"Dej¨¦ el trabajo en el bar porque no aguantaba el humo"

"?Lo odio, lo odio!". A Gabriela Vel¨¢squez, peruana de 29 a?os, se le encoge la nariz cuando habla de tabaco. No lo soporta. Durante meses lo ha aguantado muy cerca. Atend¨ªa la barra en un bar del distrito de Chamber¨ª en el que trabaj¨® hasta febrero. "Me echaban el humo en la cara, no digo que lo hicieran queriendo, pero era inevitable que me viniera encima". Gabriela sufr¨ªa picores en los ojos. Mientras, los camareros que fumaban sal¨ªan fuera del bar porque no est¨¢ permitido hacerlo en el lugar de trabajo. As¨ª lo establece la Ley de Prevenci¨®n del Tabaquismo, conocida como ley antitabaco, en vigor desde hace m¨¢s de un a?o.

La normativa tambi¨¦n contempla que los locales con m¨¢s de 100 metros cuadrados, como el sitio donde trabajaba Gabriela, deben incluir dos espacios diferenciados y perfectamente aislados para fumadores y no fumadores. En su caso no hab¨ªa ni una mampara. "Lo ped¨ª varias veces pero los due?os no hac¨ªan caso, as¨ª que dej¨¦ el trabajo".

La Comunidad de Madrid aprob¨® un decreto que suaviza las condiciones de la ley en algunos aspectos. Permite fumar en los bares de centros de trabajo, en contra de la normativa estatal, y no obliga a separar f¨ªsicamente los sitios con humo de los locales. "El resultado de esa permisividad es que en Madrid los empresarios se han relajado, no aplican la ley, hay manga ancha para todos", seg¨²n Raquel Fern¨¢ndez, presidenta de la ONG Nofumadores.org, que ha presentado "sin ¨¦xito" m¨¢s de 100 denuncias a bares y restaurantes que incumplen la normativa.

Vigilar que se cumpla la ley e imponer sanciones es competencia de los Gobiernos auton¨®micos. El Ministerio de Sanidad ha retirado a la Comunidad una subvenci¨®n prevista para vigilar el cumplimiento de la ley. En 2006 recibieron cerca de dos millones de euros. Este a?o, nada. La Comunidad no facilit¨® a este peri¨®dico los datos de las inspecciones realizadas hasta la fecha.