?Despierta, De Gaulle, se han vuelto locos!
No hace falta haber sido gaullista para interrogarse acerca del giro de 180 grados dado a la pol¨ªtica exterior francesa por Nicolas Sarkozy. De 1966 a 2006, a?o m¨¢s a?o menos, bajo las presidencias sucesivas de De Gaulle, Pompidou, Giscard, Mitterrand y Chirac, Francia, para mayor regocijo de los franceses, dispon¨ªa de un contraejemplo del que mantenerse alejada: los Estados Unidos de Am¨¦rica.
Ahora bien, las cosas han cambiado con Nicolas Sarkozy. "Francia no se opondr¨¢ a la apertura de nuevos cap¨ªtulos de la negociaci¨®n entre la Uni¨®n Europea y Turqu¨ªa" afirm¨® Sarkozy en su alocuci¨®n del 27 de agosto ¨²ltimo. Pero, ?no era Turqu¨ªa la cabeza de puente de los Estados Unidos en Europa?
Sarkozy cambia la pol¨ªtica exterior francesa y se alinea con Estados Unidos
En cuanto a Ir¨¢n, Francia consideraba la situaci¨®n en ese pa¨ªs como un asunto interno que acarreaba algunas molestias -solidarizarse o no con Salman Rushdie o con los Mujaidines del Pueblo instalados en la banlieue de Par¨ªs-, pero tanto la prudencia habitual de los gobiernos franceses como la consideraci¨®n de poderosos intereses econ¨®micos, hab¨ªan llevado a unas relaciones fruct¨ªferas entre ambos pa¨ªses. Entre 2000 y 2007, Francia invirti¨® 30.000 millones de d¨®lares en Ir¨¢n, a trav¨¦s de empresas como Renault, Peugeot, Citro?n, Alcatel y Total, situ¨¢ndose as¨ª entre los primeros inversores en el pa¨ªs. Sin embargo, tan pronto como George W. Bush se refiri¨® al "holocausto nuclear" en caso de que Ir¨¢n consiguiese la famosa bomba, Bernard Kouchner declar¨® fr¨ªamente, el 16 de septiembre pasado, que la comunidad internacional deber¨ªa "prepararse para lo peor" en relaci¨®n a ese pa¨ªs, es decir "la guerra". Para Sarkozy, "un Ir¨¢n dotado del arma nuclear
inaceptable" se convierte "en la amenaza m¨¢s grave hoy d¨ªa para el orden internacional", y se expone, pues, a ser bombardeado. Kouchner explic¨® luego que "el bombardeo de un pa¨ªs se llama, por lo general, guerra". Bueno, quiz¨¢ sea l¨ªcito recordar que fue cuando Irak abandon¨® el d¨®lar, el billete verde, como divisa de pago cuando se produjo la beligerancia americana.
Hablando de Irak, "no hay grandes desacuerdos franco americanos" declar¨® en Bagdad el ministro de Asuntos Exteriores durante un viaje sorpresa el pasado mes de agosto. Kouchner dijo que Francia ten¨ªa un papel particular que desempe?ar en la zona, dado que "los americanos no pueden salir de esta situaci¨®n por sus propios medios". La prensa de Bagdad fue un¨¢nime en interpretar ese viaje del ministro como una muestra de la voluntad de Francia de volver a implicarse en Irak y una aprobaci¨®n t¨¢cita de la invasi¨®n americana, ya que, planeada y protegida por tropas de elite francesas y por los peshmergas kurdos, la visita de Kouchner inclu¨ªa un aterrizaje en el aeropuerto de Bagdad y saltos a la Zona Verde, lugares controlados ambos por los americanos.
?Extra?a pol¨ªtica esta de aportar un inesperado apoyo a un presidente americano en ca¨ªda libre! Como ha escrito Jacques Julliard en el Nouvel Observateur, si este cambio brutal "es lo que se jug¨® en el picnic de Sarkozy con la familia Bush, el precio del perrito caliente sali¨® caro".
No necesariamente. Seg¨²n Le Monde, Total firm¨® el pasado 10 de agosto un acuerdo con la petrolera americana Chevron para explotar conjuntamente el inmenso campo petrol¨ªfero de Manj¨²n, en el sudeste de Irak, una vez ratificada una ley de hidrocarburos del gobierno iraqu¨ª. El 14 de agosto, la prensa anunci¨® que Chevron y Total se hab¨ªan puesto de acuerdo para lanzar una oferta com¨²n para la compra de derechos petroleros en Irak.
Desde los a?os de De Gaulle la imagen de Francia, considerada pro ¨¢rabe, no paraba de deteriorarse en Israel; ahora, sin embargo, las declaraciones de Sarkozy y de Kouchner contribuyen a un claro cambio de actitud en este ¨²ltimo pa¨ªs. Despu¨¦s de reunirse con Tsipi Livni, su hom¨®loga israel¨ª, Kouchner, doctor honoris causa de la Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n, reconoci¨® a Israel "el derecho de defenderse y de garantizar la seguridad de sus ciudadanos", algo que no puede serle reprochado. Pero, atenci¨®n al detalle, el ministro franc¨¦s no conden¨® la pol¨ªtica de implantaci¨®n de nuevas colonias en los territorios palestinos ocupados exigida por los extremistas israel¨ªes. O la ramificaci¨®n de autopistas que desmenuzan las tierras de los palestinos y destruyen su precaria econom¨ªa.
Resulta que, como George Bush, Nicolas Sarkozy cree que "el primer reto" al que debe hacer frente Francia es "una confrontaci¨®n entre Islam y Occidente". Es en este contexto, la defensa de nuestra civilizaci¨®n, donde aparece la idea de reincorporar Francia a la OTAN. Seg¨²n un informe de Hubert V¨¦drine solicitado por Sarkozy, las "¨¦lites francesas", se sentir¨ªan tentadas, "pese a ciertos desacuerdos", por un retorno de Francia al mando de una OTAN reformada, lo que incluiye, por ende, la instalaci¨®n de bases militares en territorio franc¨¦s. Esas mismas bases que fueron expulsadas por De Gaulle en 1966.
Quiz¨¢ el ¨²nico aspecto simp¨¢tico de este espectacular giro pol¨ªtico propulsado por el nuevo titular del El¨ªseo sea la reciente y muy notable conversi¨®n de Sarkozy a la causa ecol¨®gica de Al Gore. ?Otro americano!
Nicole Muchnik es pintora y escritora.
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