Servicios de sat¨¦lite 'made in Spain'
En la fase de aplicaciones y servicios podr¨¢n incorporarse un gran n¨²mero de empresas
"Hemos apostado duro porque, si no es as¨ª, te quedas sin nada. All¨ª no se juega con billetes de Monopoly. Todos los pa¨ªses pelean por llevarse hasta el ¨²ltimo euro y, si no defendemos con fuerza la posici¨®n espa?ola, nos quedamos para vestir santos". No puede ser m¨¢s claro el secretario general de Transportes del Ministerio de Fomento, Fernando Palao, al defender su reciente actuaci¨®n y el ¨®rdago que plant¨® ante la Comisi¨®n tras el que consigui¨® finalmente un centro de control para Espa?a del mismo nivel que los ya adjudicados a Italia y Alemania. "Queremos participar dignamente en el proyecto y hay que abrirse el camino a codazos, porque, si no es as¨ª, llega un momento en que los grandes te expulsan literalmente del mismo, y si aceptamos la situaci¨®n actual, las diferencias se perpet¨²an y nunca conseguiremos estar en cabeza".
La participaci¨®n de la industria espa?ola en la primera fase ha sido del 12%, que si se mantiene en la de despliegue, supone unos 400 millones
Para el presidente de Galileo Sistemas y Servicios, Jos¨¦ Antonio ?lvarez, "no se trata de ser el m¨¢s grande de los pa¨ªses peque?os, sino de ser el quinto pa¨ªs contribuyente y en importancia del proyecto".
Hasta el momento, en la fase de validaci¨®n en ¨®rbita, IOV, el nivel de participaci¨®n espa?ola a trav¨¦s de las siete empresas de Galileo Sistemas y Servicios ha estado a la altura de su cuota en Galileo Industries: un 12% que esperan seguir manteniendo en la fase de despliegue, lo que supondr¨ªa unos 400 millones de euros.
A partir de ah¨ª, habr¨¢ que prepararse para la tercera fase de explotaci¨®n del sistema con vistas a la cual defendi¨® sus posturas el secretario general de Transportes: "En la medida en que las fases previas los centros de control los iban a gestionar Alemania e Italia, no ten¨ªamos ninguna posibilidad de participar en esa fase operativa", se?ala Palao.
El acuerdo al que se ha llegado supone que el centro de control espa?ol trabajar¨¢ en red con el alem¨¢n y el italiano y no deber¨¢ afectar a "la capacidad" de ambos. Se trata por tanto de una de las "ambig¨¹edades calculadas", ya que no se hace referencia al reparto de trabajo, que naturalmente ser¨¢ menor al repartirse entre tres. "Est¨¢bamos dispuestos incluso a tener una menor proporci¨®n, pero siempre que no se pudiera decir que no ten¨ªamos la cualificaci¨®n suficiente", se?ala Palao.
Tampoco queda clara la financiaci¨®n de la diferencia que supone pasar del centro safety of life, ya adjudicado, al de control, y que nadie se atreve a cuantificar, pero de la que se tendr¨¢ que hacer cargo Espa?a al no poderse vincular al presupuesto de Galileo. Una situaci¨®n que deber¨ªa ser aprovechada para tratar de que fueran precisamente las empresas espa?olas las que m¨¢s se beneficiaran de esa aportaci¨®n.
En cuanto a su ubicaci¨®n, previsiblemente se localizar¨¢ en las instalaciones de AENA en Torrej¨®n toda la parte safety of life (actuaciones cr¨ªticas y seguridad de las personas), mientras que si se consigue el control y seguimiento de los sat¨¦lites ser¨ªa desde la base de Hispasat en Arganda. "No es necesario que est¨¦n juntos f¨ªsicamente", recalca Palao, ya que a fin de cuentas se trata de trabajar en red con Alemania e Italia.
En cuanto a la fase siguiente, de explotaci¨®n del sistema, si las empresas espa?olas "espabilan" podr¨ªa crearse un tejido industrial significativo aguas abajo de las siete grandes que componen Galileo Sistemas y Servicios. Para el director general de GMV, Luis Mayo, est¨¢ claro que el tama?o de las empresas espa?olas no les permite acceder a los paquetes del primer nivel, pero "s¨ª parece razonable que mantengamos nuestra posici¨®n en los de segundo y tercer nivel en los que estamos", se?ala Luis Mayo, director general de GMV, "puede que alguna empresa se caiga por no haber hecho bien las cosas, pero tambi¨¦n puede incrementarse el trabajo previsto en algunos casos".
Las mayores posibilidades de ese tejido industrial vendr¨ªan, seg¨²n Mayo, de la mano de un "n¨²cleo de conocimiento" en torno a las aplicaciones cr¨ªticas de la navegaci¨®n por sat¨¦lite, que no tienen implicaciones de vidas humanas pero s¨ª de actividades econ¨®micas como el control de peajes por sat¨¦lite y un largo etc¨¦tera que en algunos casos parece incluso exagerado.
Las barreras de entrada al sector en la fase de aplicaciones y servicios son mucho m¨¢s bajas naturalmente que en las de infraestructura y despliegue.
De manera m¨¢s o menos oficial, se espera que se creen m¨¢s de 150.000 puestos de trabajo y que lo utilicen 3.000 usuarios en 2025. Para entonces, la navegaci¨®n por sat¨¦lite habr¨¢ alcanzado un volumen de negocio en todo el mundo de 450 billones de euros, que habr¨¢ que repartir fundamentalmente con GPS. El ruso Gonass y los todav¨ªa en fase de gestaci¨®n, de India y China, tienen un ¨¢mbito m¨¢s limitado.
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