Ba?o de sangre para recibir a Benazir Bhutto
M¨¢s de 100 muertos y 200 heridos en Karachi en un atentado contra la ex primera ministra
La amenaza se cumpli¨® y la alegr¨ªa por el regreso de Benazir Bhutto se torn¨® en sangre y l¨¢grimas. Dos explosiones casi simult¨¢neas contra la cabecera de la caravana en la que la l¨ªder del Partido Popular de Pakist¨¢n (PPP) se dirig¨ªa al mausoleo del fundador del pa¨ªs, Mohamed Al¨ª Jinnah, causaron al menos 124 muertos y unos 200 heridos, seg¨²n fuentes hospitalarias. Bhutto result¨® ilesa porque en ese momento se hab¨ªa retirado al remolque del cami¨®n sobre el que se desplazaba, despu¨¦s de 11 horas saludando a la multitud congregada en las calles para recibirla. Fue un tr¨¢gico final de una jornada que comenz¨® con las l¨¢grimas de emoci¨®n de la ex primera ministra, que volv¨ªa al pa¨ªs tras ocho a?os de autoexilio.
"Los terroristas quieren tomar mi pa¨ªs y vamos a pararles", dijo a los periodistas en el avi¨®n
Bhutto hab¨ªa recibido amenazas de un grupo radical de la zona fronteriza con Afganist¨¢n
En el avi¨®n que la tra¨ªa desde Dubai (Emiratos ?rabes Unidos) a Karachi, Bhutto asegur¨® que no ten¨ªa miedo por las amenazas recibidas. La l¨ªder opositora advirti¨® a los extremistas musulmanes que los ataques suicidas son contrarios al Cor¨¢n, y afirm¨® que cualquiera que arranque la vida de una mujer "arder¨¢ en las llamas del infierno".
Las dos explosiones simult¨¢neas ocurrieron pasada la medianoche de hoy, hora local (tres horas menos en la Espa?a peninsular), cuando la caravana se acercaba al mausoleo. Seg¨²n fuentes gubernamentales citadas por la cadena de televisi¨®n paquistan¨ª Dawn, todo apunta a que se trat¨® de un ataque suicida. Bhutto pidi¨® la dimisi¨®n inmediata del jefe de los servicios de inteligencia.
El terror y desconcierto se qued¨® marcado en todos los simpatizantes del PPP. Pese al enorme n¨²mero de periodistas y c¨¢maras presentes, nadie acertaba a valorar la tragedia. Se necesitaron muchos minutos para despejar el lugar y comenzar a enviar a los heridos a los hospitales de la ciudad. Bhutto fue sacada del escenario de las explosiones y conducida de inmediato hacia su casa, situada en el centro de Karachi, la mayor ciudad del pa¨ªs. Conforme pasaban las horas, aumentaba el n¨²mero de muertos y se escuchaban por todos lados los llantos de la gente.
Provista de un chaleco antibalas bajo su blus¨®n verde, Benazir Bhutto, de 54 a?os, hab¨ªa rechazado colocarse detr¨¢s de una pantalla blindada en el cami¨®n en el que se desplazaba. "Estoy muy feliz y orgullosa de volver a cumplir con mi responsabilidad para con mi pueblo", dijo la hija de Zulficar Al¨ª Bhutto, el primer ministro ahorcado en 1979 por el dictador Mohamed Zia ul Haq.
"Si queremos salvar a Pakist¨¢n del extremismo, necesitamos la democracia. Los terroristas quieren tomar mi pa¨ªs y vamos a pararles", declar¨® a EL PA?S durante el vuelo. "Ha llegado la hora de la democracia a Pakist¨¢n", sentenci¨®, queriendo espantar los fantasmas que atenazan a este pa¨ªs de 165 millones de habitantes.
De momento, es imposible saber qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s del atentado. Bhutto hab¨ªa recibido amenazas de muerte de un grupo radical isl¨¢mico de la zona tribal fronteriza con Afganist¨¢n, pero sus enemigos son casi tantos como sus amigos, sobre todo despu¨¦s de llegar a un acuerdo para compartir el poder con el presidente, el impopular general Pervez Musharraf, quien ya ha escapado a al menos tres atentados fallidos.
El Tribunal Supremo paquistan¨ª ha congelado la amnist¨ªa decretada por Musharraf como parte del acuerdo de reconciliaci¨®n nacional firmado con Bhutto. Con este pacto, Musharraf lograba que los diputados del PPP no boicotearan su reelecci¨®n como presidente, el pasado d¨ªa 6. Los dem¨¢s diputados de la oposici¨®n, tanto en la Asamblea Nacional como en las cuatro provinciales, no acudieron a votar, y Musharraf fue reelegido, aunque el Tribunal Supremo debe pronunciarse todav¨ªa sobre la constitucionalidad de la candidatura del jefe del Ej¨¦rcito. Seg¨²n la oposici¨®n, que ha presentado varios recursos, mientras Musharraf siga llevando el uniforme no estar¨¢ capacitado para presentarse como candidato a las presidenciales.
Bhutto asegur¨® en el avi¨®n que las negociaciones con el general prosiguen, porque el acuerdo alcanzado estipula un cambio de la Constituci¨®n para permitir que una persona pueda ser tres veces primer ministro. Esto le permitir¨ªa gobernar si gana las elecciones generales previstas para mediados de enero. La enmienda afectar¨ªa tambi¨¦n a su principal rival pol¨ªtico, Nawaz Sharif, l¨ªder de la Liga Musulmana de Pakist¨¢n-Nawaz, deportado nada m¨¢s volver a Pakist¨¢n el mes pasado, tambi¨¦n tras varios a?os de exilio. Sharif asegura que volver¨¢ a intentar su regreso a mediados de noviembre.
M¨¢s de dos millones de personas, seg¨²n los organizadores, hab¨ªan llegado de todos los rincones del pa¨ªs para esperar a Bhutto en las inmediaciones del aeropuerto de Karachi. Filas kilom¨¦tricas de destartalados autobuses colapsaban los accesos y las calzadas estaban tomadas por riadas de hombres que cantaban, bailaban y gritaban alternando el urdu y el ingl¨¦s: "Bhutto welcome [bienvenida]", "Bhutto zindabab [victoria]".
La caravana presidida por la ex primera ministra y la plana mayor del PPP, que avanzaba a una velocidad de poco m¨¢s de un kil¨®metro por hora, se acercaba al final del recorrido cuando estallaron las bombas.
"Comida, cobijo y vivienda es mi consigna y ser¨¢ la prioridad de mi Gobierno", dijo Bhutto poco antes a la multitud que la aclamaba enfervorizada. Primera ministra entre 1988 y 1990, y entre 1993 y 1996, Bhutto vuelve a un pa¨ªs en el que el 74% de la poblaci¨®n vive con menos de un euro al d¨ªa. S¨®lo una minor¨ªa se ha beneficiado de la bonanza econ¨®mica de los ocho a?os de poder de Musharraf.
Karachi, capital de la provincia de Sind y feudo de la familia Bhutto, es un claro ejemplo del deterioro del nivel de vida de la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. La que fue primera capital del pa¨ªs es ahora una ciudad de chabolas y viviendas ruinosas; de socavones y calles sin asfaltar en la que tratan de sobrevivir 12 millones de habitantes.
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