El trueno de Ch¨¢vez
Circula un chiste por Venezuela que parodia el anuncio de una tarjeta de cr¨¦dito: "?Un pasaje a Madrid? Mil euros. ?Otro a Barcelona? Mil quinientos. ?Callar a Ch¨¢vez? ?No tiene precio!". Las furgonetas de la oposici¨®n recorren estos d¨ªas Caracas con el pasodoble Que viva Espa?a que cantaba Manolo Escobar, adaptado a una letra contra el presidente Hugo Ch¨¢vez: "Entre loros, ladroncito y porquer¨ªaaa... naci¨® en Barinas un mico habladooor. Nunca Dios se imagin¨® tanta torpeza y es imposible que puedan haber dos. Por eso se oye con af¨¢aan, ?Por qu¨¦eee no te callas? Y siempre te recordar¨¢n. ?Por qu¨¦eee no te callaaas?".
La canci¨®n puede ser festejada por mucha gente, pero millones de venezolanos quieren que Ch¨¢vez siga hablando como lo hace. Directo, con chistes, a veces con insultos, con motes (a los opositores les llam¨® una vez "escu¨¢lidos", y desde entonces, hasta ellos mismos se llaman escu¨¢lidos) y a menudo en cadena. Cuando el presidente de Venezuela decide que una alocuci¨®n suya ha de retransmitirse "en cadena", todos los canales, p¨²blicos y privados, han de interrumpir sus programaciones para conectar con Ch¨¢vez. Puede llevarse seis o siete u ocho horas seguidas ante las c¨¢maras. Y la mayor¨ªa quiere que as¨ª sea. Y que no pare de hablar. ?Por qu¨¦? Porque sienten que habla por ellos.
En abril de 2002 sufri¨® un golpe de Estado en el que, seg¨²n Ch¨¢vez, la colaboraci¨®n de EE UU y Aznar fue decisiva
Su dominio esc¨¦nico es tan grande que algunos venezolanos lamentan que se hable tanto de ¨¦l y tan poco del pa¨ªs
Para el general Baduel, el rifirrafe de Ch¨¢vez con el Rey es "un se?uelo para desviar la atenci¨®n de la reforma constitucional"
Las llamadas en 'Al¨® presidente' nunca son de ning¨²n antichavista declarado. Ch¨¢vez va de aplauso en aplauso
El pasodoble podr¨¢ decir que "nunca Dios se imagin¨® tanta torpeza". Pero ya nadie subestima a Hugo Ch¨¢vez en Venezuela. Al menos, nadie que quiera ser presidente. La oposici¨®n ha aprendido desde 1998, a base de derrotas, que bajo la apariencia campechana de Ch¨¢vez, bajo ese aire de espontaneidad y frescura, hay un pol¨ªtico que no mueve un pie sin saber d¨®nde va a colocar el otro.
Que Ch¨¢vez naciera hace 53 a?os en el estado llanero de Barinas, que sus padres fueran unos humildes maestros de escuela, que fuese el segundo de seis hermanos, que lo criara la abuela, que so?ara con ser jugador de b¨¦isbol, que con 17 a?os ingresara en la Academia Militar y que con 28 fundase el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (en alusi¨®n a los 200 a?os del natalicio de Sim¨®n Bol¨ªvar, que se cumplir¨ªan un a?o m¨¢s tarde) no hizo m¨¢s que acercarle a los m¨¢s pobres de Venezuela, a la gente m¨¢s desfavorecida.
Y para terminar de enamorar a los venezolanos, a Ch¨¢vez no le faltaba otra cosa que enamorarse ¨¦l mismo de Sim¨®n Bol¨ªvar. En Venezuela se tiene como una especie de patrimonio nacional el Sam¨¢n de G¨¹ere, un ¨¢rbol situado a 15 minutos en auto de la ciudad de Maracay, en el que un determinado d¨ªa descans¨® el Libertador. Doscientos a?os despu¨¦s del nacimiento de Bol¨ªvar, un Ch¨¢vez de 29 a?os acudi¨® all¨ª junto con sus compa?eros militares Felipe Antonio Acosta Carl¨¦s, Jes¨²s Urdaneta Hern¨¢ndez y Ra¨²l Isa¨ªas Baduel, para juramentarse a reformar el Ej¨¦rcito e iniciar una lucha para construir una nueva Rep¨²blica. "No fue un acto demasiado formal", recuerda Baduel, "pero fue un juramento. Ten¨ªamos claro lo que quer¨ªamos".
