La vuelta a la pol¨ªtica

Cuando el PSOE gan¨® las elecciones en 2004, el nerviosismo cundi¨® entre los presidentes de las grandes empresas p¨²blicas privatizadas, que hab¨ªan llegado a sus puestos por su cercan¨ªa al Partido Popular. Telef¨®nica ven¨ªa de una etapa muy marcada por la pol¨ªtica. Con la llegada del PP al poder, Aznar eligi¨® como presidente a Juan Villalonga, su antiguo compa?ero de pupitre. Cuando las relaciones se torcieron, la cabeza de Villalonga rod¨®. Poco import¨® que el Estado ya no fuese accionista.

Su sustituto en el cargo fue C¨¦sar Alierta, un hombre de la Bolsa como Francisco Gonz¨¢lez (que lleg¨® a la presidencia de Argentaria, primero, y del BBVA despu¨¦s) o Manuel Pizarro (que se encaram¨® a la presidencia de Endesa). Junto con Alfonso Cortina (Repsol), eran las cuatro grandes figuras del empresariado pr¨®ximo al PP.

Tras la victoria socialista, Alierta inici¨® pronto maniobras preventivas frente a un eventual acoso. Fich¨® al ex vicepresidente Narc¨ªs Serra y lleg¨® a planear dar entrada a personas pr¨®ximas al Gobierno, entre ellas el ex ministro Carlos Solchaga. Alierta dio marcha atr¨¢s y, con ¨¦xito, se centr¨® en la gesti¨®n.

Los nombramientos de hoy en v¨ªsperas electorales llevan la m¨²sica de la vuelta a la pol¨ªtica. Alierta nombra a Pizarro, uno de los empresarios m¨¢s identificados con el PP y, para compensar, da entrada no a un compa?ero de pupitre, pero s¨ª a un amigo del propio Zapatero.