Cuentos de Navidad
En las ¨²ltimas semanas se han publicado tres notables documentos sobre Latinoam¨¦rica: la ¨²ltima edici¨®n del Latinobar¨®metro, un ambicioso proyecto regional que lleva 11 a?os midiendo d¨®nde est¨¢n y c¨®mo evolucionan las creencias y opiniones de las sociedades de la regi¨®n; el Balance preliminar de las econom¨ªas de Am¨¦rica Latina y el Caribe, que anualmente elabora la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina (CEPAL); y, tambi¨¦n de esta organizaci¨®n integrada en el universo de organizaciones especializadas de Naciones Unidas, la entrega anual de su justamente renombrado Panorama Social de Am¨¦rica Latina.
La prensa -tanto la de car¨¢cter generalista como la especializada- los ha saludado con un estruendoso silencio, probablemente por merecid¨ªsimas razones. Al fin y al cabo el continente es capaz de generar tantas noticias pol¨ªticas y sociales que se ajustan a lo que el Primer Mundo espera que ocurra en la ex¨®tica regi¨®n, que dedicarle espacio a la consolidaci¨®n de la democracia y del crecimiento con estabilidad y a que la pobreza se reduzca es un despilfarro de "ocurrencias" que ha costado mucho instalar en el imaginario colectivo.
Entre 2007 y 2002 el porcentaje de pobres cay¨® 8,9 puntos y 31 millones de personas abandonaron las filas de los despose¨ªdos
La verdad es que no hay color a la hora de elegir qu¨¦ publicar si la opci¨®n est¨¢ entre contar que el 72% de los latinoamericanos ahora afirman que la democracia puede tener problemas pero que es el mejor sistema de gobierno -Latinobar¨®metro, p¨¢gina 81-, o describir la pen¨²ltima gira del derrotado candidato a la presidencia mexicana, y pese a ello autoproclamado presidente "leg¨ªtimo". ?Ni un paso atr¨¢s, cuando de lo que se trata es de evitar que las estad¨ªsticas perjudiquen una buena historia de realismo m¨¢gico!
O, ?c¨®mo puede competir la noticia de que en los ¨²ltimos cuatro a?os el crecimiento del ingreso per c¨¢pita de esta regi¨®n ha sido el mayor registrado desde los a?os setenta -?toda una generaci¨®n!- con la mucho m¨¢s castizamente latinoamericana noticia que supone hacer el postmortem de algunos di¨¢logos tabernarios entre jefes de Estado? Exagerando un poco, es algo tan dif¨ªcil como levantarse un d¨ªa, leer el peri¨®dico y no hallar en ¨¦l una noticia -por m¨ªnima que sea, que dec¨ªa la Crawford en Johnny Guitar- de Nicolas Sarkozy.
Y sin embargo no habr¨ªa estado mal que algunos lectores hubiesen perdido algunos minutos reparando en tres o cuatro cosillas que se cuentan en estos papeles. A algunos les hubiese evitado la sorpresa -o el sofoc¨®n, que de todo hay en la vi?a del se?or- que embarg¨® a muchos aficionados la madrugada del 3 de diciembre al conocer la victoria del No en el refer¨¦ndum venezolano. Porque seg¨²n la macroencuesta mencionada, en Venezuela el apoyo a la democracia est¨¢ 13 puntos por encima del promedio regional, la satisfacci¨®n con el sistema est¨¢ 22 puntos por encima del promedio y la confianza 23 puntos por arriba. No est¨¢ mal.
Con todo, seguramente lo m¨¢s llamativo sea la taca?er¨ªa con la que se ha administrado el dato de la ca¨ªda en el porcentaje y en el n¨²mero absoluto de ciudadanos que viven bajo el umbral de la pobreza y la miseria en la regi¨®n. Para ponerlo en una frase clarita y contundente, la CEPAL ha confirmado que en los ¨²ltimos cinco a?os -es decir, entre el 2007 y el 2002- el porcentaje de pobres cay¨® 8,9 puntos y que 31 millones de personas abandonaron las filas de los despose¨ªdos. Para poner en perspectiva lo que este dato supone basta con se?alar que en los 12 a?os que van de 1990 a 2002, el porcentaje de pobres se redujo la mitad de lo que ahora se ha conseguido -4,3 puntos porcentuales- y que este avance fue incapaz de evitar que el n¨²mero de pobres aumentase en 21 millones.
En corto plazo, en 4 a?os, con la nueva generaci¨®n de pol¨ªticas sociales del ¨¢rea -Bolsa Familia de Brasil, Oportunidades de M¨¦xico- y con el crecimiento con estabilidad se ha hecho el doble de lo que se hizo en 12 a?os, y se ha sacado de la pobreza el equivalente a 3 Bolivia o una Venezuela.
Yo les sugerir¨ªa que este a?o, para ponerse en situaci¨®n navide?a, sustituyan la relectura de Dickens por una visita a la p¨¢gina de CEPAL, y d¨¦jense atrapar por la melancol¨ªa y el optimismo. Ya nos recuperaremos del ¨¦xito conseguido en enero y volveremos a abrazar el fracaso y la flagelaci¨®n.
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