Rendidos a Ra¨²l
El punta del Madrid se ha ganado el respeto del Camp Nou y los elogios de la plantilla del Bar?a antes del cl¨¢sico
Exigente con sus jugadores y ¨¢cido a veces y entregado en otras con los rivales, el Camp Nou tiene un paladar tan exquisito como quejumbroso. Aguarda ahora al domingo, cuando se dispute el cl¨¢sico y el Bar?a se mida con su enemigo natural, el Madrid. Pero, del mismo modo que abuche¨® a Hierro, se irrit¨® con Guti o injuri¨® a Figo, el p¨²blico azulgrana tambi¨¦n ha sido respetuoso con Butrague?o, d¨®cil con Zidane o reverencial y condescendiente con Ra¨²l, que en su d¨ªa exigi¨® callar al Camp Nou y que en este curso ha demostrado capitalizar el ataque del Madrid junto con Van Nistelrooy -ambos contabilizan 8 goles en la Liga. "Ra¨²l no tiene un regate fenomenal, un disparo sensacional o un remate de cabeza definitivo", mantiene Deco; "pero es tan completo y casi tan perfecto que lo tiene todo". Su opini¨®n concuerda con la de sus compa?eros, que se deshacen en elogios hacia el capit¨¢n blanco.
"Uno de los grandes", dice Ronaldinho y 'Gudy' a?ade: "Es una parte del escudo"
M¨¢rquez: "Adem¨¢s de olfato, siempre tira del equipo. Y eso, en el campo, lo notas"
Ra¨²l se gan¨® la pleites¨ªa del Camp Nou en octubre de 1999. Fue cuando Savio recogi¨® el cuero en la zona de los tres cuartos y lanz¨® un pase al movimiento del siete, que defini¨® dentro del ¨¢rea. Segundo gol de la noche y empate a dos. Acto seguido, Ra¨²l se puso el dedo ¨ªndice en la boca e hizo silenciar al campo, que le hab¨ªa dedicado reiterativos insultos durante el partido. El Camp Nou, entonces, no perdi¨® la voz, pero s¨ª la acritud hacia su persona.
"Es todo coraz¨®n", le define Sylvinho; "t¨² puedes marcar a un jugador, pero no puedes marcar a tanto coraz¨®n". As¨ª lo entiende Xavi -Pelopo, como le conoce y llama Ra¨²l-, que fortaleci¨® su amistad con el delantero blanco en 2006, antes de disputar el Mundial y cuando ambos se recuperaban de una lesi¨®n. "Es tan trabajador y tiene una actitud tan contagiosa que consigue sacar de todos lo m¨¢ximo. Es un ganador y el buque insignia del Madrid", conviene. "Es el futbolista a seguir, el ejemplo para todos", apostilla Iniesta. Todos se rinden a Ra¨²l.
Ronaldinho pasa como una exhalaci¨®n por la zona mixta, donde aguardan impacientes los medios. Nadie puede pararlo en su carrera. Hasta que se detiene en seco. "?Ra¨²l?", pregunta; "es uno de los grandes, es muy grande". Los internacionales del Bar?a dan la raz¨®n a Ronnie. "Ra¨²l es listo y tiene gol. He jugado varias veces contra ¨¦l en la selecci¨®n y siempre marca diferencias, lo m¨¢s complicado en el f¨²tbol", sostiene Thuram. "La primera vez que jugu¨¦ contra ¨¦l fue en 1999", apunta Sylvinho; "en el homenaje a Lee Dixon. Y me di cuenta de que era especial, un futbolista de los que no hay". A lo que interviene Deco: "Es que las enchufa todas; es la referencia". Y M¨¢rquez, que se las ha visto de todos los colores ante ¨¦l, a?ade: "Adem¨¢s de olfato, siempre tira del equipo. Y eso, en el campo y como rival, lo notas".
Reconciliado con el gol esta temporada, Ra¨²l se muestra, con Van Nistelrooy, como el punz¨®n blanco. No es una novedad. El delantero ha disputado 26 cl¨¢sicos. Los n¨²meros de Ra¨²l ante el Bar?a, sin embargo, no son exageradamente buenos. De los 26 duelos cuenta con 10 derrotas, nueve empates y siete victorias. La cosa empeora en el Camp Nou, donde s¨®lo ha obtenido un triunfo en 13 partidos y ha materializado dos goles en el mismo encuentro y cuando supo silenciar al grader¨ªo. "Eso es algo que no volver¨¦ a hacer", asegur¨® el futbolista hace unos d¨ªas; "pero cada cl¨¢sico lo vivo como si fuese el ¨²ltimo porque nunca sabes si volver¨¢s. En el primero en el Camp Nou ni me enter¨¦ del partido porque pensaba en la gente, en el ambiente. A veces, eso te supera".
Para su memoria se guarda unos cuantos. Como el primero, en el curso 1994-95, cuando el Madrid endos¨® el famoso 5-0 con el hat-trick de Zamorano y las puntillas de Luis Enrique y Amavisca. O como el de la temporada 2004-05, que finaliz¨® con victoria por 4-2 del Madrid y en el que Ra¨²l marc¨® de un testarazo, con la ceja partida y la cabeza vendada por un encontronazo con Vald¨¦s. O cuando igual¨®, con un golazo desde fuera del ¨¢rea y por toda la escuadra, el partido de vuelta de las semifinales de la Champions del ejercicio 2001-02. En el Bernab¨¦u, Ra¨²l es otro. Ha participado en 13 partidos y contabiliza ocho goles, uno cada 137 minutos.
"No recuerdo un Madrid sin Ra¨²l. Es una parte del escudo", confiesa Gudjohnsen. "He jugado dos veces contra ¨¦l cuando estaba en Grecia y es importante para el Madrid", explica Tour¨¦.
Pero Ra¨²l, que califica de favorito al Madrid -"llegamos mejor porque tenemos cuatro puntos de ventaja", al tiempo que se?ala al ausente Messi como "un futbolista ¨²nico en el mundo"- es internacional o m¨¢s que eso. "Es un futbolista cuya dimensi¨®n trasciende de lo que pasa en el campo. Va m¨¢s all¨¢ por lo que representa institucionalmente para el Madrid", expone Iniesta. Ra¨²l, entre los elogios de los rivales, enfila hacia el Camp Nou.

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