Andaluc¨ªa afronta el cuarto a?o de sequ¨ªa con las reservas bajo m¨ªnimos
Los pantanos est¨¢n por debajo del 35% y los regad¨ªos est¨¢n amenazados
Andaluc¨ªa encara el cuarto a?o consecutivo de sequ¨ªa con gran preocupaci¨®n por el futuro de los regad¨ªos. Las reservas medias de los embalses de la regi¨®n se encuentran actualmente al 34,2%, tres puntos menos que hace un a?o. Tanto en la cuenca del Guadalquivir como en zonas de la provincia de M¨¢laga se han debido prorrogar los decretos de sequ¨ªa que regulan el uso del agua en ¨¦pocas de gran escasez.
Los cultivos de c¨ªtricos son los m¨¢s perjudicados por la falta de agua. Andr¨¦s Garc¨ªa, de la cooperativa agr¨ªcola Malaka, con sede en ?lora (M¨¢laga) afirma que la producci¨®n de naranjas, limones y mandarinas en el valle del Guadalhorce, el m¨¢s afectado por las restricciones, ha bajado de entre 120.000 y 150.000 toneladas en 2000 a entre 40.000 y 60.000 en la ¨²ltima campa?a. "Se han perdido 12.000 jornales desde 2002", calcula Garc¨ªa, que reclama una mejor gesti¨®n del agua en esa zona. "Gran parte del agua va al mar sin depurar. Si la depur¨¢ramos podr¨ªamos tener un caudal para el regad¨ªo de los c¨ªtricos", opina. Este a?o, al igual que en 2006, los agricultores del Guadalhorce, cuyos pantanos se encuentran por debajo del 20% de su capacidad, recibieron dos riegos de emergencia, encaminados no tanto a salvar las cosechas como a evitar que ¨¢rboles que tardan entre cinco y siete a?os en dar sus frutos no murieran de sed.
El director gerente de la Agencia Andaluza del Agua, Juan Corominas, considera que "la gravedad de la sequ¨ªa es importante" pero conf¨ªa en que la falta de precipitaciones no suponga restricciones para el consumo humano. Las zonas m¨¢s amenazadas son actualmente el ¨¢rea metropolitana de Granada, donde se est¨¢n extrayendo por bombeo 500 litros por segundo de un acu¨ªfero, y la Loma de ?beda (Ja¨¦n), aunque el organismo de la Junta para la gesti¨®n del agua espera que durante el invierno y la primavera llueva lo suficiente como para no tener que declarar estas zonas en situaci¨®n oficial de sequ¨ªa, lo que implicar¨ªa recortes en la agricultura.De los 24 sistemas en que est¨¢ dividida la cuenca del Guadalquivir, nueve se encuentran en situaci¨®n de emergencia, lo que significa que disponen de agua para atender la demanda de menos de un a?o. Otros cuatro est¨¢n en fase de alerta, con reservas para dos a?os, otro en prealerta y los diez restantes presentan un estado de normalidad.
En enero se reunir¨¢ la Comisi¨®n de Desembalse del organismo regulador para determinar si es necesario recortar el agua de los regad¨ªos del Guadalquivir, que est¨¢n en situaci¨®n de sequ¨ªa desde 2006. En la cuenca del principal r¨ªo andaluz se han previsto cuatro grandes nuevos pantanos (La Bre?a II, Siles, El Arenoso y el Melonar) con un coste cercano a los 420 millones de euros. Para paliar la sequ¨ªa, la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir ha emprendido obras de emergencia por valor de 19,7 millones de euros, as¨ª como otros 11,5 millones en Ceuta y Melilla.
En las zonas costeras andaluzas, la gran esperanza para el suministro est¨¢ puesta en las doce desaladoras de agua de mar previstas para los pr¨®ximos tres a?os. Actualmente funcionan cinco de estas instalaciones, que producen 95 hect¨®metros c¨²bicos anuales. Otras cuatro desaladoras en las provincias de M¨¢laga, Granada y Almer¨ªa se encuentran en construcci¨®n y tres est¨¢n en proyecto. Sin embargo, en la Cuenca Mediterr¨¢nea Andaluza, el proyecto m¨¢s necesario -y tambi¨¦n el m¨¢s costoso, 170 millones de euros- es la correcci¨®n de los vertidos salinos que inutilizan gran parte del agua del sistema de pantanos de la cabecera del r¨ªo Guadalhorce, los embalses que presentan un estado m¨¢s vac¨ªo, por debajo del 20%. La finalizaci¨®n de este proyecto est¨¢ prevista para 2009, seg¨²n Medio Ambiente.
