Euskadi veinte a?os atr¨¢s
La completa transformaci¨®n de una sociedad que sigue marcada por ETA
Dos d¨¦cadas son un mundo y Euskadi es ahora totalmente diferente. En 1988, hubo 21 muertos por el terrorismo de ETA cuando el a?o anterior se hab¨ªa llegado a 52 v¨ªctimas mortales (una cifra que no se ha vuelto a alcanzar). En 2006, hubo dos asesinados por la banda terrorista y el a?o que acaba de terminar, otros dos. Pero sobre todo la econom¨ªa ya iniciaba un crecimiento imparable, aunque el paro todav¨ªa estaba en niveles exagerados y afectaba al 21% de la poblaci¨®n activa.
Pol¨ªtica. El apoyo a ETA
En 1988 el respaldo social a ETA ten¨ªa una base f¨¦rrea y la calle sol¨ªa ser propiedad del entorno de la organizaci¨®n terrorista. En aquellos a?os algunos atentados eran aut¨¦nticas emboscadas contra la Fuerzas de Seguridad del Estado, en los que los etarras contaban en muchas ocasiones con el apoyo de vecinos para huir. Pero Herri Batasuna, amparada en una m¨¢s de la posterior larga lista de llamadas al di¨¢logo y negociaci¨®n por ETA, dec¨ªa que quer¨ªa pasar de la estrategia de movilizaci¨®n de masas a la "producci¨®n ideol¨®gica y program¨¢tica". Es decir, funcionar m¨¢s al uso de un partido pol¨ªtico. Eran los a?os de las amenazas por la venta de productos franceses. "A partir de hoy, Euskadi es un poco distinta", asegur¨® y acert¨® el lehendakari Jos¨¦ Antonio Ardanza al presentar a la prensa el Pacto de Ajuria aquel 12 de enero de 1988. La izquierda abertzale ha se?alado a este foro como el causante de su debilitamiento en los a?os 90.
Los presupuestos del Gobierno rondaban los 2.400 millones de euros (los aprobados para 2008 superan los 9.900) y las instituciones estaban repartidas entre el PNV, el PSE y Eusko Alkartasuna, en su mejor situaci¨®n tras la escisi¨®n de los peneuvistas. La fotograf¨ªa era la m¨¢s variada en la historia de la democracia vasca: hasta tres partidos diferentes estaban al frente de las principales administraciones. En Vizcaya, el diputado general era Jos¨¦ Alberto Pradera (PNV) que gobernaba en coalici¨®n con el PSE y el alcalde era tambi¨¦n peneuvista, Jos¨¦ Mar¨ªa Gorordo, quien igualmente ten¨ªa como socio a los socialistas. En Guip¨²zcoa, la Diputaci¨®n estaba dirigida por Imanol Murua (EA), quien ten¨ªa como socio a Euskadiko Ezkerra, y el ayuntamiento lo encabezaba Xabier Albistur (EA), coaligado igualmente con EE. En ?lava, el diputado general era el socialista Fernando Buesa (asesinado por ETA), merced al pacto con el PNV, y el alcalde era Jos¨¦ ?ngel Cuerda, entonces en las filas de Eusko Alkartasuna.
Tambi¨¦n hab¨ªa curiosidades para la ¨¦poca actual: ANV decid¨ªa en su octavo congreso relanzarse como partido en el seno de Herri Batasuna y se design¨® como secretario general a Kepa Bereziartua, quien 20 a?os despu¨¦s ocupa el cargo de presidente de la formaci¨®n que concurri¨® a las ¨²ltimas elecciones municipales como la marca de la autodenominada izquierda abertzale.
