Los inmigrantes van al m¨¦dico la mitad que los espa?oles
Los expertos de la Sociedad de Medicina de Familia desmontan los mitos de que los extranjeros colapsan el sistema y de que traen enfermedades ex¨®ticas
Los inmigrantes representan el 10% de la poblaci¨®n espa?ola, pero son s¨®lo el 5% de los pacientes de atenci¨®n primaria, el triple que en 2002, pero muy lejos de su presencia en la sociedad. Si fueran al m¨¦dico tan a menudo como los espa?oles, el porcentaje deber¨ªa rondar el 10%. Pero van la mitad.
"Que colapsan los sistemas sanitarios es un mito", afirma Ana Pastor, vicepresidenta de la Sociedad espa?ola de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) y miembro del Grupo de Atenci¨®n a Inmigrantes. "Puede haber centros de Madrid o Barcelona donde sean el 60%, pero eso es en barrio donde la proporci¨®n de inmigrantes es muy alta", indica.
"Generalmente, los inmigrantes son j¨®venes y sanos. Vienen a Espa?a a trabajar", dice Pastor. El padr¨®n lo confirma: la edad media de los extranjeros ronda los 33 a?os, y la de los espa?oles, 41.
El otro mito que la Semfyc quiere desmontar es el de que los extranjeros son fuente de enfermedades raras. Aunque vengan con alguna dolencia end¨¦mica de sus pa¨ªses de origen, como el Chagas o alg¨²n par¨¢sito, la diferencia en las condiciones de vida y el clima (los insectos que los transmiten no son los mismos) hacen que ese peligro no exista. Por ejemplo, todos los casos de malaria que ha detectado el Instituto de Salud Carlos III se han dado en viajeros. No ha habido ni un solo caso de transmisi¨®n en el pa¨ªs.
Condiciones de trabajo
Los hechos que maneja la sociedad m¨¦dica casi indican lo contrario: m¨¢s que ser los inmigrantes un peligro, ellos son las v¨ªctimas de las enfermedades propias de pa¨ªses del norte, y por dolencias asociadas a sus condiciones de trabajo.
Por eso las heridas, las dolencias en el aparato m¨²sculo-esquel¨¦tico o las afecciones respiratorias son las primeras causas por las que van al m¨¦dico: "Est¨¢n relacionadas con su situaci¨®n laboral, muchas veces de gran exigencia f¨ªsica y en condiciones inseguras", apunta Pastor. Otras, como las gastrointestinales, se deben a las condiciones de vida -"las comidas son diferentes, y muchas veces no tienen neveras en condiciones"-.
Los estilos de vida hacen que tambi¨¦n sean m¨¢s vulnerables a enfermedades como la tuberculosis -muchos viven hacinados y peor alimentados, explica la especialista- o a las de transmisi¨®n sexual -falta educaci¨®n sexual, y son en su mayor¨ªa j¨®venes, muchos sin familia y, por lo tanto, m¨¢s proclives a tener varias parejas sexuales-. Adem¨¢s, la falta de papeles o de informaci¨®n hace que los inmigrantes s¨®lo vayan al m¨¦dico cuando est¨¢n realmente enfermos.
Ello no quiere decir que la presencia de inmigrantes no plantee retos. "El sistema espa?ol es muy abierto a la hora de tratar a los enfermos, pero no lo es tanto para los sanos. Eso les deja fuera de las campa?as de prevenci¨®n y educaci¨®n, como las citolog¨ªas para detectar el c¨¢ncer de ¨²tero en las mujeres", insiste Pastor. Tambi¨¦n hay un problema en la falta de vacunaci¨®n con que muchos adultos llegan, porque les hace vulnerables a enfermedades.
Males de adaptaci¨®n
Despu¨¦s de las enfermedades adquiridas en el pa¨ªs de acogida, el segundo grupo de dolencias m¨¢s frecuente entre los inmigrantes est¨¢ directamente relacionado con su situaci¨®n. Son las denominadas reactivas o adaptativas: depresi¨®n, ansiedad, insomnio y otras manifestaciones psicosom¨¢ticas que los expertos, como Ana Pastor, vicepresidenta de la Sociedad Espa?ola de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), no dudan en atribuirlo a sus condiciones de vida: frecuentemente sufren aislamiento y, a la vez, hacinamiento. Tienen un trabajo duro e inestable, y problemas econ¨®micos."No es que la incidencia [de estas enfermedades] sea mucho m¨¢s alta que entre los espa?oles, pero es importante", insiste Pastor. En el caso de los extranjeros que llegan a Espa?a a trabajar, la falta de redes sociales y familiares hace m¨¢s dif¨ªcil pasar por esos malos tragos.En estas dolencias, casi m¨¢s que en las dem¨¢s, la comunicaci¨®n entre el m¨¦dico y el paciente es fundamental. Hace falta conocer el idioma y las costumbres. Este a?o, algunos ambulatorios han empezado a usar traductores mec¨¢nicos para ayudar a la comunicaci¨®n. Pero eso no basta. Por eso, la sociedad m¨¦dica pide que se refuercen los servicios con traductores y mediadores culturales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.