"Ni despedidos ni apartados"

La ¨²ltima ocurrencia del presidente del Valencia, Juan Soler, ha sido hacer creer al valencianismo que las l¨¢grimas derramadas por el ex capit¨¢n David Albelda no son m¨¢s que un exceso de sentimentalismo. Despu¨¦s de que el t¨¦cnico Ronald Koeman asegurara a ¨¦ste y a sus compa?eros Ca?izares y Angulo que nunca m¨¢s entrar¨ªan en una convocatoria y que pod¨ªan empezar a buscarse equipo, Soler se atrevi¨® a afirmar que ninguno de los tres ha sido "ni despedido, ni apartado". La version del m¨¢ximo accionista defiende que el entrenador simplemente comunic¨® a estos jugadores que no los iba a incluir en las listas para un par de partidos. "Son situaciones temporales y los que tienen la llave para revertirlas son los jugadores", dijo.

Haber dado por acabadas las carreras de los jugadores reconocer¨ªa el despido

Koeman les repiti¨® ayer, en presencia de sus compa?eros, que no cuenta con ellos

Situaci¨®n rocambolesca la vivida ayer en Mestalla. Propia del d¨ªa de los inocentes. Aunque no se trataba de una broma. Rocambolesca por lo claro que fue Koeman el d¨ªa en que anunci¨® que no convocaba a Ca?izares y Albelda -Angulo estaba de baja- porque no confiaba en su liderazgo, porque quer¨ªa que los jugadores j¨®venes lideraran una renovaci¨®n generacional, y porque no se mordi¨® la lengua al se?alar que seguramente tampoco contar¨¢ con ellos en el futuro. Mucho peor a¨²n. Rocambolesca porque el mismo Koeman en la sesi¨®n vespertina de ayer volvi¨® a repetir a los tres jugadores en presencia de sus compa?eros que no contar¨ªan para ¨¦l nunca m¨¢s, seg¨²n fuentes cercanas a Ca?izares y Albelda.

Rocambolesca por el comunicado -rebautizado ahora como simple "transcripci¨®n de una declaraci¨®n" para restarle car¨¢cter oficial- en el que el vicepresidente Enrique Lucas agradec¨ªa los servicios prestados a ambos, "dos jugadores muy importantes" que formaban "parte de la historia viva del club".

Rocambolesca porque el presidente, que asegur¨® estar enfermo y haber ofrecido la conferencia de prensa pese a la negativa de sus m¨¦dicos, se atrevi¨® a explicar que no ha hablado con los jugadores defenestrados porque consideraba que el hecho de que se queden fuera de la lista "no es motivo suficiente para llamarles". Ni siquiera a su amigo Ca?izares, que s¨ª le llamo a ¨¦l. Tampoco a Albelda, el mismo que, angustiado, tuvo que interrumpir su discurso de despedida.

El espect¨¢culo s¨®lo tiene una explicaci¨®n. El Valencia quiere salvar los muebles. Haber dado por finiquitadas las carreras de estos jugadores en un comunicado oficial puede servir, al menos a Albelda y Ca?izares, como un reconocimiento de despido. Y costarle muy caro a la entidad de Mestalla, que podr¨ªa verse obligada a abonar a los futbolistas la cantidad ¨ªntegra de lo que les corresponda por las temporadas que, seg¨²n contrato, les quedaban en el Valencia.

Ayer por la tarde, en ese entrenamiento tras el descanso navide?o, el del reencuentro con Koeman, los tres jugadores iniciaron los ejercicios con el resto. En Valencia quieren dar sensaci¨®n de normalidad. Pero resulta complicado. Algunos aficionados mostraron su malestar con cr¨ªticas a Koeman.