El verdugo anarquista
Un documental rescata las andanzas de Felipe Sandoval, asesino, atracador y libertario
La venganza fue uno de los ejes de su vida. La sombra m¨¢s profunda de una derrota. Nacido pobre en el barrio de las Injurias de Madrid, de padre desconocido, fue alba?il, ayuda de c¨¢mara en una noble familia de Par¨ªs, atracador, anarquista y delator. Felipe Sandoval, conocido como Doctor Mu?iz, fue el verdugo revolucionario en los a?os de la Guerra Civil en Madrid. Dirigente de la temida checa anarquista, centro policial instalado en el Cinema Europa del barrio de Cuatro Caminos, ocup¨® portadas de los peri¨®dicos de la ¨¦poca. El honor de las injurias, largometraje documental dirigido por el pintor y escritor Carlos Garc¨ªa Alix (Le¨®n, 1957), rescata la figura de este hombre alto, fam¨¦lico, de manos grandes, cort¨¦s, reservado, siempre vestido de gris o negro, que se convirti¨® en toda una leyenda al m¨¢s puro estilo gansteril. A sus 52 a?os, Sandoval ya era un hombre envejecido y gravemente enfermo de tuberculosis. Detenido nada m¨¢s acabar la Guerra Civil, se quit¨® la vida y nadie reclam¨® su cad¨¢ver. El 6 de julio de 1939 fue enterrado en una tumba de tercera del cementerio del Este, en Madrid. Hab¨ªa nacido el 26 de mayo de 1886 en el barrio de las Injurias. Madrid estaba de fiesta. Nueve d¨ªas antes hab¨ªa nacido el heredero a la corona, que luego llegar¨ªa a reinar bajo el nombre de Alfonso XIII. El honor de las injurias se estrena el pr¨®ximo martes en la Semana de Cine de Valladolid (Seminci), dentro de la secci¨®n Tiempo de Historia.
Repudiado por sus compa?eros, le acusaron de traidor y canalla. No dej¨® que le juzgaran, fue el asesino de s¨ª mismo
Organiz¨® el asalto de la c¨¢rcel Modelo de Madrid, en 1936, que termin¨® en matanza de pol¨ªticos de la derecha
Han sido a?os y a?os de obsesi¨®n, de investigaci¨®n, de b¨²squeda de documentos y fotos en los archivos m¨¢s importantes de Espa?a, y tambi¨¦n en Par¨ªs y Amsterdam. En 1998, en el Archivo de la Causa General, cuando este organismo no era p¨²blico, encontr¨® Garc¨ªa Alix la pieza clave de la investigaci¨®n, el hilo conductor del filme: la confesi¨®n manuscrita de Felipe Sandoval, preso en la Brigada de la Divisi¨®n de Investigaci¨®n Pol¨ªtica, en la calle de Almagro de Madrid, pocos d¨ªas despu¨¦s de la derrota de los republicanos. "?Felipe Sandoval!, ?el Doctor Mu?iz!, el m¨¢s peligroso atracador y pistolero, un asesino y un g¨¢nster que muy pronto recibir¨¢ su merecido", exclaman triunfantes los polic¨ªas que en la madrugada del 16 de junio de 1939 llegan al n¨²mero 36 de la calle de Almagro con la conocida como "Expedici¨®n de los 101": los m¨¢s buscados, los m¨¢s odiados, dirigentes pol¨ªticos y sindicales, diputados, gobernadores, alcaldes, periodistas... Entre ellos, Felipe Sandoval. Le obligaron a recordar qui¨¦n era. Y lo hizo. A lo largo de 63 folios, el Doctor Mu?iz relata su vida. "Los anarquistas somos la hostia, compa?ero. Sabemos retorcernos el coraz¨®n si hace falta para cumplir nuestro deber revolucionario. Lo que esos jovencitos comunistas que presumen de coraje no se atreven a hacer, aqu¨ª est¨¢ el viejo Felipe, anarquista, dispuesto a hacerlo en bien de nuestros sagrados ideales. Aunque el coraz¨®n se me salga por la boca". Su confesi¨®n le cost¨® la vida. Fue repudiado por sus compa?eros, que le acusaron de traidor y canalla, y por la propia polic¨ªa, que no se dio por satisfecha. No dio opci¨®n a los hombres que ten¨ªan que juzgarle. ?l fue su propio juez y su verdugo, el asesino de s¨ª mismo, relata Garc¨ªa Alix en el documental.
