Guti une, Ronaldinho divide
El Madrid tumba al Depor con dos pases geniales del '14' y Ra¨²l como revulsivo - El Camp Nou despide a Ronaldinho con pitos y palmas en la victoria del Bar?a ante el Almer¨ªa
Desde la vulgaridad m¨¢s absoluta, el Madrid y el Barcelona edificaron sendos triunfos que dan qu¨¦ pensar. En el Bernab¨¦u, el l¨ªder estuvo plano durante muchos minutos, concretamente hasta que Ra¨²l apareci¨® en liza, momento en el que Guti se convirti¨® en Guti.
El capit¨¢n, por primera vez, fue v¨ªctima de las rotaciones y el Madrid se qued¨® mudo buena parte del choque. Un error de Metzelder provoc¨® el gol del Depor en el primer minuto, al que respondi¨® Van Nistelrooy de penalti. Y lleg¨® el apag¨®n. El Depor feliz con el empate, se convirti¨® en el primer equipo del torneo en dejar sin trabajo a Casillas. El Madrid, por su parte, mostr¨® ese f¨²tbol lastimero que tanto irrita a la grada. Movi¨® Schuster ficha y desaloj¨® del banquillo a Sneijder. Como si no. Hasta que lleg¨® Ra¨²l, recibido como si fuera el redentor.
Lo fue. Guti levant¨® la cabeza y marc¨® el capit¨¢n. Al rato, Guti mir¨® a su izquierda y, por arte de magia, vio a Robinho a su derecha. El brasile?o resolvi¨® y cerr¨® un tost¨®n de partido que mantiene al Madrid en el trono.
Se llevaban 75 minutos de partido en el Camp Nou cuando Rijkaard decidi¨® someter al p¨²blico a un refer¨¦ndum. El Bar?a ganaba de mala manera a un enorme Almer¨ªa, gracias a un gol de Henry, y el t¨¦cnico holand¨¦s tom¨® medidas. Hab¨ªa reservado a Messi, pero no aguant¨® m¨¢s. Le sac¨® a escena y sent¨® a Ronaldinho, que en el trayecto hacia el banquillo oy¨® a 80.000 personas emitir su veredicto. La mitad se hart¨® a silbar. La otra mitad, a aplaudir.
El caso es que Messi marc¨® el segundo, de penalti, y el Bar?a se fue a casa ocupando la segunda plaza, la que dej¨® libre el Villarreal al caer 4-1 en Zaragoza. Y en esa zona alta empuja el Atl¨¦tico, que resolvi¨® ante el Levante como acostumbra: jugada de Ag¨¹ero, gol de Forl¨¢n. Mientras, el primer partido del Sevilla sin Juande no result¨® traum¨¢tico. Al contrario: un Valencia irreconocible fue el mejor ant¨ªdoto.
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