Casillas contra la l¨®gica
El portero hace del Madrid el equipo menos goleado pese a ser el que m¨¢s remates recibe
"Si somos el equipo que m¨¢s remates recibe y el que menos goles encaja es gracias a san Iker", dijo ayer M¨ªchel Salgado soltando una risita; "los defensas hacemos lo que podemos".
Salgado fue el pen¨²ltimo en cerrar la puerta del vestuario de Valdebebas -el ¨²ltimo fue Ra¨²l- antes de partir hacia Mestalla (21.00 horas, PPV). Lo hizo con palabras de reconocimiento a la obra de Iker Casillas. Una valoraci¨®n que se extiende desde el vestidor hasta las salas de juntas del Bernab¨¦u y se apoya en cifras cada vez m¨¢s contundentes. Casillas, a quien el ex presidente Florentino P¨¦rez quer¨ªa sustituir por Buffon, es una de las claves del liderato del Madrid en la Liga.
En la ¨²ltima d¨¦cada el Madrid no hab¨ªa recibido tantos remates como en este campeonato. Deber¨ªa ser el equipo m¨¢s goleado, pero sucede al rev¨¦s. La frecuencia con que los rivales le disparan (17 veces por partido de media) contrasta con un n¨²mero de goles inversamente proporcional. El equipo que dirige Schuster sufre menos de un gol por partido (0,7 tantos de media), la tasa m¨¢s baja de los ¨²ltimos a?os. La temporada pasada, con todas las precauciones de Capello, el Madrid se llev¨® m¨¢s de un gol por partido. Hoy, el Madrid es el equipo menos goleado de Espa?a.
"En el medio perdemos demasiado el bal¨®n", explican desde el vestuario
Manuel Ruiz, el ayudante de campo de Schuster en el Madrid, acompa?¨® al entrenador alem¨¢n en el Getafe durante el curso pasado, cuando el equipo qued¨® como el menos goleado de la Liga. "Es una casualidad que se repite", dice Ruiz, que atribuye la suerte del Getafe a la presencia de Abbondanzieri. En el Madrid, Ruiz y Schuster vuelven a dirigir al equipo menos goleado. Y cuentan con otro portero decisivo. Casillas es el arquero que m¨¢s veces ha intervenido en la Liga. En total, ha hecho 39 paradas.
Casillas mira alrededor y ve que hay porteros -como Palop, con 12 paradas en total- que viven una Liga tranquila. "Pero a m¨ª me gusta que me tiren", bromea; "es que soy masoca".
Casillas siempre se creci¨® en la acci¨®n. ?l atribuye su actividad al tipo de juego que practica el Madrid. "Somos un equipo ofensivo y debemos asumir riesgos", dice; "cualquier rival al que nos enfrentamos marca el calendario. Se motivan para salir en los telediarios".
El Madrid ha vuelto a ser el equipo que m¨¢s disparos soporta. Casillas est¨¢ acostumbrado. Entre 2002 y 2005 fue el portero m¨¢s hostigado por los ataques contrarios. Recibi¨® una media de 15 tiros por encuentro. No tanto como ahora. Ahora, Casillas ve venir un bal¨®n entre sus tres palos con una frecuencia media de 17 veces por partido. Se requiere m¨¢xima concentraci¨®n. Los empe?os del club en revolver la ¨²ltima l¨ªnea no parecen dar efectos. Este verano el Madrid traspas¨® a Mej¨ªa, Pav¨®n, Cicinho y Helguera y adquiri¨® los servicios de Pepe, Heinze y Metzelder. El trasiego de defensas ha sido considerable, pero no han sido capaces de aliviar el trabajo del portero. Casillas tiene m¨¢s deberes que nunca.
Un responsable del Madrid, pr¨®ximo al vestuario, reflexiona que la estad¨ªstica es natural, dadas las circunstancias: "La idea de Schuster es hacer un juego ofensivo y, al jugar m¨¢s abiertos, nos roban m¨¢s balones en el centro del campo y nos rematan m¨¢s. Perdemos demasiado el bal¨®n en el medio. La soluci¨®n en algunos equipos es el doble pivote. Pero ¨¦se no es nuestro estilo. Mientras ganemos, seguiremos arriesgando".
"Somos como Federer", dice Schuster
El t¨¦cnico del Madrid, Bernd Schuster, sali¨® del vestuario con la cara roja y la mirada inyectada en sangre. Como un drag¨®n. Drenthe, con una melena de rastafari hasta la cintura y una camiseta con la imagen de Frankenstein, se march¨® emitiendo algo parecido a un gru?ido cuando le preguntaron si ir¨ªa a Valencia. "No voy", replic¨®, y se fue profiriendo sonidos ininteligibles. Acaso una maldici¨®n. Schuster no dijo por qu¨¦ no le convoc¨® por segundo partido seguido: "Las explicaciones s¨®lo se las doy al jugador".Schuster, que, como Capello, padece una especie de man¨ªa persecutoria con la prensa, tampoco quiso responder a la pregunta de si tuvo que ver en el fichaje de Drenthe, que le cost¨® 14 millones al Madrid y ahora no le sirve.El t¨¦cnico dio la impresi¨®n de sentirse agredido cuando le inquirieron por las causas del mal juego del equipo: "Las cr¨ªticas no me molestan porque est¨¢n de moda. Ya me gustar¨ªa un trabajo como el periodismo para poder criticar a todo el mundo sin saber nada o muy poco".Igual que Capello -s¨®lo que sin mencionar el "esp¨ªritu"-, el alem¨¢n recurri¨® a la cuesti¨®n del ¨¦xito como ¨²nico fin para argumentar su r¨¦plica. As¨ª, ech¨® mano de Roger Federer, el tenista suizo, para dar una idea de lo que ¨¦l piensa: "Este equipo sabe echar la quinta marcha cuando hace falta. He visto a Federer hacer lo mismo..., jugar con el contrario..., dejarle ganar un set... ?Qu¨¦ m¨¢s se puede pedir? En eso estamos nosotros. Nos ponemos 0-1, 1-1, 2-1 y ganamos".
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