Clima de crisis
Comentaba en esta columna el pasado domingo c¨®mo a lo largo de 2007, especialmente desde el final del verano, se hab¨ªa ido deteriorando el clima de confianza econ¨®mica. El nuevo a?o comienza con la misma t¨®nica, agudizada por una serie de datos publicados esta semana, hasta el punto de que en muchos medios de comunicaci¨®n y tertulias radiof¨®nicas se habla claramente de crisis y de inicio de una recesi¨®n en toda regla.
El primero de los datos se?alados fue el avance de inflaci¨®n de diciembre, que en t¨¦rminos del ¨ªndice armonizado ascendi¨® al 4,3%, dos d¨¦cimas porcentuales m¨¢s que en noviembre. Las previsiones que expon¨ªamos aqu¨ª ya apuntaban a una subida, que proseguir¨¢ en enero hasta el entorno del 4,5%, o m¨¢s si el precio del petr¨®leo alcanza y se consolida en torno a los 100 d¨®lares el barril. Ante este panorama, el ciudadano de a pie se pregunta qu¨¦ puede hacer el gobierno. A corto plazo, poco. Muchas veces he comentado en esta columna c¨®mo, desde la integraci¨®n en la UEM, las autoridades econ¨®micas espa?olas han perdido el instrumento b¨¢sico de control de la inflaci¨®n en el corto plazo, que es la pol¨ªtica monetaria. A medio y largo plazo, hay muchas cosas que se deben hacer, desde cambiar los sistemas de fijaci¨®n de salarios y otras rentas a la inflaci¨®n observada (indiciaci¨®n) a reformar la regulaci¨®n de muchos mercados para que funcionen en r¨¦gimen de m¨¢s competencia.
Los inmigrantes regularizados en 2005 ya pueden registrarse en las oficinas de empleo
Otro dato que ha supuesto un mazazo ha sido el del paro registrado, con un aumento de 35.074 personas en diciembre y de 106.674 a lo largo de 2007. El dato de diciembre es el peor desde 2003, pero debe valorarse en funci¨®n de diversas variables, entre ellas la estacionalidad; la irregularidad que puede incluir el dato de un ¨²nico d¨ªa, el de fin de mes; la climatolog¨ªa, que ha podido afectar a la construcci¨®n (el 92% del aumento del paro en diciembre se debe a la construcci¨®n, aunque dicho aumento tiene causas m¨¢s profundas que la climatolog¨ªa); y, lo m¨¢s importante, la tendencia que muestra esta variable a lo largo del ¨²ltimo a?o. Corregidos los factores estacionales, el paro registrado est¨¢ aumentando desde marzo del pasado a?o (gr¨¢fico izquierdo). Hay dos causas que lo explican: la primera y fundamental, que el crecimiento del empleo se est¨¢ desacelerando y ya no es suficiente para absorber el aumento de la nueva oferta de trabajo. As¨ª, los afiliados a la Seguridad Social aumentaron un 2,4% en diciembre respecto a un a?o antes (2,6% en media del cuarto trimestre de 2007 , gr¨¢fico central), cuando lo hac¨ªan al 3,5% al comienzo del a?o, mientras que la oferta de trabajo (poblaci¨®n activa) debe estar avanzando a ritmos del orden del 3%. Hay otra causa del aumento del paro registrado: los inmigrantes regularizados en 2005 pueden ya registrarse en las oficinas de empleo cuando se quedan parados, mientras que antes no pod¨ªan hacerlo porque no ten¨ªan papeles.
?Cambian las previsiones que ten¨ªamos los analistas hace unas semanas o meses? Algunas cifras habr¨¢n de ser revisadas, entre ellas las de la inflaci¨®n, pero en general, las cosas van como se preve¨ªa. El crecimiento del PIB en el cuarto trimestre de 2007 habr¨¢ rondado el 3,5%, que no est¨¢ mal, y para 2008 el consenso del Panel de FUNCAS espera un 2,8% (gr¨¢fico derecho), un punto menos que en 2007. La tasa de paro puede aumentar medio punto porcentual. No es para alegrarse, pero tampoco para alarmarse.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (FUNCAS)
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