S¨®lo nueve a?os despu¨¦s, en 1992, Ch¨¢vez intent¨® perpetrar un golpe de Estado contra el entonces presidente Carlos Andr¨¦s P¨¦rez. Ch¨¢vez decidi¨® rendirse y pidi¨® hacerlo por televisi¨®n. Su presentaci¨®n ante las c¨¢maras ya mostraba todo el talento teleg¨¦nico de aquel militar. Habl¨® con tal calma y dominio de s¨ª mismo, que la derrota militar se convirti¨® en su primer triunfo pol¨ªtico. "Lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados (...) Asumo la responsabilidad de este movimiento militar bolivariano". Cuando muchos a?os despu¨¦s le preguntaron si era necesario aquel golpe, Ch¨¢vez respondi¨® que s¨ª: "El pa¨ªs estaba colapsado. Evit¨¦ un ba?o de sangre. Me rend¨ª, pas¨¦ m¨¢s de un a?o en la c¨¢rcel, fui expulsado del Ej¨¦rcito. Pero di una sacudida que el pa¨ªs respondi¨® en las elecciones de 1998".
Ch¨¢vez pas¨® s¨®lo dos a?os en prisi¨®n, gracias a un pacto del entonces presidente Rafael Caldera con partidos de izquierda. Despu¨¦s iniciar¨ªa su carrera hacia la presidencia, que ganar¨ªa en 1998 con el 58% de los votos. En abril de 2002 sufri¨® un golpe de Estado en el que, seg¨²n Ch¨¢vez, la colaboraci¨®n de Estados Unidos y del Gobierno de Aznar fue decisiva. Lo apresaron, pero en su ayuda sali¨® uno de aquellos militares que se juramentaron bajo el ¨¢rbol: Ra¨²l Isa¨ªas Baduel, ministro de Defensa hasta julio pasado. La operaci¨®n de rescate por parte de Baduel pertenece a ese tipo de acciones que unen a la gente para toda la vida. Pero justo unos d¨ªas antes de la cumbre, Baduel expres¨® su oposici¨®n a la reforma constitucional que se someter¨¢ a refer¨¦ndum el pr¨®ximo 2 de diciembre.
La reforma supone modificaciones en la organizaci¨®n territorial, institucional y laboral (jornadas de seis horas). Pero el cambio que m¨¢s oposici¨®n ha planteado es el de la potestad que se le otorgar¨ªa al presidente para continuar al frente del pa¨ªs tantas veces como el pueblo lo desee. La Constituci¨®n actual limita su ejercicio a dos mandatos. De ganar el no en el refer¨¦ndum, Ch¨¢vez deber¨ªa abandonar la casa presidencial en 2012. "Todos los puntos de la reforma", indica un analista espa?ol, "podr¨ªan ser promulgados por decreto. No se necesita tocar la Constituci¨®n. Excepto ese que permitir¨ªa a Ch¨¢vez seguir siendo reelegido. Y ¨¦se es el que m¨¢s le importa".
Respecto al rifirrafe de Ch¨¢vez con el Rey y Zapatero, el general Baduel, en retiro desde el pasado julio, tiene clara su opini¨®n: "Esto no ha sido m¨¢s que un se?uelo del Gobierno para desviar la atenci¨®n de un hecho trascendente y cuyas consecuencias pueden ser muy graves. Se ha hecho con la clara intenci¨®n de no explicar exhaustivamente lo que se le pretende hacer al pa¨ªs. La reforma nos coloca frente a un golpe de Estado contra la Constituci¨®n misma".
