Atunes lejanos

El sector conservero espa?ol, con m¨¢s de 800 empresas, 22.000 empleos directos y una facturaci¨®n superior a los 3.500 millones de euros, es el primero en el marco de la Uni¨®n Europea. Supone el 27% de la producci¨®n de la UE. Las industrias espa?olas m¨¢s importantes han lanzado en los ¨²ltimos a?os sus redes en otros pa¨ªses, especialmente en Sudam¨¦rica.

?sta ser¨ªa la imagen positiva del sector. Pero tiene otra m¨¢s negativa. Al margen de mantener en parte una estructura muy minifundista, la subida de las conservas, coincidiendo justamente con los incrementos de otros productos alimenticios, tiene sus razones en aguas lejanas.

La inexistencia de posibilidades de pesca en caladeros propios o comunitarios, con el at¨²n como pez estrella, hace que las capturas las lleve a cabo una flota de altura que opera en aguas lejanas internacionales. Esta situaci¨®n se est¨¢ traduciendo en unos incrementos de costes fundamentalmente por dos razones: combustible y reducci¨®n de recursos.

En el conjunto de la flota pesquera, el gas¨®leo supone una media del 33% en los costes de explotaci¨®n de un barco. Cuando se trata de flota que captura peces migratorios como el at¨²n, el gasto del combustible supera el 40%.

Desde la perspectiva de la pesca, la subida de las conservas en este momento estar¨ªa justificada por el incremento de los costes en la captura de la materia prima. ?ste ser¨ªa el principal argumento al haberse incrementado el precio en casi un 45%.

Un segundo componente en el precio de una lata de conserva lo constituye el aceite. En la actualidad, el 45% de las conservas utilizan aceite de soja, que no ha tenido incremento significativo. El 40% utiliza aceite de oliva, que en la actualidad est¨¢ a la baja tras la fuerte subida del pasado a?o.