El triunfo del cuerpo imposible

Siluetas filiformes, hombres y mujeres torturados, deformados, bellos o imposibles. Es el cuerpo, seg¨²n el arte del siglo XX. Un objeto art¨ªstico sin l¨ªmites expresivos, tal y como lo vieron Egon Schiele, Francis Bacon, Giacometti, Bracque o Picasso. Sus creaciones se pueden ver, a partir de hoy y hasta el 27 de enero, en la exposici¨®n Un cuerpo sin l¨ªmites abierta en la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona.

La exhibici¨®n re¨²ne m¨¢s de 90 obras, entre pinturas y esculturas, realizadas por los 41 artistas, "que trabajaron m¨¢s y mejor este g¨¦nero", seg¨²n el comisario, Jean-Louis Prat, responsable de una selecci¨®n que intenta crear di¨¢logos y conexiones entre los autores, que van desde Duchamp a Basquiat, pasando por Matisse o Chagall.

El hombre sin brazos ni cabeza, que camina seguro hacia el futuro, de Auguste Rodin, el gran int¨¦rprete del realismo escult¨®rico, marca el inicio del recorrido. En un juego de confrontaciones, yuxtaposiciones y oposiciones, los voluptuosos cuerpos de inspiraci¨®n africana de Derain se codean con la vehemencia er¨®tica del Desnudo rojo de Chagall, mientras que la violencia expresionista de la escuela alemana de Kirchner contrasta con los estereotipados personajes de l¨ªneas redondeadas de L¨¦ger.

Las masas inmensas y rugosas del hombre y la mujer, transformados en El Temporal y La Huracana, de Germaine Richier, se enfrentan a la fragilidad de una mujer de Giacometti y a la adolescente de Balthus (Le lever). Siguiendo el recorrido, destacan las formas abstractas de los dibujos de Henry Moore y los cuerpos retorcidos de Schiele. Un cuerpo de mujer de Mir¨® y un desnudo esencial de Nicolas de Sta?l introducen a una sala extraordinaria con Picasso, Bacon, Freud y una escultura de De Kooning, "cuya materia parece fluir de los dedos del artista", se?ala Prat. Richier es la ¨²nica artista de la selecci¨®n, junto con la revolucionaria Louise Bourgeois, que expone The arch of hysteria, una figura decapitada, cubierta de oro y colgada en una postura innatural, s¨ªmbolo de un metacuerpo m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites f¨ªsicos.

El cuerpo de la mujer, sin embargo, predomina en las representaciones, con excepciones como la de Klein, con su retrato escultural de Arman en resina y pigmento azul, o de T¨¤pies, con un desnudo que sale de la madera y otro trazado con un material de una consistencia tan peculiar que casi obliga a tocarlo. ?Por qu¨¦? Y es que "ya no se trata de representar, sino de metamorfosear; de eso vive el creador", concluye Prat.