Despu¨¦s de las declaraciones de su amigo Baduel, llegaron esta semana las de su segunda ex esposa, la periodista Marisabel Rodr¨ªguez, que se pronunci¨® tambi¨¦n en contra de la reforma en el canal opositor Globovisi¨®n. Ch¨¢vez tuvo dos hijas y un hijo con su primera esposa, y una ni?a con Marisabel Rodr¨ªguez, quien estuvo casada con ¨¦l ocho a?os, la mayor parte de los cuales Ch¨¢vez los vivi¨® como presidente.
Fueron dos golpes seguidos contra el chavismo: Baduel y Marisabel Rodr¨ªguez. Pero ahora se habla m¨¢s del Rey que de ellos. Y Ch¨¢vez aviva la llama. Una vez m¨¢s, Ch¨¢vez ha sabido acaparar los titulares, como cuando en septiembre de 2006 declar¨® en una Asamblea de la ONU que el estrado en donde acababa de intervenir el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ol¨ªa a azufre. Su dominio esc¨¦nico es tan grande que algunos acad¨¦micos venezolanos lamentan que se hable tanto de ¨¦l y tan poco de Venezuela.
Teodoro Petkoff, director del diario Tal Cual y dirigente de la principal coalici¨®n opositora, encuentra una raz¨®n para eso: "Puesto que yo estoy en un medio, lo voy a decir: creo que eso es un dem¨¦rito de los medios. F¨ªjese c¨®mo han manejado el incidente de Santiago de Chile. All¨ª los dos hechos m¨¢s importantes fueron los dos discursos de Zapatero. En el primero desmont¨® la intervenci¨®n de Ch¨¢vez, cuando Ch¨¢vez polemizaba con el concepto de cohesi¨®n social, oponi¨¦ndole el de transformaci¨®n social. Y en el segundo discurso, donde Zapatero le pidi¨® respeto a Ch¨¢vez, fue una sentada de culo. Esos dos aspectos son los m¨¢s importantes porque tienen que ver con la pol¨ªtica de fondo. Pero los medios no lo registraron. Lo que registraron fue la imprecaci¨®n del Rey. La l¨®gica de los medios es que cuando el hombre muerde al perro es que hay noticia. Entonces, ?cu¨¢l es la noticia de Venezuela?... Las extravagancias de Ch¨¢vez, el estilo, los discursos de Ch¨¢vez".
A la oposici¨®n apenas se la oye en Venezuela. A¨²n anda busc¨¢ndose a s¨ª misma, dividida entre los que defienden el no en el refer¨¦ndum y los que propugnan la abstenci¨®n. Unos creen que los no¨ªstas cobran dinero de Ch¨¢vez, y otros, que los de la abstenci¨®n le hacen el juego al presidente. Ante esa coyuntura, miles de estudiantes han salido a la calle pidiendo el no, pero no han permitido a los pol¨ªticos defensores del no que intervengan en sus m¨ªtines.
Mientras tanto, las encuestas favorecen a Ch¨¢vez y ¨¦l sigue compareciendo en televisi¨®n.
Hugo Ch¨¢vez escucha las llamadas que recibe en su programa Al¨® presidente con un bol¨ªgrafo en la mano. De vez en cuando garabatea algo en un papel, absolutamente relajado. Interpela siempre por su nombre a quien llama. Y habla, habla y habla... Pero nunca en tono monocorde. A veces parece que se le va el santo al cielo. Y lo reconoce con la mayor naturalidad, como si no lo estuvieran viendo buena parte de los 27 millones de venezolanos, y charlara con un grupo de amigos. Si se tercia, canta un bolero. Y cuando da la sensaci¨®n de que ya se le hab¨ªa olvidado lo que iba a decir, retoma el tema en cuesti¨®n. Saca un mapa, tiene predilecci¨®n por los mapas, y explica como un profesor cualquier proyecto. Y en el mismo discurso, la misma tarde y ante la misma gente, habla de las Fuerzas Revolucionarias Armadas de Colombia (FARC), o del mecanismo para regular el precio del petr¨®leo, o de c¨®mo se abusa de las operaciones de cirug¨ªa est¨¦tica en el pa¨ªs y de c¨®mo los padres, cuando sus hijitas cumplen 14 ¨® 15 a?os, les regalan unos pechos de silicona. Y cuando el p¨²blico se r¨ªe, ¨¦l pregunta: "?Estoy exagerando?". Y la gente responde: "Nooooo". Las llamadas que llegan en Al¨® presidente nunca son las de ning¨²n antichavista declarado. Ch¨¢vez va de aplauso en aplauso, de plat¨® en plat¨®.
