?Por qu¨¦ callan los empresarios vascos?
El miedo lleva a la patronal de Euskadi a guardar silencio ante el 'plan Ibarretxe'
Mientras las cuadernas del Estado chirr¨ªan ante el desaf¨ªo lanzado por el presidente vasco, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, y la incertidumbre vuelve a ense?orearse del panorama pol¨ªtico inmediato, el empresariado vasco busca cobijo en un silencio colectivo, espeso, cargado de equ¨ªvocos. "Tenemos derecho a no decidir", enfatiza el secretario general de la patronal guipuzcoana, Adegui, Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz de Urtxegi. "Hemos decidido no opinar de pol¨ªtica", proclama Jos¨¦ Mar¨ªa V¨¢zquez Eguskiza, presidente de Cebek, la organizaci¨®n empresarial vizca¨ªna. Si, como juzgan no pocos analistas, s¨®lo el mundo econ¨®mico puede llegar a moderar la hoja de ruta fijada por el lehendakari, habr¨¢ que convenir que el plan Ibarretxe (2? parte) ha reiniciado su andadura sin encontrar verdadera resistencia.
Cuando Confebask se opuso a su primer plan, el 'lehendakari' le reclam¨® silencio
"Aqu¨ª, si optas a un proyecto, no te conviene ser cr¨ªtico", dice un ejecutivo
"No decidir, no hablar, no pronunciarse". ?sa es la consigna, pese a que la iniciativa del presidente del Gobierno vasco se ha llevado ya por delante la proyectada uni¨®n de las cajas de ahorro vascas, amenaza la ubicaci¨®n en Bilbao del Centro Europeo de Espalaci¨®n de Neutrones -un proyecto de 1.200 millones de euros- y cuestiona obras estrat¨¦gicas como la alta velocidad ferroviaria o el nuevo puerto de Pasajes. En medio de tanto mutismo, s¨®lo el C¨ªrculo de Empresarios, que agrupa a las 62 mayores empresas vascas, ha alzado, discretamente, su voz para advertir al lehendakari de la inestabilidad que conlleva el enfrentamiento institucional con el Gobierno central, en un momento de posible cambio de ciclo econ¨®mico y de reactivaci¨®n de la amenaza terrorista.
Una alerta similar lanzada, a t¨ªtulo personal, por el presidente de la C¨¢mara de Comercio alavesa, Rom¨¢n Kn?rr, ha encontrado la descalificaci¨®n expresa y p¨²blica del viceconsejero de Comercio, Rodrigo Garc¨ªa. Nadie m¨¢s ha rechistado. ?Est¨¢ definitivamente domesticada la clase empresarial vasca?
Parece obligado relacionar la actual reivindicaci¨®n patronal del silencio con las divisiones que sacudieron al empresariado vasco hace cinco a?os, tras la presentaci¨®n del primer plan soberanista de Ibarretxe. Cuando los directivos de Confebask, que agrupa a las patronales vascas, entregaron al lehendakari su documento cr¨ªtico -El coste de la no Espa?a-, ¨¦l les conmin¨® a guardar silencio: "Dejadnos a nosotros y seguid el consejo de mi aitite (abuelo) que dec¨ªa que no hab¨ªa que meterse en pol¨ªtica".
Aunque la direcci¨®n de Confebask logr¨® hacer p¨²blico aquel escrito, consensuado entre todas las patronales, el nacionalismo dio la batalla en las organizaciones provinciales y cre¨® una fuerte divisi¨®n interna que persiste hasta hoy. Algunos de los que m¨¢s se hab¨ªan significado en la cr¨ªtica al plan Ibarretxe fueron desprestigiados y sometidos a boicot. "A ra¨ªz de aquello, dos empresarios de la construcci¨®n vinculados al PNV me anularon varios pedidos", afirma Sabino Iza, director de la firma de ascensores que lleva su apellido.
La Administraci¨®n vasca posee, adem¨¢s, una gran capacidad de intervenci¨®n y presi¨®n. "Quien m¨¢s quien menos, casi todo el mundo tiene una l¨ªnea de trabajo con el entramado institucional, controlado por el PNV", asegura un alto ejecutivo. "Si optas a un proyecto, si necesitas un permiso, si pretendes una subvenci¨®n para el I+D+i, para la exportaci¨®n, para lo que sea, no te conviene aparecer como elemento cr¨ªtico. Aqu¨ª, el silencio es competitivo", resume.
Tras elogiar la eficacia de la Administraci¨®n vasca -"est¨¢ perfectamente ensamblada con el tejido industrial, es una herramienta muy v¨¢lida"-, Jos¨¦ Manuel Farto, ex secretario general de la patronal alavesa SEA, denuncia el clientelismo pol¨ªtico. "Calculo que el 80% de las empresas que disfrutan de ayudas significativas est¨¢n alineadas con el r¨¦gimen nacionalista. Firmas que hace 20 a?os no eran nada han llegado a hacerse poderosas gracias a los favores de la Administraci¨®n", sostiene.
