Brasil toma las riendas en Latinoam¨¦rica

Ni el petr¨®leo de Venezuela ni el gas de Bolivia. Con dos anuncios casi simult¨¢neos el Gobierno de Luiz In¨¢cio Lula da Silva ha colocado a Brasil como la principal potencia energ¨¦tica de Latinoam¨¦rica a medio plazo tanto en la mirada de sus vecinos como de la inversi¨®n internacional. Brasilia ha revelado el descubrimiento de una reserva gigante de gas y petr¨®leo frente a la costa del Estado de S?o Paulo y al tiempo ha decidido descolgarse del proyecto del venezolano Hugo Ch¨¢vez de construir un gasoducto desde el Caribe hasta el R¨ªo de la Plata, el pilar sobre el que descansaba el proyecto energ¨¦tico -y pol¨ªtico- del presidente de Venezuela para la regi¨®n.

Brasil nunca ha ocultado que considera a Suram¨¦rica su ¨¢rea de influencia estrat¨¦gica, y los acontecimientos sucedidos en los dos ¨²ltimos a?os en torno a los proyectos populistas en pa¨ªses de la zona como Venezuela y Bolivia hab¨ªan despertado las alarmas en el Ejecutivo y la diplomacia brasile?os. Y no tanto por el car¨¢cter pol¨ªtico de los Gobiernos de Caracas y La Paz, que ha sido bien manejado por Lula, como por la dependencia energ¨¦tica en la que se estaba sumergiendo el gigante suramericano, que importa el 50% del gas que a diario consume su industria de Bolivia y se hab¨ªa comprometido en el supergasoducto propuesto por Ch¨¢vez que de construir colocar¨ªa a Venezuela en una posici¨®n de preeminencia en la pol¨ªtica energ¨¦tica del subcontinente.

Lula ha encontrado la excusa perfecta para descolgarse del proyecto, que apadrina Ch¨¢vez, de hacer un gasoducto desde Venezuela a Argentina

Tup¨ª, frente a la ciudad de Santos, le supone a Brasil haber hallado en una sola zona el 50% de todo el crudo que ha tenido disponible en 50 a?os

"Dios es brasile?o"

Por eso no es de extra?ar que esta semana Lula declarara euf¨®rico "est¨¢ comprobado que Dios es brasile?o" al comentar el hallazgo de unas reservas de crudo ante la costa brasile?a que no s¨®lo consagran la ya lograda en 2006 autosuficiencia petrol¨ªfera del pa¨ªs carioca sino que lo convierten en un exportador potencial. Itamaraty, el nombre de la sede de la potente diplomacia brasile?a, eval¨²a incluso pedir una solicitud de ingreso en la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP).

El descubrimiento del yacimiento de Tup¨ª, situado frente a la ciudad costera de Santos, supone que Brasil ha encontrado en una sola zona el 50% de todo el crudo que ha tenido disponible en los ¨²ltimos 50 a?os. Las prospecciones se?alan que en Tup¨ª hay entre 5.000 y 8.000 millones de barriles de petr¨®leo. A d¨ªa de hoy Brasil extrae 1.800.000 barriles diarios, con unas reservas calculadas -y en las que no entra el nuevo yacimiento- de 12.500 millones. "Ahora me llaman magnate del petr¨®leo", bromeaba Lula con la presidenta electa argentina Cristina Kirchner, durante la visita que ¨¦sta hizo a Brasilia esta semana.

El fin de la dependencia energ¨¦tica ha sido una pol¨ªtica de Estado brasile?a y una prioridad llevaba con un bajo perfil pol¨ªtico por la Administraci¨®n de Lula. No hay que perder de vista que Brasil se halla a la cabeza de la producci¨®n y explotaci¨®n de biocombustibles. En el pa¨ªs no se vende ni un litro de gasolina que al menos no lleve biocombustible en un porcentaje en torno al 20%, y el mismo mandatario brasile?o trata de exportar este modelo al resto del continente. Un proyecto en el que tiene por socio a EE UU. Desde hace d¨¦cadas se est¨¢ multiplicando la superficie destinada al cultivo de ca?a de az¨²car, de la que se obtiene el etanol, y s¨®lo en los pr¨®ximos tres a?os Brasilia invertir¨¢ 15.791 millones de euros en ciencia y tecnolog¨ªa, donde la producci¨®n energ¨¦tica tiene un papel clave.

El Gobierno no ha relativizado en lo m¨¢s m¨ªnimo lo que supone el hallazgo del petr¨®leo para su pol¨ªtica nacional, y el ministro de Defensa, Nelson Jobim, ya ha pedido que la capacidad militar de Brasil sea incrementada. "En el momento en el que se tiene una gran riqueza nacional en el ¨¢rea del Atl¨¢ntico, tenemos que estar en condiciones de defenderla". Jobim anuncia que el pa¨ªs tendr¨¢ submarinos de propulsi¨®n nuclear. La defensa de la riqueza natural es la misma l¨ªnea de argumentaci¨®n empleada para justificar la construcci¨®n de bases militares en la frontera amaz¨®nica, decisi¨®n que despierta recelos en Bolivia.

En paralelo, y tratando de no dar trascendencia al anuncio, la petrolera estatal Petrobras se ha descolgado del proyecto de construir un complejo gas¨ªstico denominado Mariscal Sucre, pieza indispensable en el megaoleoducto que apadrina Ch¨¢vez. "No es atractivo para nosotros", reconoci¨® su presidente, Sergio Gabrielli.

A nadie se le escapa que, como el mismo Lula ha declarado, "Petrobras es Brasil y Brasil es Petrobas", y que su Gobierno ha hallado una manera no traum¨¢tica de descolgarse de un proyecto fara¨®nico con un presupuesto de 23.000 millones de d¨®lares, un desembolso inicial de 8.000 millones, grandes complicaciones t¨¦cnicas, y una ventaja relativa para el pa¨ªs que deb¨ªa albergar la mayor parte de los 7.000 kil¨®metros de tuber¨ªa.

Brasilia pretende que la desactivaci¨®n pr¨¢ctica del proyecto de Ch¨¢vez le produzca los m¨ªnimos roces con Caracas, y as¨ª el martes el ministro de Exteriores, Celso Amorim, sali¨® en defensa de la integraci¨®n de Venezuela en el Mercosur ante las cr¨ªticas de la oposici¨®n brasile?a. Hace dos meses el presidente venezolano protagoniz¨® uno de sus habituales duelos de declaraciones, esta vez con el Senado brasile?o, a quien acus¨® de "repetir como un loro" las cr¨ªticas de Washington hacia su r¨¦gimen.

Por el contrario, el Gobierno de Lula es amistoso en las formas con su hom¨®logo venezolano, pero a nadie se le escapa que ambos persiguen el objetivo de convertirse en referente energ¨¦tico regional y est¨¢n en un rumbo de colisi¨®n que tarde o temprano se producir¨¢. Lula y Ch¨¢vez tienen previsto reunirse en diciembre, en una cumbre trimestral ordinaria, para tratar sobre energ¨¦tica. Lula acudir¨¢ al encuentro en una posici¨®n muy diferente y de mucha m¨¢s fuerza que en el pasado.