"La autocomplacencia en el arte es altamente destructiva"
El galerista Juan Manuel Lumbreras (Bilbao, 1942) naci¨® en una familia de grabadores, pintores, ceramistas y maestros vidrieros. Licenciado en Econ¨®micas y Derecho y acreditado acuarelista, logr¨® en 1993 el Premio Nacional de Acuarela. Ha escrito abundantes ensayos y dado un sinn¨²mero de conferencias sobre la acuarela. La galer¨ªa bilba¨ªna que lleva su nombre cumple este a?o una d¨¦cada de andadura.
Pregunta. ?C¨®mo surge un galerista?
Respuesta. Por una pasi¨®n hacia el arte. En una galer¨ªa se entrecruzan el arte y el comercio. El arte es condici¨®n necesaria, pero no suficiente, para el sostenimiento de la galer¨ªa. El aut¨¦ntico galerista es un rom¨¢ntico impenitente para quien el arte lo es todo.
"La tecnolog¨ªa digital va a causar una revoluci¨®n en el arte de la que s¨®lo hemos visto la punta del iceberg"
P. ?La funci¨®n de las galer¨ªas ha cambiado en estos diez a?os?
R. Las funciones de las galer¨ªas como espacios en los que se exponen y venden obras de arte no han cambiado sustancialmente. El galerista presenta a los artistas enmarcados en su proyecto, muestra sus obras, las defiende, asesora con profesionalidad a sus clientes y trata que todos cuantos transitan por la galer¨ªa se sientan c¨®modos y opinen acerca de lo que se les muestra. No obstante, los cambios en esta d¨¦cada han sido muy profundos.
P. ?Si un artista no vende suele echarle la culpa al galerista?
R. Artista y galerista saben muy bien lo que se juegan en cada exposici¨®n, y entre ellos debe de haber grandes dosis de complicidad y generosidad. Si un artista no vende, el galerista debe salir en su auxilio, y, a la rec¨ªproca, el artista primar¨¢ la profesionalidad del galerista cuando las circunstancias lo demanden.
P. ?El mundo del arte ha cambiado mucho en estos diez a?os?
R. El cambio m¨¢s importante, iniciado hace una d¨¦cada, ha consistido en la entrada en las galer¨ªas de diversas manifestaciones art¨ªsticas que antes ten¨ªan sus propios reductos, como es el caso de la fotograf¨ªa, el v¨ªdeo, el interiorismo, la escenograf¨ªa, el escaparatismo, los objetos con dise?o industrial, el dise?o gr¨¢fico y, sobre todo, los productos derivados de las tecnolog¨ªas digitales, que est¨¢n llamadas a causar una revoluci¨®n en el arte de la que s¨®lo hemos visto la punta del iceberg.
P. ?El mejor galerista es quien m¨¢s talentos descubre?
R. Los talentos no se descubren. Los produce el marketing que mueve el negocio del arte, al que las galer¨ªas no son ajenas. Nosotros damos oportunidades a j¨®venes artistas por el gusto de hacerlo, pero estamos atentos a creadores que puedan mejorar nuestra oferta art¨ªstica. La autocomplacencia en el arte es altamente destructiva.
P. ?Que naciera su galer¨ªa el mismo a?o que el Guggenheim es mera coincidencia o hubo, tal vez, premeditaci¨®n?
R. Nosotros ya ten¨ªamos una galer¨ªa antes de que el Guggenheim abriera sus puertas. Nuestra apertura estaba programada desde un a?o antes para el inicio de la temporada 1997-98, al comienzo del oto?o, as¨ª que el Gugenheim y nuestra galer¨ªa abrimos en los mismos d¨ªas por pura coincidencia.
P. ?La existencia del Guggenheim produce ventajas para las galer¨ªas de arte bilba¨ªnas?
R. El Guggenheim ha producido notables beneficios para el arte por su labor educacional, que ha sido fundamental para el conocimiento y la asimilaci¨®n del arte contempor¨¢neo, pero no ha aportado nada a las galer¨ªas bilba¨ªnas, misi¨®n a la que tampoco est¨¢ llamado. Junto a nuestro museo bilba¨ªno nacieron algunas galer¨ªas que desaparecieron r¨¢pidamente, fen¨®meno que no es nuevo, ya que lo mismo ocurri¨® cuando se inauguraron el Centro Pompidou, el Reina Sof¨ªa o el IVAM, entre otros. La sombra de un museo, por importante que este sea, no puede iluminar el proyecto err¨¢tico de un galerista .
P. ?C¨®mo ve el futuro del arte en Bilbao?
R. El arte en Bilbao participa de las mismas amenazas que el de otras grandes ciudades occidentales de escasa tradici¨®n art¨ªstica. Por una parte, la gente vive muy alejada del centro, donde se ubican las galer¨ªas, que est¨¢n semivac¨ªas, el ritmo de vida carece del sosiego que requiere el arte y, lo m¨¢s preocupante, no existe un relevo generacional que garantice el sostenimiento del mercado del arte, al menos como hoy lo entendemos. Los j¨®venes no conectan en absoluto con lo que sus padres llamamos "cultura", y se ha creado un gap generacional extremadamente peligroso para el futuro del arte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.