Pero si las instituciones vascas pueden condicionar la oferta, la opini¨®n p¨²blica espa?ola puede, a su vez, condicionar la demanda de la producci¨®n vasca. De ah¨ª el travestismo pol¨ªtico de no pocos empresarios que van por Euskadi de superabertzales y que cuando dejan atr¨¢s Pancorbo se colocan la chaqueta de espa?oles de pro. Dif¨ªcilmente cometer¨¢n la torpeza de pronunciar la palabra Espa?a en Euskadi y, por lo mismo, se cuidar¨¢n de sustituir el nombre de Espa?a por el vocablo Estado cuando pisan Madrid. "El miedo a ser etiquetado pol¨ªticamente puede llegar a hacerse obsesivo; por lo general, no se perdona que hayas trabajado profesionalmente para un equipo de gobierno de signo distinto", se?ala el director de una firma que trabaja preferentemente para las administraciones. "Por decirlo crudamente: no nos sentimos libres para expresarnos".
A lo largo de estas d¨¦cadas, la invocaci¨®n al patriotismo -"s¨®lo si eres nacionalista ser¨¢s admitido como vasco aut¨¦ntico o buen vasco", subraya el industrial Ricardo Benedi, Premio Mejor Empresario Vasco 2003- ha sido pr¨¢ctica corriente a la hora de reclamar ayudas de la Administraci¨®n. Lo admite tambi¨¦n un antiguo cargo institucional del PNV que dirige hoy una importante firma de inversiones: "Hay quienes hacen valer su abertzalismo para ganar dinero, aunque luego no tengan reparos en vender sus empresas a un andaluz, un madrile?o o un indio".
La propia patronal est¨¢ financiada por la Administraci¨®n. "M¨¢s del 90% del presupuesto de Confebask proviene de las arcas p¨²blicas, a trav¨¦s de convenios con Industria, ayudas a la formaci¨®n... Las cuotas de las organizaciones empresariales territoriales suponen s¨®lo el 10%", dice Iza. El ex presidente de SEA tiene la impresi¨®n de que la sociedad civil ha tirado la toalla.
?Significa que al empresariado de Euskadi le resulta indiferente que el label vasco (certificado de calidad) pierda enteros en el mercado espa?ol, al que destina el 70% de su producci¨®n exportadora? ?Que no teme reacciones de boicoteo como las que padeci¨® el cava catal¨¢n? ?Que ignora las consecuencias sobre los grandes proyectos estrat¨¦gicos que puede acarrear la confrontaci¨®n? ?Que puede prescindir de la financiaci¨®n estatal a la exportaci¨®n y de las gestiones diplom¨¢ticas que les abren mercados internacionales? La respuesta un¨¢nime de la docena de personas entrevistadas para este reportaje es que no, en absoluto, pero que el empresario vasco est¨¢ atenazado por temores que le invitan al silencio.
"Ninguno de los que trabajamos en los mercados exteriores queremos un enfrentamiento con Espa?a. Todo lo que suponga incertidumbre, inestabilidad pol¨ªtica o crispaci¨®n es malo para la empresa. Estamos en el mismo barco. Si a Espa?a le va bien, a Euskadi le va bien, y al rev¨¦s", subrayan.
Pero la experiencia de hace cinco a?os no anima a cargar las tintas cr¨ªticas. "En el anterior plan Ibarretxe, algunos competidores nos echaron toda la mierda que pudieron para sustituirnos en el mercado: que si ¨¦ramos separatistas, que si ETA... El problema no es que la industria se vaya de Bilbao a Madrid, sino que termine y¨¦ndose a Varsovia; que mientras nosotros nos damos de tortas, vengan los chinos y se queden con el negocio", explica un nacionalista af¨ªn a las tesis del todav¨ªa presidente del PNV, Josu Jon Imaz.
"En Euskadi necesitamos un marco estable para 20 a?os que acabe con este mercadeo que pone precio a los esca?os, pero tenemos que revisar los conceptos de pa¨ªs, Estado y patria", afirma. En su opini¨®n, la pretensi¨®n de Ibarretxe de "dar la patada al ¨¢rbol para que caigan las nueces" entra?a el riesgo de que las presiones se vuelvan contra ¨¦l. "Es como el chiste del dentista. Puede llegar un momento", advierte, "en que el paciente te agarre de los test¨ªculos y te diga: '?Qu¨¦?, ?jugamos a hacernos da?o?". "Hay miedo", concluye, "porque esto puede ser una tormenta en un vaso de agua o una marejada en el Atl¨¢ntico".
Es un temor muy extendido en el sector exportador. "Cada vez que abren la caja de los truenos tenemos problemas con nuestros clientes", se?ala un empresario. "El plan va contra la realidad de muchas empresas que somos, a la vez, vascas, espa?olas y europeas. ?C¨®mo pagar¨ªamos en la Euskadi independiente unas pensiones que son las m¨¢s caras del Estado? ?Tendremos que ponernos a la cola en la ventanilla de la UE, fijar aranceles, sustituir el euro por el eusko o el sabino? ?Qu¨¦ disparate es ¨¦ste que nos proponen?"
