Con Ra¨²l no puede ni la mejor defensa
El Madrid supera al Racing con dos goles de su capit¨¢n, uno de ellos de falta directa
Diez minutos iniciales de inspiraci¨®n ante el equipo m¨¢s seguro de la Liga le bastaron al Madrid para maquillar su patinazo de hace cuatro d¨ªas en Bremen. Dos dianas en un vertiginoso arranque y poco m¨¢s hizo el equipo de Schuster, dominado en muchas fases por el Racing, que estuvo despojado de su principal se?a de identidad, su armadura defensiva y pag¨® un despiste general tras una falta ofensiva favorable.
REAL MADRID 3 - RACING 1
Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Cannavaro, Marcelo; Diarra (Gago, m. 70); Sneijder (Saviola, m. 83), Baptista, Robinho (Robben, m. 75); Ra¨²l y Van Nistelrooy. No utilizados: Dudek; Torres, Metzelder e Higua¨ªn.
Racing: To?o; S. S¨¢nchez (Morat¨®n, m. 63), Oriol, Garay, Luis Fern¨¢ndez; Jorge L¨®pez, Duscher, Colsa (Felpeto, m. 79), Serrano; Munitis y Smolarek (Tchit¨¦, m. 71). No utilizados: Coltorti; Ayoze, Samuel y Bolado.
Goles: 1-0. M. 4. Ra¨²l. 2-0. M. 10. Sergio S¨¢nchez, en propia meta. 3-0. M. 69. Ra¨²l, de falta directa. 3-1. M. 73. Munitis.
?rbitro: Mu?iz Fern¨¢ndez. Amonest¨® a Sergio Ramos, Serrano, Marcelo, Oriol y Munitis.
Unos 75.000 espectadores en el Bernab¨¦u.
Por encima de los problemas se elev¨® Ra¨²l, decisivo al principio y al final
Un vertiginoso arranque y poco m¨¢s hizo el Madrid, casi siempre dominado
El Racing jam¨¢s se achic¨®, pero es un equipo de fogueo, sin pegada
El ataque no etiqueta precisamente al equipo c¨¢ntabro, al que de nada sirvi¨® manejar el partido con cierta soltura. Enfrente, el Real Madrid apenas expuso otro dictado que el del mejor Ra¨²l. El equipo se dej¨® ir con el viento a favor y, de nuevo, evidenci¨® que le falta peso en el centro del campo. Por encima de todos los problemas se elev¨® Ra¨²l, decisivo en el arranque y en el ¨²ltimo tramo. El capit¨¢n no tiene caducidad, por mucho que se le haya cuestionado en las ¨²ltimas temporadas.
Ra¨²l siempre vuelve y anoche se acost¨® como m¨¢ximo goleador espa?ol del campeonato -ocho tantos-, empatado con el argentino Messi y el brasile?o Luis Fabiano, y ya registra 195 en Liga, a 56 de Zarra, el pichichi hist¨®rico por excelencia. F¨ªsicamente se encuentra en plenitud y, bien apadrinado por Schuster, ha acentuado un optimismo que nunca le ha faltado. Vive en ¨¦xtasis y marca incluso de falta, imponiendo su jerarqu¨ªa sobre Sneijder, un especialista al que no concedi¨® los galones en el tercer tanto de los blancos. S¨®lo una vez hab¨ªa anotado as¨ª: frente al Celta, en Chamart¨ªn, en la temporada 1999-2000.
Schuster ten¨ªa no menos de media docena de futbolistas a los que condenar por la derrota del pasado mi¨¦rcoles en Alemania, pero tir¨® los dados y sali¨® Gago. En su lugar rescat¨® a Baptista, que llevaba la temporada de viaje de la tribuna al banquillo y viceversa. El brasile?o result¨® inopinadamente decisivo en los dos goles de la apertura. No es alguien que haya hecho carrera por su sutileza en el pase, pero ante el Racing se ilumin¨® en los dos primeros goles. Despu¨¦s no hubo noticias de Baptista, tan evaporado como Sneijder, por en¨¦sima vez fuera de foco, ausente, del todo intrascendente salvo en la jugada que deriv¨® en el segundo tanto local.
Sin el holand¨¦s, y con Guti sancionado, el Madrid no tuvo la partitura necesaria para gobernar el juego. Con Diarra, limitado y sin ayudas, tampoco pudo levantar un dique por delante de su defensa. El Racing no tuvo problemas en llegar a la sala de espera de Casillas, pero es un equipo de fogueo, sin pegada.
La falta de centrocampistas naturales en la plantilla se ha convertido en un problema para Schuster, que gira y gira la noria sin dar con la tecla. Gago y Diarra suman uno, Sneijder a¨²n est¨¢ en tr¨¢nsito y a Guti, por primera vez en mucho tiempo titular con may¨²sculas, la temporada puede suponerle una sobrecarga.
En el cesto no hay m¨¢s. Schuster mantiene su idea de reducir a tres la n¨®mina de medios, en buena medida porque Robinho, Ra¨²l y Van Nistelrooy cotizan como nadie. El riesgo es que el equipo, sin sost¨¦n central, se parte por el eje, se alarga, convierte los encuentros en un tiro al aire y la exigencia f¨ªsica se multiplica. El t¨¦cnico alem¨¢n ya no rota como al principio de curso y algunos jugadores les falta ox¨ªgeno. Es el caso de Robinho y Marcelo, e incluso de Sergio Ramos, el mejor maratoniano de la plantilla, al que su peaje por la banda derecha comienza a pasarle factura.
Con poca frescura, el Madrid acept¨® el cuerpo a cuerpo con el Racing, que jam¨¢s se achic¨®, ni siquiera cuando recibi¨® los dos azotes iniciales, y, de nuevo, sali¨® victorioso con su punter¨ªa. El tr¨ªo atacante tiene dinamita y golpe a golpe lo frecuente es que el Madrid salga triunfador. Al menos en aventuras de dificultad media. Cuando la temporada exija otro vuelo el equipo necesitar¨¢ mayor dominio del juego. Mientras tanto, siempre le quedar¨¢ Ra¨²l, contra el que no hay ant¨ªdoto defensivo. Ni an¨ªmico: tras sus dos tanto termin¨® la noche como centrocampista, en pleno tajo final. Ra¨²l, siempre Ra¨²l.
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