Naufragio judicial en Huelva
Una docena de marineros llevan cuatro meses en dos barcos embargados
Andriej Fecienko, marinero ruso de 25 a?os, sali¨® ayer a la cubierta del Widad 3, un mercante que permanece atracado junto al Widad 2 en el puerto de Huelva por varias ¨®rdenes de embargo dictadas por el Juzgado Mercantil onubense.
"Yo no tengo miedo a salir. Mis compa?eros s¨ª est¨¢n atemorizados", afirm¨® ayer Fecienko. Su pesadilla comenz¨® hace cuatro meses, cuando la empresa consignataria de los buques, ante el impago de sus servicios, dej¨® a la tripulaci¨®n, compuesta por tres ciudadanos rusos y nueve ucranios, entre ellos dos mujeres, sin agua potable, comida, luz y gas. Ya no tienen qu¨¦ comer y el patr¨®n no les abona su salario, que oscila entre los 500 y 1.000 euros.
La Cruz Roja entreg¨® ayer a los tripulantes los primeros paquetes de alimentos, agua mineral y ropa
Tres marineros acudieron el pasado mi¨¦rcoles a solicitar auxilio a la Cruz Roja, que ayer les envi¨® los primeros v¨ªveres: paquetes de alimentos, agua mineral y algo de ropa. "Nunca pensamos que esta situaci¨®n se dar¨ªa. Nos contrat¨® una empresa de nuestro pa¨ªs, pero ahora no recibimos los salarios", afirma resignado.
Una mujer contempla la conversaci¨®n de forma furtiva, agazapada tras una ventanilla. Otro compa?ero, Smirnoff, electricista, finalmente se decide a hablar: "Estamos perdidos". El patr¨®n lanz¨® en ruso una serie de improperios amenazantes. Smirnoff regres¨® r¨¢pidamente al interior. El resto no se atrevi¨® a salir.
El detonante de esta situaci¨®n es una batalla judicial entre dos empresas (ambos buques tienen bandera mauritana, pero son de origen ruso) por la propiedad de las embarcaciones, que ahora deber¨¢ resolver un juez onubense. Se trata de la mauritana Soci¨¦t¨¦ de Promotion de la P¨ºche y de una compa?¨ªa estatal rusa. Ambas entidades se consideran due?as de los pesqueros. Pero, hasta que el magistrado resuelva el litigio, los barcos deber¨¢n permanecer retenidos en las instalaciones portuarias. Capitan¨ªa Mar¨ªtima recibi¨® hace 10 d¨ªas el ¨²ltimo comunicado para vigilar estrechamente las embarcaciones.
Los mercantes, que faenaban en Mauritania, recalaron en el puerto onubense para reparar los buques en Astilleros de Huelva. "Nos dieron ese argumento, pero vimos que transcurr¨ªan los d¨ªas y ni arreglaban los barcos ni se marchaban", manifest¨® Luis Dacal Vidal, capit¨¢n mar¨ªtimo. "Hicimos una inspecci¨®n y les pusimos la condici¨®n de poner a punto sus certificados t¨¦cnicos antes de salir a faenar", explic¨®. Dacal Vidal indic¨® que en ese tiempo recibieron una orden de embargo procedente del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 4 de C¨¢diz. "La empresa rusa hab¨ªa demandado a la mauritana en los juzgados gaditanos porque pensaban que el barco atracar¨ªa en esa ciudad", detall¨® el capit¨¢n. Y agreg¨®: "En C¨¢diz dieron traslado del expediente a Huelva, al estar el litigio fuera de sus competencias, y aqu¨ª ratificaron esa orden".
Fuentes del Juzgado Mercantil de Huelva afirmaron ayer que actualmente hay dos sentencias, una proveniente de Rusia y otra de Mauritania, que dan la raz¨®n a cada demandante y conminan a que las resoluciones "tienen que reconocerse en Espa?a y ejecutarse".
El juzgado onubense ha desestimado la sentencia mauritana por "no cumplir los requisitos del Tratado Internacional entre Espa?a y Mauritania, pero se puede apelar", indicaron las mismas fuentes. Y ha reconocido, sin embargo, la rusa, pero los mauritanos se han opuesto y la han recurrido. "No hay nada firme por el momento", subrayan.
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