M¨¢s all¨¢ de la duda de si la iniciativa del lehendakari es s¨®lo una vuelta de tuerca m¨¢s, un movimiento t¨¢ctico, la impresi¨®n es que el empresariado vasco ha reaccionado con disgusto. "Cuando invierten aqu¨ª, las grandes firmas extranjeras invierten en Espa?a, no en una Euskadi inestable que juega fr¨ªvolamente con el futuro", dice Ignacio Gonz¨¢lez, director gerente de la multinacional PFERD, en Vitoria.
Roberto G¨®mez de la Fuente, consejero delegado de Xabide, detecta en el ambiente profesional un temor difuso al futuro. "La gente piensa que los pol¨ªticos se han convertido en un problema y se pregunta hasta cu¨¢ndo vamos a permitir que nos dividan como sociedad. Me lo dicen nacionalistas y no nacionalistas hartos de lo que consideran un desprop¨®sito general", cuenta. A juicio de Roberto G¨®mez, las instituciones han quedado en manos de los aparatos de los partidos. "Mi receta es m¨¢s humor y menos tensi¨®n. Pero es cierto", se?ala, "que tenemos un panorama de choque de trenes, poca ilusi¨®n y miedo a este estado de cosas".
Todo contribuye, pues, a que el empresario vasco se inhiba, se camufle, calle y adopte la postura del m¨ªnimo riesgo, sobre todo, cuando, como ahora, ETA multiplica la extorsi¨®n. "Si el plan Ibarretxe se lleva a cabo, habr¨¢ una fuga masiva de empresarios vascos", augura el presidente de la patronal navarra, Jos¨¦ Mar¨ªa Ayesa. El miedo guarda la vi?a en Euskadi. Que este silencio no suponga la aceptaci¨®n de la mordaza.
![El <i>lehendakari</i>, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, durante su discurso ante la C¨¢mara de Comercio de Bilbao el pasado 22 de octubre.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7WV6JH27766QLUPICTALQ2PRFU.jpg?auth=fa031bc103a5f62165460237633705f612f51343660492aed26203a1d820d842&width=414)
"Ibarretxe s¨®lo escucha a los fan¨¢ticos"
Muchos empresarios vascos justifican su silencio en base a un supuesto agravio. "En lugar de exigirles coherencia y un pronunciamiento claro, el Gobierno central no ha dejado de mimar a las cooperativas del Grupo Mondrag¨®n (MCC) y a empresas como CAF, que son las m¨¢s nacionalistas", sostiene un antiguo dirigente patronal. "Cuando Eroski, Fagor, Caja Laboral y dem¨¢s empezaron a tener problemas en el mercado espa?ol, les bast¨® con llevarse al Rey a Mondrag¨®n. Algunos se preguntan por qu¨¦ van a dar la cara si a ellos no les dan nada, ni aqu¨ª, ni en Madrid".
En algunos c¨ªrculos se asegura que tanto MCC como CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles) trataron en su d¨ªa de moderar al lehendakari, pero es imposible confirmarlo porque las cooperativas, cuya actividad supone el 5% del PIB vasco, siguen instaladas en el mutismo. "No podemos hablar en nombre de un conjunto de cooperativistas de ideolog¨ªa plural. Para poder pronunciarnos, tendr¨ªamos que celebrar una asamblea general", indica un portavoz de MCC.
"Admiro mucho la trayectoria de las cooperativas, pero no puedo dejar de denunciar su cinismo. Tienen a gentes de Batasuna en puestos estrat¨¦gicos y jam¨¢s combaten el terrorismo", afirma Ricardo Benedi, portavoz empresarial del colectivo ciudadano Foro Ermua.
No sin exasperaci¨®n, un extorsionado se?ala que pronunciarse contra el plan Ibarretxe conlleva el riesgo a?adido de llamar la atenci¨®n de ETA.
El presidente del Comit¨¦ Empresarial Hispano-Marroqu¨ª, Jos¨¦ Miguel Zaldo, est¨¢ contra el silencio. "El que calla otorga", dice. Miembro de la junta directiva de APD (Asociaci¨®n por al Progreso de la Direcci¨®n) y Premio Mejor Empresario Vasco de 1994, Zaldo le ha escrito a Ibarretxe, con el que guarda lazos de amistad, para explicarle por qu¨¦ no est¨¢ de acuerdo con su plan.
"Le digo que los partidos democr¨¢ticos no pueden aprovecharse de que parte de la poblaci¨®n justifique el asesinato y la extorsi¨®n. Le explico que la ¨¦tica debe primar sobre la oportunidad y que el nacionalismo democr¨¢tico hace el caldo gordo al terrorismo cada vez que critica actuaciones judiciales. Le digo tambi¨¦n que su proyecto s¨®lo es bueno para los pol¨ªticos carentes de ¨¦tica. He cre¨ªdo que era mi obligaci¨®n dec¨ªrselo, aunque me temo", indica, "que ¨¦l s¨®lo escucha ya a los fan¨¢ticos que le rodean".
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