El Arca de Zo¨¦ disfrazaba a los ni?os para que parecieran heridos de guerra

"Muy bien, as¨ª, como un herido de guerra". Emilie Lelouch, una de las j¨®venes de la organizaci¨®n El Arca de Zo¨¦ que siguen detenidas en Yamena, mancha con un trazo de yodo la venda blanca con la que ha envuelto el antebrazo de un ni?o que la mira sonriendo. Es una de las secuencias filmadas por el enviado especial de la agencia Capa, Marc Garmirian, el pasado 25 de octubre, poco antes de la abortada salida del avi¨®n que deb¨ªa evacuar a Francia a 103 supuestos hu¨¦rfanos de la guerra de la regi¨®n sudanesa de Darfur. Estas im¨¢genes muestran c¨®mo los miembros de la ONG disfrazaban a los ni?os para "simular una evacuaci¨®n sanitaria".

En una imagen, una cooperante venda a un menor sano y le pone yodo

Garmirian fue liberado el domingo junto a otros dos periodistas franceses y las cuatro azafatas espa?olas. "Los ni?os se lo tomaban como algo divertido", seg¨²n el periodista. El reportaje de Garmirian, que hab¨ªa viajado con el grupo precisamente para hacer un reportaje sobre los dudosos m¨¦todos de esta ONG, es demoledor. Queda claro, por ejemplo, que eran conscientes de que la mayor¨ªa de los ni?os no eran hu¨¦rfanos, ni siquiera sudaneses, sino chadianos.

Tambi¨¦n queda claro que ni est¨¢n enfermos ni son heridos de guerra. En una de las im¨¢genes, el m¨¦dico Philippe V. Winkelberg ausculta a los ni?os que, mientras tanto, sonr¨ªen sin parar, mientras Emilie Lelouch les va poniendo en la mu?eca brazaletes identificativos. Los peque?os gozaban todos de buena salud, como explica Nadia Merimi, otra miembro de la ONG. Y tambi¨¦n queda claro que el criterio de selecci¨®n se basaba mayormente en adaptarse a las peticiones de las familias que en Francia hab¨ªan pagado hasta 2.500 euros por acoger a un hu¨¦rfano, que muchos de ellos confiaban en poder adoptar posteriormente.

Se hace evidente que los l¨ªderes del grupo, concretamente su fundador, Eric Breteau, mintieron incluso a sus colaboradores locales, manteniendo en secreto sus intenciones. "Mintieron a todo su equipo", aseguraba ayer el periodista, "no revelaron el objetivo de su operaci¨®n ni a su personal ni a la gente que les confi¨® a los ni?os, ni a los propios ni?os". Hasta el ¨²ltimo momento, les contaron que los menores iban a quedarse en el pa¨ªs, en una escuela de la ONG.

Garmirian sigue "impresionado" por la "determinaci¨®n, la convicci¨®n y el estado de ¨¢nimo de los seis miembros de El Arca de Zo¨¦ que siguen detenidos en Yamena. "No encuentro las palabras para calificarlos", explicaba, "se les puede considerar lun¨¢ticos, fan¨¢ticos..., pero, en cualquier caso, hasta el momento en el que yo sal¨ª de la prisi¨®n, Breteau y Lelouch segu¨ªan convencidos de que ten¨ªan una misi¨®n y que era leg¨ªtima". Breteau, explica el periodista, "es un tipo muy tozudo, muy fuerte en su cabeza", que justificaba la operaci¨®n de sacar a los menores de Chad salt¨¢ndose todo el proceso administrativo.

"Me di cuenta bastante pronto de que lo que podr¨ªamos llamar la investigaci¨®n

[sobre el origen de los ni?os], las entrevistas con los peque?os o con la gente que se los tra¨ªa eran muy poco profesionales", explica Garmirian. "Pero de ninguna manera son una secta", matiza. Las im¨¢genes de este periodista pueden ser decisivas para que los detenidos sean condenados a duras penas. Especialmente en el caso de Bretau, que ante la c¨¢mara explica: "Si me meten en la c¨¢rcel por salvar a los ni?os de Darfur ser¨ªa el colmo. Creo que incluso me sentir¨ªa orgulloso de ir a la c¨¢rcel por esto".

Una ONG con muchas dudas