El emirato justifica que se violara a un menor por gay
El chico, un europeo de 14 a?os, tuvo que salir del pa¨ªs
El drama de Alexandre Robert comenz¨® la noche del 14 de julio, cuando acept¨® la invitaci¨®n de un conocido para acercarle con el coche a casa. Pero en vez de eso, fue llevado a un descampado donde tres dubait¨ªes le violaron. El mayor de los agresores, Abubakhar Khamis, de 35 a?os y exconvicto, ten¨ªa el VIH y el virus de la hepatitis B desde 2003.
"Alexandre est¨¢ hoy en una escuela en Suiza donde recibe asistencia psicol¨®gica", explic¨® a este diario V¨¦ronique Robert, madre del menor. Esta periodista suiza ha decidido pleitear "para que se haga justicia". Para tal fin, asegura contar "con el apoyo absoluto del Ministerio de Exteriores franc¨¦s" y afirma que desea "llevar al jeque Makhtoun [m¨¢xima autoridad del emirato] ante la justicia por poner en riesgo la vida de un menor".
"Todo en este caso apunta a un encubrimiento de la verdad y a una sistem¨¢tica mentira de Estado", dice V¨¦ronique, dado que se ocult¨® el estado de salud de los agresores mientras fue posible. Por otro lado, tanto los m¨¦dicos que trataron a Alexandre como el fiscal intentaron probar que el adolescente era homosexual y, por tanto, "provocador y merecedor de la agresi¨®n" en un pa¨ªs en el que, supuestamente, no existen la homosexualidad, el sida, la prostituci¨®n, el crimen o las drogas.
Alexandre se vio obligado a pasar ex¨¢menes m¨¦dicos que concluyeron que "era homosexual y no hab¨ªa sufrido ninguna agresi¨®n". Tras comparecer ante el fiscal y sufrir reiteradas amenazas de muerte, los diplom¨¢ticos franceses le sugirieron que saliera del pa¨ªs para evitar una posible condena por homosexualidad que le hubiera valido, como m¨ªnimo, un a?o de c¨¢rcel [en los Emiratos ?rabes la pena puede llegar a la muerte].
"El emir de Dubai espera encontrarse con el presidente Sarkozy antes de fin de a?o", agrega Robert, "y para conseguirlo parece dispuesto, incluso, a pedir la pena de muerte para los agresores de mi hijo". Pero no es ¨¦sta la justicia que pide la periodista, sino que reconozca los errores judiciales y la "mentira de Estado".
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