Sin trabajo, sin refugio y sin comida

"No s¨¦ d¨®nde ir, no tengo comida ni puedo trabajar en la aceituna porque no tengo papeles", exclamaba ayer a las puertas del albergue de temporeros de Ja¨¦n Domba Houma, de Mali. A su lado, Francis Donathus, de Nigeria, se preocupaba m¨¢s por el sitio d¨®nde dormir¨¢ a partir de hoy, una vez que ya ha cumplido las tres noches de estancia m¨¢xima en este centro.

Como ellos, decenas de inmigrantes se agolpan cada d¨ªa a las puertas del albergue de la capital, que lleva varios d¨ªas con sus 200 plazas colapsadas. S¨®lo la presi¨®n de voluntarios de C¨¢ritas y de la HOAC ha hecho que se repartieran m¨¢s colchones y mantas para que muchos pudieran tener al menos un techo donde pasar la noche. Con todo, decenas de temporeros no han tenido m¨¢s remedio que dormir entre cartones, en cajeros autom¨¢ticos o en soportales, con temperaturas que la ¨²ltima noche estuvieron bajo cero.

"Es una situaci¨®n dram¨¢tica, cuando no kafkiana", comenta Javier Cruz, presidente de la Hermandad Obrera de Acci¨®n Cat¨®lica (HOAC) de Ja¨¦n, una organizaci¨®n que lleva d¨ªas repartiendo bocadillos entre los inmigrantes que no han encontrado cobijo en el centro de la capital. Ayer mismo, voluntarios de HOAC, de C¨¢ritas Interparroquial y de otros grupos sociales se personaron al atardecer a las puertas del albergue para llevar comida y, sobre todo, llamar la atenci¨®n sobre el estado en el que se encuentran estas personas, precisamente en la jornada en la que se conmemoraba el D¨ªa Internacional de los Derechos Humanos. "Hacen falta m¨¢s recursos, no puede ser que se repitan a?o tras a?o las mismas escenas", asegura el presidente de la HOAC.El presidente de C¨¢ritas, Francisco Javier Porras, dice que la soluci¨®n es menos costosa que una peque?a parte del alumbrado navide?o de las calles jiennenses.

La tensi¨®n por la situaci¨®n de colapso no se da ¨²nicamente en el albergue de Ja¨¦n, sino que se extiende a otras localidades cercanas donde el sindicato CGT ha constatado la existencia de inmigrantes durmiendo en la calle, como ?beda o Villargordo. Pese a todo, el delegado del Gobierno andaluz en Ja¨¦n, Francisco Reyes, cifr¨® ayer en el 93% la ocupaci¨®n de los 20 albergues de la provincia, llamando la atenci¨®n sobre la existencia de 50 plazas libres sobre un total de 700. La estancia m¨¢xima en los albergues (abiertos para la campa?a de recolecci¨®n de la aceituna) oscila entre los tres y los cinco d¨ªas seg¨²n el municipio, porque la Administraci¨®n entiende que son centros de tr¨¢nsito hasta que los temporeros son contratados por los empresarios ole¨ªcolas.

En el caso de la capital, la concejal de Asuntos Sociales, Carmen Guerrero, ha recordado que la capital oferta el mayor n¨²mero de plazas pese a su menor peso agr¨ªcola, y apuesta por una soluci¨®n "desde el ¨¢mbito provincial" a la hora de atajar este problema. Cuando los temporeros cumplen el l¨ªmite de estancia en los albergues se les ofrecen billetes de autob¨²s, bien hacia otros albergues de la provincia o bien hasta otras provincias o sus destinos de origen. La Administraci¨®n recela sobre la conveniencia de ampliar el n¨²mero de plazas del albergue de la capital por entender que se favorecer¨ªa el efecto llamada. "Hay que dar respuesta a situaciones humanas desesperadas", replica el presidente de la HOAC.

Este a?o, la propia Junta de Andaluc¨ªa ha financiado una campa?a radiof¨®nica en otras provincias con campa?as agr¨ªcolas advirtiendo de que las necesidades de mano de obra en la aceituna ya estaban cubiertas, con el fin de evitar los asentamientos que se han dado en otras provincias.