El viaje de vuelta de las c¨¦lulas madre
Los cient¨ªficos espa?oles seguir¨¢n usando embriones para investigar
La nueva t¨¦cnica que permite reprogramar c¨¦lulas adultas del organismo en c¨¦lulas madre que se comportan como si fueran embrionarias ha revolucionado los laboratorios de medicina regenerativa, que se plantean ahora c¨®mo adaptarse a la nueva perspectiva. Hacer que una c¨¦lula adulta de la piel vuelva atr¨¢s en el proceso de desarrollo biol¨®gico hasta convertirse en una c¨¦lula madre capaz de diferenciarse en cualquiera de los 220 tipos que forman el organismo ha sido un hito, pero para que este descubrimiento pueda tener aplicaciones cl¨ªnicas, los cient¨ªficos han de averiguar antes c¨®mo hacer de forma segura el camino inverso al que han seguido con ¨¦xito Shynia Yamanaka, de la Universidad de Kioto (Jap¨®n), y James Thomson, de la Universidad de Wisconsin (EE UU).
Para lograr terapias, las c¨¦lulas madre deben convertirse de nuevo en adultas
Los cient¨ªficos no dominan a¨²n los mecanismos de la diferenciaci¨®n
Los virus usados para introducir los genes en las c¨¦lulas no son seguros
Si en los implantes queda alguna c¨¦lula madre, ¨¦sta puede inducir un tumor
Han de conseguir que estas c¨¦lulas madre puedan diferenciarse de nuevo en distintos tipos celulares con los que reparar el tejido o el ¨®rgano da?ado, y hacerlo sin riesgos para el paciente.
En Espa?a hay una treintena de equipos trabajando en medicina regenerativa. Sus principales l¨ªderes han anunciado que ir¨¢n introduciendo la nueva t¨¦cnica de reprogramaci¨®n inducida, pero mientras tanto seguir¨¢n investigando con embriones humanos sobrantes de los programas de fecundaci¨®n in vitro porque en la fase actual, "lo importante es avanzar en el conocimiento y, para eso, no importa el origen de la c¨¦lulas madre", afirma Ana Veiga, directora del Banco de L¨ªneas Celulares del Centro de Medicina Regnerativa de Barcelona. "En nuestro laboratorio, ?ngel Raya dirige ya varios proyectos de reprogramaci¨®n, pero el trabajo con embriones, que adem¨¢s han sido donados para la investigaci¨®n, a¨²n puede ser muy ¨²til".
"El gran reto es ahora lograr que las c¨¦lulas madre puedan diferenciarse en los distintos tipos de c¨¦lulas del cuerpo", a?ade Jos¨¦ L¨®pez Barneo, director del Instituto de Biomedicina de Sevilla. "Y que lo hagan de forma segura. Porque hasta ahora, en los ensayos con animales no hemos encontrado la forma de garantizar que entre las c¨¦lulas diferenciadas obtenidas a partir de embriones, no quede alguna c¨¦lula madre que pueda inducir un tumor". Las c¨¦lulas madre pueden tener efecto cancer¨ªgeno, y de hecho, se encuentran en el n¨²cleo de muchos tumores. De hecho, los primeros ensayos que se hicieron en animales fueron bastante descorazonadores, porque todos los implantes celulares acababan provocando un tumor en el animal de experimentaci¨®n. Ahora se ha logrado reducir el riesgo, pero a¨²n no est¨¢ totalmente conjurado.
"El problema es que a¨²n no dominamos la diferenciaci¨®n. Por ejemplo, en un implante neuronal, podemos introducir del orden de un mill¨®n de neuroblastocitos procedentes de c¨¦lulas madre embrionarias, pero basta que una de esas c¨¦lulas no se haya diferenciado bien para que se forme un tumor", a?ade L¨®pez Barneo. Con las herramientas disponibles, no es posible saber si en los cultivos celulares que se implantan hay alguna.
Desde que el equipo de Yamanaka public¨® en julio de 2006 la t¨¦cnica de la reprogramaci¨®n en ratones, numerosos cient¨ªficos de todo el mundo intentaron sin ¨¦xito reproducirla en humanos. Yamanaka y Thomson lo han conseguido, pero con dos genes comunes y dos distintos. Ambos declaran, adem¨¢s, haberlo intentado con los genes usados por el otro, y haber fracasado. "Eso significa que no se conocen bien los mecanismos que intervienen en la reprogramaci¨®n", afirma Carlos Sim¨®n, del Centro de Investigaci¨®n Pr¨ªncipe Felipe de Valencia. "La t¨¦cnica es extraordinariamente novedosa, pero a¨²n quedan muchos interrogantes abiertos. La prioridad ahora es averiguar qu¨¦ factores intervienen en ella porque eso nos dar¨¢ informaci¨®n muy valiosa sobre el camino inverso, es decir, el de diferenciaci¨®n".
Otro problema por resolver de cara a posibles aplicaciones terap¨¦uticas es como introducir en el interior de la c¨¦lula som¨¢tica los genes que inician la reprogramaci¨®n de forma segura. El retrovirus usado como vector por Yamanaka y Thomson no podr¨ªa ser utilizado en humanos, ya que podr¨ªa causar graves efectos adversos. Los investigadores coinciden en que ninguna terapia que tenga que recurrir a los virus ser¨¢ segura porque una parte del material gen¨¦tico del vector penetra en la c¨¦lula y se transmite con ella al organismo que se quiere tratar. Por lo tanto, el gran reto es ahora encontrar otro vector que no implique riesgos. Deber¨ªa ser una sustancia qu¨ªmica, pero ?cu¨¢l? Juan Carlos Izpis¨²a, director del Centro de Medicina Regerativa de Barcelona e investigador del Instituto Salk de La Jolla, en California (EE UU), mira lejos: "Hasta ahora, la t¨¦cnica de la transferencia nuclear nos ha permitido avanzar en el conocimiento necesario para obtener c¨¦lulas madre. Ahora, esta nueva t¨¦cnica de la reprogramaci¨®n permite superar los obst¨¢culos que ten¨ªa la clonaci¨®n, pero lo ideal ser¨ªa llegar a un punto en que tambi¨¦n esta t¨¦cnica quede obsoleta, porque lo que realmente interesa es encontrar un mecanismo que permita activar la reprogramaci¨®n y diferenciaci¨®n de las c¨¦lulas en el interior del organismo".
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