El zoo resucita en silencio
Tras languidecer durante d¨¦cadas, A Madroa se adapta a Europa para recuperar su esplendor en 2010. Mientras, acoge animales heridos o procedentes del tr¨¢fico ilegal
Los buitres han pasado esta semana de la jaula que estaban condenados a compartir a una zona acotada, pero a cielo abierto, salpicada de rocas y coronada por un pe?¨®n. Las aves, todav¨ªa un poco escamadas por tama?a mejor¨ªa, se aprietan en lo alto de la roca y otean a su alrededor las obras del zool¨®gico de Vigo. Es un poco t¨¦trico el panorama. No hay ni?os, muchos animales han sido desplazados por las m¨¢quinas, la lluvia ha embarrado las tierras removidas. Y los buitres ah¨ª mirando, con las plumas esponjadas por el viento, como f¨²nebres capataces de obra.
Pero resulta que lo que se extiende bajo sus patas, lejos de ser un despojo, es un zoo, el ¨²nico del noroeste, que comienza a revivir, despu¨¦s de m¨¢s de una d¨¦cada de agon¨ªa. Vigo casi ni se acuerda de que tiene un zool¨®gico, un recinto que naci¨® en 1971 y poco despu¨¦s llegaba a estar considerado como el tercero mejor de Espa?a, despu¨¦s de los de Madrid y Barcelona. En la cumbre de A Madroa, junto a un magn¨ªfico mirador de la r¨ªa, se api?an el cementerio nuevo de Cande¨¢n, la protectora de animales, un hotel canino y Vigozoo. Para muchos, esta cara umbr¨ªa de la monta?a, donde la fauna ex¨®tica se vuelve reum¨¢tica si no tiene calefacci¨®n radiante, es el lugar en el que abandonan a sus perros cuando ya no les hacen gracia.
Los ni?os pueden acampar y espiar la vida nocturna de los animales
Este verano estar¨¢ lista la granja escuela con gallinas, vacas y cerdos
Todos los monos de Vigozoo proceden de decomisos portuarios
Sin embargo, desde hace dos a?os, la direcci¨®n del zoo ha notado cierta alegr¨ªa en sus cifras de visitantes. En 2007, gracias a los escolares, los portugueses y los cruceristas brit¨¢nicos que hacen escala en Vigo, los tigres, los leones, las llamas, los ciervos del Padre David y los bisontes fueron vistos por 125.000 personas.
El nuevo director, Fernando Carballo (un economista que lleg¨® del Ayuntamiento de Negreira sin tener ni idea de zool¨®gicos), asegura que, mientras contin¨²en las obras que acabar¨¢n con las jaulas y transformar¨¢n el recinto por completo, en 2010 o en 2011, Vigozoo no har¨¢ publicidad. Se ha puesto en marcha, sin embargo, y mientras la mitad del recinto se encuentra impracticable, un programa did¨¢ctico al que se van apuntando cada vez m¨¢s colegios. "Es el boca a boca", asegura el director. Para mejorar este servicio, el propio zoo, como organismo aut¨®nomo municipal, ha convocado, por primera vez, cinco becas a las que han aspirado 40 universitarios. Dentro de dos meses, los elegidos se habr¨¢n incorporado al equipo de 23 trabajadores y, con la primavera, Vigozoo volver¨¢ a llenarse de excursiones escolares y fiestas de cumplea?os. En verano, adem¨¢s, se organizar¨¢n media docena de acampadas para ni?os que quieran pasar una noche espiando la vida nocturna de los animales.
Con la nueva etapa del zoo se ha borrado de la memoria colectiva el accidente ocurrido en 2001, cuando una ni?a perdi¨® un ojo al ser corneada por un bisonte. Poco despu¨¦s, el ex concejal nacionalista Amador Fern¨¢ndez decidi¨® que aquello no pod¨ªa continuar as¨ª: unas instalaciones de los 70 donde los animales, demasiados, apenas se mov¨ªan, pasaban fr¨ªo, se dejaban las u?as en el suelo de cemento y andaban estresados. Con la nueva normativa europea de zool¨®gicos y con la consiguiente adaptaci¨®n para A Madroa que aprob¨® la Xunta en 2003, no quedaba m¨¢s opci¨®n que modernizarse. Hace un a?o, el recinto recibi¨® la visita de los inspectores, pero todav¨ªa, quiz¨¢s porque aguardan al final de las obras, no se conoce su veredicto.
El director, que cuenta con un presupuesto anual de 1,8 millones, promete que este verano ya se habr¨¢ inaugurado una granja escuela, con plantas y animales dom¨¦sticos; y el Nocturama, una gruta artificial donde se podr¨¢ presenciar la vida de murci¨¦lagos, b¨²hos o castores. El a?o que viene estar¨¢ lista la parcela de los lobos, pero antes concluir¨¢n los trabajos que esconden las casetas de otros muchos animales bajo una pasarela desde la que se ver¨¢ la fauna en un entorno verde con cascada y todo.
Quiz¨¢s entonces se compre alg¨²n animal nuevo (ahora en Vigozoo viven unos 120), pero el recinto seguir¨¢ cumpliendo con su misi¨®n de recoger y recuperar ejemplares heridos (como la mayor¨ªa de las aves que entran ahora, incluidos los buitres) o v¨ªctimas del tr¨¢fico ilegal. Todos los monos de Vigozoo proceden de decomisos portuarios, lo mismo que la pantera o las iguanas. Por aqu¨ª pasaron incluso los osos de ?ngel Cristo, que viajaban sin papeles.
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