Osasuna derrumba al Mallorca

La carencia de f¨²tbol perjudica seriamente la clasificaci¨®n. Una esquela similar en la camiseta del Mallorca podr¨ªa haber borrado cualquier esperanza de los bermellones, que aguantaron el partido pendientes de una esperanza vacua y, al final, se tuvieron que derrumbar por sus propias carencias: inoperancia ante el gol, falta de fluidez y parquedad de ideas. Mientras tanto, Osasuna por fin encontr¨® su perfil m¨¢s serio, rompiendo la racha de cinco partidos sin vencer en su domicilio y volviendo a machacar al mismo rival que ya cay¨® bajo sus garras la pasada semana en la Copa.

El Mallorca ofreci¨® un juego de bajo voltaje futbol¨ªstico, pero de destemplada tensi¨®n. El conjunto de Gregorio Manzano no present¨® ese punto de locura que ha definido buena parte de sus encuentros ni el dominio machac¨®n de otros, ni tan siquiera el despiste err¨¢tico de otros. Los baleares escondieron ayer todas sus caras anteriores y mostraron otra timorata, sin conexi¨®n con el ataque y muy deslavazada. Unas gotas de seriedad defensiva, la m¨ªnima aparici¨®n de Ibagaza y H¨¦ctor y muy poco m¨¢s que presentar. Por el contrario, Osasuna s¨ª tuvo entidad. Y algo de fortuna, cuando en su primer ataque, H¨¦ctor Font se aprovech¨® de un fallo defensivo y cruz¨® ante la salida de Lux, desmantelando todo el engranaje ideado por Manzano.

El partido, tras el primer tanto, cay¨® en los derroteros de la bronca, el mal estilo, las nulas ocasiones y las pocas aproximaciones a¨¦reas. S¨®lo Juanfran y Plasil supieron bajar la pelota y explotar su velocidad. Los dem¨¢s se decantaron por la pelea y la lucha sin cuartel por el espacio, olvidando que la esencia del juego se encuentra en el bal¨®n. De esta guisa acab¨® la primera mitad, con el augurio de un f¨²tbol igual de romo tras la reanudaci¨®n.

Pero la sorpresa salt¨® entre las botas de Plasil. El checo se descolg¨® gracias a Juanfran y remat¨® con picard¨ªa y muy buen tiento ante la salida del guardameta argentino. Con el gol lleg¨® el respiro, involuntario y casi comprensible: el Mallorca, hasta ese momento, no hab¨ªa lanzado entre los tres palos. Y el Mallorca, por un instante, mostr¨® su cara irredenta y agresiva, con H¨¦ctor creciendo por la derecha y sirviendo el bal¨®n a Dani G¨¹iza, quien desde el ¨¢rea peque?a empuj¨® el bal¨®n a las mallas en su ¨²nica intervenci¨®n v¨¢lida de todo el partido.

El nervio de los goles devolvi¨® el encuentro a la diversi¨®n. El Mallorca tom¨® posesi¨®n del juego y, como contrapartida, Osasuna dispuso de las verdaderas ocasiones. La entrada del mexicano Carlos Vela aport¨® a los de Ziganda una marcha m¨¢s que, ya en el descuento, fue suficiente para que Hugo Viana culminase una contra y sellase el cuarto tanto de la tarde. Antes Plasil, con un disparo al palo, y Dady, tras un par de errores imperdonables, pod¨ªan haber llevado el marcador hacia lo estratosf¨¦rico.