Recital imponente
Apareci¨® en escena como una Elsa de Brabante rediviva, con un traje largo de terciopelo granate. La soprano Anne Schwanewilms trae a la memoria reminiscencias wagnerianas. Su programa de presentaci¨®n en estos ciclos de Lied del teatro de la Zarzuela era de esos que se califican como "sin concesiones": Richard Strauss, Gustav Mahler. Pero no el Strauss familiar por estos pagos de Morgen, C?cilie o St?ndchen, pongamos por caso, sino el m¨¢s "duro" de las canciones de Ofelia y otras perlas no excesivamente frecuentadas.
La soprano de Gelsenkirchen, en la Cuenca del Ruhr, puso a prueba al p¨²blico m¨¢s entendido musicalmente de Madrid. Su forma de canto interiorizada, sutil en las medias voces, resulta susurrante y hasta irreal por su ensimismamiento.
ANNE SCHWANEWILMS
Con Malcolm Martineau al piano. Canciones de Richard Strauss y Gustav Mahler. XIV Ciclo de Lied. Teatro de La Zarzuela, Madrid, 17 de diciembre.
Diferencia de opiniones
En el descanso se pod¨ªa constatar la diferencia de opiniones entre los alemanes y una buena parte de los german¨®filos que no hac¨ªan m¨¢s que evocar la sombra de Elisabeth Schwarzkopf y los que afirmaban que esta se?ora era una pelma y el recital un modelo de aburrimiento. Nunca he visto en estos ciclos una divisi¨®n de opiniones tan excesiva y a la vez divertida. En la segunda parte -m¨¢s Strauss, m¨¢s Mahler- las diferencias de apreciaci¨®n amainaron y, en un clima de concentraci¨®n y silencio ejemplares en la sala, el p¨²blico reticente se fue entregando a la causa, y tal vez contribuy¨® al encantamiento que la soprano se cambiara de vestido pasando a un negro convencional y elegante.
El pianista Malcolm Martineau sigui¨® los planteamientos de la cantante con una fidelidad que le honra. Estuvo inmenso, dejando bien clarito que el lied es cosa de dos, o no es nada. Eligieron seis canciones de Des Knaben Wunderhorn, de Mahler, tres en cada parte. Las de la segunda entrega, especialmente, gozaron de una interpretaci¨®n llena de encanto, con una carga expresiva y dram¨¢tica que hac¨ªa justicia a los textos y la m¨²sica. La ambig¨¹edad po¨¦tica del compositor b¨¢varo encontr¨® en el canto de Schwanewilms un foco de est¨ªmulos. Corr¨ªa la m¨²sica, volaban las palabras: un recital imponente.
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