Pero de pronto... el Rey le mand¨® callar. Y Ch¨¢vez desenterr¨® siglos de historia. El mi¨¦rcoles record¨® que el imperio, en este caso el espa?ol, tambi¨¦n intent¨® acallar a los ind¨ªgenas en su d¨ªa: "?Por qu¨¦ no te callas, indio Guaicaipuro? C¨¢llate, Tupac Amaru. ?Por qu¨¦ no te callas, Tiuna, Chacao? C¨¢llate. Y los callaron. No los callaron porque ellos bajaran la cabeza servilmente ante la orden imperial. Los callaron cuando les cortaron la garganta, s¨®lo as¨ª los callaron. Los descuartizaron, los picaron en pedazos y colocaron sus cabezas en estacas a la entrada de los pueblos por los caminos. ?se fue el imperio espa?ol aqu¨ª".
Pero ?qu¨¦ v¨ªnculo tienen el rey Juan Carlos y Zapatero con los verdugos de Guaicaipuro y Tupac Amaru? Para la oposici¨®n venezolana, uno muy claro: la demagogia con vistas al refer¨¦ndum del 2 de diciembre. "Ch¨¢vez no iba a renunciar a la oportunidad de presentarse en Venezuela como la reencarnaci¨®n de Sim¨®n Bol¨ªvar enfrentado a Fernando VII", dice Petkoff. "Ch¨¢vez trata de hacerse una v¨ªctima de sus adversarios internos, que son todos, por supuesto, lacayos del imperio, pero no s¨®lo del imperio norteamericano, sino, ?imag¨ªnese!, tambi¨¦n del imperio de Carlos V".
?Qu¨¦ tiene que ver que el rey de Espa?a mande callar al presidente de Venezuela para que Ch¨¢vez el pasado mi¨¦rcoles advirtiera: "Las empresas espa?olas van a tener que empezar a rendir m¨¢s cuentas y voy a meterles el ojo a ver qu¨¦ est¨¢n haciendo aqu¨ª, a todas las empresas espa?olas que est¨¦n en Venezuela?".
"Geopol¨ªtica", responde Aurora Morales, diputada en la Asamblea Nacional por el Partido Socialista Unido de Venezuela, y miembro de la comisi¨®n de Pol¨ªtica Exterior. "?Qu¨¦ se creen...? ?Que se puede irrespetar al jefe del Estado cuando est¨¢ expresando lo que hace Aznar por el mundo contra Venezuela, que es una operaci¨®n orquestada por el imperio...?".
Los partidarios de Ch¨¢vez, como la diputada Aurora Morales, no creen que el presidente venezolano haya encontrado un fil¨®n electoral con la reacci¨®n del Rey y Rodr¨ªguez Zapatero. "Se trata simplemente de que a Ch¨¢vez le ofendi¨® la reacci¨®n de ellos", indica Morales. "Esa forma de ser de Ch¨¢vez, que nosotros llamamos echar la broma, la mamadera de gallo, y que utiliza expresiones con doble sentido, de car¨¢cter er¨®tico, sensual... forma parte de nuestra idiosincrasia, es una forma de ser del venezolano. Son nuestros c¨®digos".
?Y chocar¨¢n con los c¨®digos de Espa?a? "En estos d¨ªas", dice Petkoff, "puedes ver al chavismo despotricar contra los espa?oles. A Ch¨¢vez s¨®lo le falta dictar otra vez el decreto de Guerra a Muerte [dictado por Sim¨®n Bol¨ªvar en 1813]: 'Espa?oles y canarios, contad con la muerte aun siendo indiferentes, si no obr¨¢is activamente en obsequio de la libertad de Am¨¦rica'. Pero ¨¦ste no es un pa¨ªs xen¨®fobo, nunca lo ha sido".
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