Detenido por traficante el jefe de la polic¨ªa antidroga de M¨®stoles
El subinspector est¨¢ acusado de avisar de las redadas a los locales
El jefe del Grupo de Estupefacientes de la comisar¨ªa de M¨®stoles (206.300 habitantes), el subinspector Carlos G. L., de 47 a?os, ha sido detenido por la Brigada de Asuntos Internos acusado de tr¨¢fico de drogas, falsedad documental y omisi¨®n del deber de perseguir los delitos, seg¨²n informaron ayer fuentes policiales. Otras cuatro personas han sido arrestadas tambi¨¦n por delitos contra la salud p¨²blica (narcotr¨¢fico) en los ¨²ltimos d¨ªas.
El subinspector ingres¨® en la polic¨ªa en 1984. Estuvo destinado en Barcelona, donde ya fue expedientado. Lleg¨® a la comisar¨ªa de M¨®stoles hace cuatro a?os, donde es conocido como El Armario, dado que es muy corpulento. Desde hac¨ªa tiempo, sus compa?eros hab¨ªan visto que llevaba un tren de vida superior al que corresponder¨ªa a su cargo.
La Brigada de Asuntos Internos (el departamento que investiga a los polic¨ªas) inici¨® hace unos dos a?os y medio una investigaci¨®n sobre este agente, pero no pudo demostrar nada sospechoso. Las pesquisas fueron retomadas hace un a?o aproximadamente, cuando un particular acudi¨® a un sindicato policial y expuso las supuestas irregularidades que comet¨ªa este polic¨ªa.
El sindicato tuvo noticias de que este agente, supuestamente, avisaba a los due?os de locales en los que se traficaba con droga antes de que se produjeran redadas en ellos. Estas informaciones fueron remitidas a los responsables de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid, que a su vez pas¨® el caso a Asuntos Internos.
La Polic¨ªa Local tambi¨¦n ha participado en la investigaci¨®n. Seg¨²n fuentes del caso, los agentes municipales disponen de unas 16 horas de grabaciones en las que Carlos G. L. es pillado in fraganti. Adem¨¢s, la cantidad de droga decomisada en las intervenciones no se correspond¨ªa con la que llegaba a la comisar¨ªa.
El subinspector, que se hizo cargo del Grupo de Estupefacientes en 2004, fue arrestado el pasado 10 de octubre, cuando se encontraba en la comisar¨ªa de M¨®stoles, seg¨²n inform¨® ayer El Mundo. Despu¨¦s fue trasladado al juzgado de guardia de M¨®stoles, donde prest¨® declaraci¨®n durante unas cuatro horas. El magistrado que instruye el caso autoriz¨® el registro de la taquilla que tiene en comisar¨ªa. All¨ª le fueron incautadas peque?as cantidades de droga, algunas armas y m¨¢s pruebas que, supuestamente, le incriminan en el tr¨¢fico de droga a peque?a escala.
Carlos G. L. tambi¨¦n ha estado relacionado con la apertura de un prost¨ªbulo en la calle del R¨ªo Turia, junto al hospital de M¨®stoles. Las obras de reforma de este local, que constaba de una zona de strip-tease y 10 habitaciones, estaban siendo realizadas por los arrendatarios del local sin contar con los correspondientes permisos municipales, seg¨²n fuentes policiales.
Algunos compa?eros de Carlos G. L. le describieron ayer como una persona que intimidaba mucho a sus compa?eros y que ten¨ªa "un comportamiento un tanto irregular" cuando realizaba alguna detenci¨®n. Tambi¨¦n destacaron su car¨¢cter fuerte y su "prepotencia" con otros polic¨ªas. "Era la comidilla de la comisar¨ªa, pero desde hac¨ªa a?os. Daba la impresi¨®n de que a algunos no les interesaba que aquello se moviera. Por fin han puesto remedio a este problema", concluyeron fuentes policiales.
Fuentes del caso explicaron ayer que en los ¨²ltimos meses hab¨ªa amenazado a un mando de la Polic¨ªa Local, al que lleg¨® a decir que sab¨ªa d¨®nde viv¨ªa y d¨®nde estudiaban sus hijos. Este responsable policial reforz¨® su seguridad ante el riesgo de Carlos G. L. cumpliera sus intimidaciones.
Tambi¨¦n han sido arrestadas otras cuatro personas, entre ellas Shalam N., empleado del bar Symba, sito en la plaza de Villafontana, supuesto c¨®mplice de Carlos. Presuntamente utilizaba este local como tapadera para traficar con drogas a peque?a escala, seg¨²n fuentes policiales.
En Alcal¨¢-Meco
A uno de los detenidos se le ha dado la condici¨®n de testigo protegido, ya que ha ayudado a desvelar la trama que, presuntamente, dirig¨ªa Carlos G. L. ?ste se encuentra ingresado en la prisi¨®n de Alcal¨¢-Meco, sin opci¨®n de momento a libertad bajo fianza. En un principio, el juez que entiende del caso le mand¨® a la c¨¢rcel de Soto del Real, pero su abogado defensor le pidi¨® la zona para funcionarios de Alcal¨¢-Meco para preservar as¨ª su integridad.
El subinspector est¨¢ siendo defendido hasta la fecha por un abogado del sindicato al que pertenece, pero la familia no descarta cambiar de letrado en breve, seg¨²n fuentes del caso.
Un caso que se repite
El hecho de que haya polic¨ªas implicados en casos de tr¨¢fico de drogas no resulta nuevo. Es m¨¢s, se da con cierta periodicidad en la regi¨®n madrile?a, seg¨²n fuentes policiales.
Uno de los ¨²ltimos casos que se dio ocurri¨® en enero de 2005, cuando un agente de la comisar¨ªa de Legan¨¦s fuera de servicio, Manuel ?lvarez Pacios, muri¨® tras recibir dos disparos. Su fallecimiento destap¨® que una banda de narcotraficantes colombianos utilizaba a este polic¨ªa y a un compa?ero para sus delitos.
Otro caso similar se dio en agosto de 2000, cuando la Brigada de Polic¨ªa Judicial de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid detuvo a un sargento y a dos agentes de la Guardia Civil destinados a la unidad de perros especializados en la detecci¨®n de drogas que presta servicio en el aeropuerto de Barajas. Estos guardias estaban relacionados, supuestamente, en recoger los alijos y sacarlos subrepticiamente del recinto aeroportuario.
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