Una ONG con 500 misiones distribuidas en 75 pa¨ªses
Un grupo de m¨¦dicos franceses presenci¨® en directo las crisis humanitarias que asolaron a finales de los a?os 60 Nigeria y Bangladesh. Se quedaron tan horrorizados que, en 1971, decidieron fundar una organizaci¨®n dedicada a extender la atenci¨®n sanitaria a aquellas partes del planeta m¨¢s necesitadas de m¨¦dicos y enfermeros. Desde entonces, M¨¦dicos sin Fronteras (MSF) ha sido testigo de infinidad de guerras, genocidios, epidemias y cat¨¢strofes naturales. Galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1999, la ONG, que tiene 2,5 millones de socios y colaboradores, seg¨²n datos de la organizaci¨®n, trabaja actualmente en cerca de 500 proyectos humanitarios repartidos entre m¨¢s de 75 pa¨ªses.
La secci¨®n espa?ola de MSF naci¨® en 1986 y coordina actuaciones en 26 Estados de Asia, Am¨¦rica Latina y ?frica, entre ellos Somalia, "un pa¨ªs absolutamente abandonado a su suerte por la comunidad internacional, con uno de los peores indicadores sanitarios del mundo, y donde uno de cada cinco ni?os no llega a cumplir cinco a?os", seg¨²n explic¨® ayer el responsable de relaciones externas de MSF Espa?a, Carlos Ugarte.
Crisis de las vallas
El trabajo de la organizaci¨®n ha sido especialmente visible en algunas crisis mucho m¨¢s cercanas que la de Somalia, como la de los inmigrantes subsaharianos que en 2005 trataban de saltar la valla que separa el territorio marroqu¨ª de la ciudad aut¨®noma de Ceuta. Tambi¨¦n con sus denuncias cuando Marruecos abandon¨® a centenares de ellos en medio del desierto fronterizo con Argelia. "Fueron los casos m¨¢s medi¨¢ticos, pero no los ¨²nicos, por supuesto", matiz¨® Ugarte, que entonces coordinaba las actividades de la ONG.
En su memoria de actividades de 2006, MSF Espa?a contabiliza 637 salidas de cooperantes, de los que 337 eran espa?oles y el resto extranjeros. Pero hay otras secciones de la ONG donde trabajan numerosos ciudadanos espa?oles, "por ejemplo la suiza, porque desarrolla proyectos en Latinoam¨¦rica, y dominar el idioma es una gran ventaja", agreg¨® el responsable de MSF. En Puntlandia, esta ONG acomete un "trabajo dif¨ªcil, en una zona complicada, donde hay muy pocas ONG". Y eso, seg¨²n Ugarte, es algo que sus habitantes valoran: "Nos hemos ganado el respeto de la poblaci¨®n".
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