Econom¨ªa. La salida de la crisis
En 1988 se iba cerrando una d¨¦cada en la que el poder adquisitivo de los vascos hab¨ªa bajado casi un 9%. Eran los a?os de la reconversi¨®n, iniciada en 1985, que afect¨® a m¨¢s de 16.000 trabajadores. La batalla de los astilleros Euskalduna, que convirtieron al puente bilba¨ªno de Deusto en el fort¨ªn de sus protestas, todav¨ªa coleaba. Se resolver¨ªa, aunque todav¨ªa hubo resistencia de algunos trabajadores, en junio de 1988 con la firma de los acuerdos entre el Gobierno, el INI y los sindicatos que cerraron los centros de trabajo de Euskalduna. Pero la crisis se acababa: el ¨ªndice de actividad industrial crec¨ªa un 6%, las exportaciones aumentaban en 25%. Entonces la palabra m¨¢gica era la innovaci¨®n tecnol¨®gica. "La econom¨ªa vasca perdi¨® en 1987 m¨¢s de 100.000 millones de pesetas [600 milones de euros] por falta de calidad", clamaba el viceconsejero de Tecnolog¨ªa del Gobierno, Manuel Tello. Pero todav¨ªa hab¨ªa demasiado paro: un 21%, (212.000 personas) que situaba a Euskadi entre las seis comunidades aut¨®nomas con m¨¢s desempleados. Las estad¨ªsticas dec¨ªan que pueblos como Abanto, en Vizcaya, llegaban al 34%. Ahora, el desempleo en Euskadi se considera casi t¨¦cnico, con un 3,5%, seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA), que elabora el Eustat. El grupo cooperativo Mondrag¨®n anunciaba un ejercicio brillante en 1998, con un incremento de la producci¨®n en un 101%. Agrupaba a 165 empresas en Euskadi y Navarra y la plantilla rondaba los 20.000 trabajadores. Ahora la mayor empresa vasca cuenta con 264 cooperativas con m¨¢s de 82.000 empleados y presencia en 21 pa¨ªses.
Era tambi¨¦n el tiempo de las fusiones bancarias. Tras la uni¨®n del Bilbao y Vizcaya, las dos cajas de ahorro vizca¨ªnas anunciaban el inicio de su proceso de integraci¨®n.
Social. La red de gas natural
El Gobierno se lanzaba a la puesta en marcha de las redes de gas natural por los municipios, aunque ayuntamientos como Bilbao sal¨ªan al paso de lo que su alcalde Jos¨¦ Mar¨ªa Gorordo calificaba de "agresi¨®n a la autonom¨ªa municipal". Los ciudadanos estaban sobre todo preocupados por la carest¨ªa de la vida: el pan sub¨ªa hasta las 30 pesetas (ahora cuesta m¨¢s de un euro) y los altos intereses de los cr¨¦ditos (el 15% en los hipotecarios y el 20% en los personales, frente al 5% y el 8% actuales). La construcci¨®n de viviendas iba repuntando: se iniciaron 3.395 y terminaron 1.651, seg¨²n los datos de Eustat de 1988. S¨®lo dos a?os despu¨¦s, comenzaron a edificarse 6.310 y concluyeron 4.584. En 2006, los inmuebles iniciados han alcanzado los 9.815 y los finalizados, 9.794.
Sanidad. Discriminaci¨®n por sida
Aquel a?o no se olvidar¨¢ f¨¢cilmente para el colegio religioso Mar¨ªa Goretti, de Durango, quien expuls¨® al ni?o Israel Pagalday por ser portador del virus del sida, en el primer caso de rechazo a un seropositivo en un centro educativo en Espa?a. Un juzgado oblig¨® poco despu¨¦s al centro a readmitirle. El Gobierno vasco repart¨ªa 130.000 preservativos para prevenir la enfermedad, entonces con 152 casos en Euskadi, lo que le convert¨ªa en la tercera comunidad aut¨®noma espa?ola m¨¢s afectada.
El Ejecutivo destinaba 1.600 millones de pesetas (9,6 millones de euros) a la lucha contra las drogas cuando el consumo en el Pa¨ªs Vasco estaba por encima de la media de Espa?a. La tradicional cartilla de la Seguridad Social fue sustituida por la tarjeta individual sanitaria, estrictamente personal, con lo que desaparec¨ªan los problemas que se presentaban para una mujer sin trabajo, separada y con hijos, que dependiese de la cartilla de la Seguridad Social de su marido.
El gasto en los hospitales superaba los 434 millones de euros (casi cuatro veces menos que ahora), un 2,6% del Producto Interior Bruto, el mismo ratio que en la actualidad. La poblaci¨®n alcanzaba los 2.155.844 habitantes, de los que s¨®lo 10.700 (el 0,50%) eran extranjeros. En 2007, de los 2.141.116 vascos, m¨¢s de 98.000 son inmigrantes, un 4,6%.
El txakol¨ª empez¨® hace 20 a?os a hacerse un hueco con la petici¨®n de la denominaci¨®n de origen, desde los municipios de Getaria y Zarautz. Como otro s¨ªmbolo de la modernidad, fue el a?o del inicio de las obras del metro despu¨¦s de un debate de m¨¢s de 15 a?os y un retraso debido fundamentalmente a la falta de una asignaci¨®n econ¨®mica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.