La leyenda viene de atr¨¢s. De tiro f¨¢cil y decidido, Sandoval es el protagonista de un largo e interminable ajuste de cuentas. Ya en 1919, la tentativa de fuga de una prisi¨®n de Barcelona, en la que cumpl¨ªa pena por un robo, acab¨® en una tremenda paliza que le desfigur¨® su rostro y le marc¨® de por vida. Metido de lleno en el activismo revolucionario anarquista, su primer golpe lo realiza en 1932, en el domicilio de Agapito Velasco, un abastecedor municipal al que acusa de quedarse con el dinero de los comedores de Asistencia Social. En compa?¨ªa de otros tres hombres, le roban 35.000 pesetas. Toda la prensa se hace eco de la noticia y publica una vieja fotograf¨ªa policial. Le presentan como el g¨¢nster del momento, el "enemigo p¨²blico n¨²mero uno". El Doctor Mu?iz se hace popular entre los madrile?os.
Como si de un verdadero Al Capone se tratara, el Doctor Mu?iz, meses m¨¢s tarde, al frente de un nuevo grupo, prepara su golpe maestro. En diez minutos, el 8 de abril de 1933, Sandoval atraca, al m¨¢s puro estilo de Chicago, una oficina del Banco de Vizcaya, entre las calles de Fuencarral y Manuela Malasa?a. En esta ocasi¨®n se llevaron 40.000 pesetas. A su siguiente v¨ªctima la escoge entre lo m¨¢s selecto de la sociedad madrile?a: Juan P¨¦rez de Seoane, el conde de Riudoms, a quien asalta en la carretera de Burgos cuando el viejo mon¨¢rquico huye en coche, con su familia y sus pertenencias, al exilio. D¨ªas m¨¢s tarde, la Guardia Civil le detiene en la estaci¨®n de Atocha. Preso en la c¨¢rcel de Colmenar, necesit¨® pocos meses para preparar de nuevo su fuga.
Sandoval fue el organizador del asalto y la quema de la c¨¢rcel Modelo de Madrid, el 22 de agosto de 1936, que termin¨® con la matanza de conocidos pol¨ªticos de derechas y provoc¨® un tremendo shock en la Rep¨²blica. Al d¨ªa siguiente se crearon los tribunales populares ("quiero hacer constar que no tir¨¦ un solo tiro en tan lamentable suceso, lo que juro ante Dios y ante los hombres que me tienen que juzgar", afirma Sandoval en su confesi¨®n).
El honor de las injurias, narrado por el propio Garc¨ªa Alix y realizado como si de un collage se tratara, es una producci¨®n de Guillermo Salafranca, de la productora No Hay Penas. El honor de las injurias, realizado en un 80% con material de archivo, nace de una obsesi¨®n, la de Garc¨ªa Alix, por un personaje de quien lo primero que supo fue su muerte en Nosotros los asesinos, un libro del periodista anarquista Eduardo de Guzm¨¢n. Decidi¨® seguir su rastro. "Ir a los archivos es como ir de pesca. Hay que ir cada d¨ªa. Echas la ca?a a ver si pican". Han sido a?os de luces y sombras. Y Madrid, al fondo como homenaje. Todav¨ªa recuerda Garc¨ªa Alix cuando descubri¨® que Sandoval hab¨ªa estado tan unido al Cinema Europa, el cine de la calle de Bravo Murillo de Madrid donde ¨¦l de peque?o se tragaba sesiones dobles, y que en los ¨²ltimos a?os de la Guerra Civil se hab¨ªa convertido en una gran tribuna -"all¨ª habl¨® Unamuno, Pasionaria, Jos¨¦ Antonio, los anarquistas"-. Y cuando supo que el ¨²ltimo asesinato del Doctor Mu?iz fue el de Ruiz Egea, el bibliotecario de la glorieta de Cuatro Caminos, de donde ¨¦l todav¨ªa conserva su carn¨¦ de 1974.
"No hay revoluci¨®n sin verdugos. Poner el foco en el verdugo es la parte m¨¢s fea y dolorosa. Sandoval fue un verdugo al servicio de la revoluci¨®n. Hoy es muy dif¨ªcil comprender el grado de violencia feroz que asolaba Espa?a. Mi lucha ha sido no caer en buenos y malos. Es una historia de venganza", explica este realizador, que confiesa su simpat¨ªa profunda por el anarquismo.
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