El director general de Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Palop, asegur¨® el pasado martes, que tanto en el Guadalquivir como en el Mediterr¨¢neo "estamos entrando claramente en una situaci¨®n de sequ¨ªa y una vez m¨¢s vamos a tener que hacer especial hincapi¨¦ en medidas de ahorro, reutilizaci¨®n y concienciaci¨®n de la poblaci¨®n". Precisamente, el viernes el Consejo de Ministros aprob¨® el Real Decreto que establece el r¨¦gimen jur¨ªdico de la reutilizaci¨®n de las aguas depuradas. En la actualidad, en toda Espa?a se reutilizan entre 400 y 450 hect¨®metros c¨²bicos sobre 3.400 hect¨®metros c¨²bicos de aguas depuradas. De ellos, 53 corresponden a Andaluc¨ªa, y la mitad se destinan al riego de campos de golf. En 2015 se pretende reutilizar 1.200 hect¨®metros c¨²bicos, una cantidad equivalente a la que consume una ciudad del tama?o de M¨¢laga en 20 a?os.
En la Cuenca Mediterr¨¢nea Andaluza, el a?o hidrol¨®gico que concluy¨® el 30 de septiembre, supuso unas lluvias de entre un 75% y un 80% de lo normal. El organismo, dirigido por Antonio Rodr¨ªguez Leal, ha emprendido por segundo a?o una campa?a de control de los grandes y medianos consumidores. En ella se han abierto expedientes sancionadores a 10 medianos consumidores, que gastan entre 100.000 y 250.000 metros c¨²bicos al a?o.
Inclemencias contra un modo de vida
A finales del siglo XIX, los campos que rodean a ?lora (M¨¢laga) estaban rodeados de fincas de c¨ªtricos. De la estaci¨®n de tren situada al pie de la localidad, sal¨ªan cada d¨ªa miles de toneladas de naranjas, limones y mandarinas, que, a trav¨¦s del puerto de M¨¢laga, se distribu¨ªan por medio mundo. La econom¨ªa se centraba en el c¨ªtrico y sus derivados. Incluso la empresa francesa Legrain ten¨ªa una f¨¢brica en la que transformaba en perfume la flor de azahar y la c¨¢scara de naranja y lim¨®n. Hoy, esa instalaci¨®n se ha convertido en una discoteca, llamada La F¨¢brica de Esencias, s¨ªmbolo de que un modo de vida parece condenado a desaparecer, a pesar de los esfuerzos de los agricultores.
Hoy, si se sube a la parte alta del pueblo y se mira alrededor, se descubren cada vez m¨¢s fincas abandonadas, y en aquellas que contin¨²an activas, los c¨ªtricos amarillean. Si se observa los ¨¢rboles de cerca, las hojas parecen contraidas y arrugadas, como si intentaran exprimir del suelo un agua que no les llega. S¨®lo en aquellas parcelas que tienen la suerte de contar con un pozo propio, los frutales dan cosechas decentes. "?rboles que antes daban 200 kilos de fruta, s¨®lo producen cuatro o cinco ahora", afirma Andr¨¦s Garc¨ªa, agricultor e hijo de agricultor. ?lora, en el curso medio del Guadalhorce, es el epicentro de la sequ¨ªa. La escasez de agua que comenz¨® en 2005 vino precedida por una tremenda helada que en 2004 diezm¨® la cosecha. Ahora muchos productores de esa zona a 35 kil¨®metros de M¨¢laga capital se plantean arrancar los frutales y plantar olivos, m¨¢s resistentes. "No quiero dejar de ser agricultor", sonr¨ªe Andr¨¦s. A pesar de todo.
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