanz¨® la gloria el curso pasado con sus victorias en la Liga y la Copa de la Reina y un brillante subcampeonato en la Euroliga. En febrero pasado, el club se asegur¨® su continuidad por un a?o m¨¢s con un acuerdo verbal sujeto a la pertinente revisi¨®n m¨¦dica. Su contrato, que finalizaba el 10 de mayo, antes de viajar a Estados Unidos, estaba pr¨¢cticamente firmado. Pero todo cambi¨® antes de hacer las maletas. "Son cosas que pasan. Ella no se dio ni cuenta hasta que se lo dijo el m¨¦dico. Hasta jug¨® con su selecci¨®n estando embarazada", explica Nicol¨¢s San Jos¨¦, due?o de la agencia que representa a Dydek, entre otras jugadoras. "Ella fue la primera sorprendida. Profesionalmente, est¨¢ fastidiada porque es una buena profesional, pero por otro lado est¨¢ contenta porque quer¨ªa ser madre. El club tambi¨¦n se qued¨® sorprendido, fastidiado por el tema deportivo", a?ade. A cuatro d¨ªas para que arranque la temporada, con la disputa el viernes de la Supercopa de Espa?a, el club ha fichado a la p¨ªvot rusa Elena Baranova. "La baja de Dydek nos ha trastocado mucho. Era la m¨¢s diferente de la plantilla. No hay jugadoras de 2,15 con esa mano", lamenta Manolo Real, el entrenador.
Curiosamente, la baja por embarazo no es un caso nuevo en el Ros Casares. En 1995, la rusa Natalia Zasoulskaya jug¨® embarazada la Final Four. Rompi¨® luego su contrato y volvi¨® a jugar dos meses despu¨¦s de dar a luz. La escena se repiti¨® en febrero pasado, cuando el club rescindi¨® el contrato de la escolta croata Gordana Kovacevic "por motivos personales de salud" al conocer que la jugadora se hab¨ªa quedado embarazada s¨®lo dos semanas despu¨¦s de haberla fichado. La entidad y la jugadora llegaron a un acuerdo para rescindir su reciente vinculaci¨®n.
M¨¢s duro fue el club de balonmano femenino El Osito L'Eliana, que en 2001 despidi¨® a la jugadora serbia Tania Medved al conocer que hab¨ªa disputado embarazada los cuartos de final de la Liga de Campeones. Seg¨²n revel¨® entonces Cristina Mayo, la entrenadora de El Osito, el contrato inclu¨ªa una cl¨¢usula que especificaba que el embarazo era motivo de rescisi¨®n. Cuatro d¨ªas despu¨¦s, Medved perdi¨® a su hijo por un "aborto espont¨¢neo". En Estados Unidos, los clubes suelen hacer tests de embarazo a sus jugadoras para evitar situaciones similares.
Dydek, pese a todo, conf¨ªa en seguir jugando la pr¨®xima temporada, despu¨¦s de dar a luz el que ser¨¢ su primer hijo. La baloncestista, que ha jugado en San Antonio, Utah Starzz y Conneticut, de la NBA, y que dise?a su propia ropa a medida -calza un 46 y pesa 110 kilos-, puede seguir ligada al Ros Casares. Lluveras, eso s¨ª, saca un aspecto positivo de la p¨¦rdida ahora de su mejor jugadora: "Contamos con ella para el futuro. Ten¨ªa un papel decisivo en el equipo. Puede estar una temporada de baja y volver a jugar en la 2008-2009. Y entonces volver¨¢ m¨¢s fuerte. Seg¨²n dicen los cient¨ªficos, las mujeres generan unas hormonas durante el embarazo que mejoran su condici¨®n f¨ªsica luego. Dicen que en la Alemania del Este, a algunas nadadoras las pre?aban y las hac¨ªan abortar a los tres meses para mejorar su rendimiento".
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