La base de la econom¨ªa
El 65% del total de nuestras empresas son familiares (2,5 millones de empresas), que suponen el 65% de nuestro producto interior bruto, que generan el 60% del empleo privado (9,5 millones de puestos de trabajo) y que realizan el 60% del total de nuestras exportaciones. Parece claro, a la vista de estos datos, que la base de nuestra econom¨ªa es la empresa familiar. ?sta es la buena noticia.
La mala noticia es que estas mismas estad¨ªsticas dicen tambi¨¦n que la esperanza de vida de una empresa familiar en Espa?a es la mitad que la de una empresa no familiar, que s¨®lo llegan a segunda generaci¨®n un tercio de las mismas y que a tercera s¨®lo llega entre un 10% y un 15%. Esta alta tasa de mortandad lleva aparejada la consiguiente destrucci¨®n de empleo y riqueza, con los efectos negativos que ello supone para nuestro tejido econ¨®mico y social.
La familia imprime car¨¢cter a la empresa y es la clave para garantizar el ¨¦xito del cambio generacional
A la vista de estos datos cabe preguntarse qu¨¦ pasar¨ªa si en nuestro pa¨ªs consigui¨¦ramos reducir la tasa de mortandad de empresas familiares, de forma tal que a segunda generaci¨®n llegaran, por ejemplo, dos tercios de las empresas y un 30% a la tercera. Ser¨ªamos la envidia del mundo entero.
La Uni¨®n Europea lo ha entendido as¨ª, y participa de esta preocupaci¨®n, ya que desde 1994 viene recomendando a los Estados miembros la adopci¨®n de una serie de medidas destinadas a mejorar la transmisi¨®n de peque?as y medianas empresas.
Desde el punto de vista de la fiscalidad de la transmisi¨®n de la empresa, la UE propone aligerar el r¨¦gimen fiscal aplicable a las sucesiones y donaciones, para evitar que la fiscalidad asociada a la transmisi¨®n de la empresa sea un obst¨¢culo. El empresario familiar espa?ol, de acuerdo con nuestra legislaci¨®n, puede conseguir una reducci¨®n de, al menos, un 95% (m¨¢s en algunas comunidades aut¨®nomas) en la base imponible del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones cuando transmita la empresa a sus herederos, ya sea por donaci¨®n o por sucesi¨®n. La fiscalidad, por tanto, no tiene entidad para dificultar la transmisi¨®n de la empresa familiar.
La UE propone tambi¨¦n aplicar el principio de neutralidad fiscal a las operaciones de preparaci¨®n de la transmisi¨®n de la empresa, tales como la aportaci¨®n de activos, la fusi¨®n, la escisi¨®n y el canje de participaciones sociales. Nuestra Ley del Impuesto de Sociedades recoge este r¨¦gimen, que es aplicable a cualquier empresa, y, en consecuencia, a las empresas familiares. El problema, por tanto, tampoco est¨¢ aqu¨ª.
Donde se encuentra el problema esencial de la empresa familiar es en otro aspecto, que tambi¨¦n recomienda la UE: sensibilizar, informar y formar a los empresarios familiares acerca de la necesidad de preparar en vida, con antelaci¨®n y dedicaci¨®n, el cambio generacional. En este aspecto todav¨ªa queda mucho por hacer.
La idea b¨¢sica es que la empresa familiar tiene, como empresa que es, los mismos problemas que cualquier otra y, adem¨¢s, tiene otros derivados del hecho de que sus due?os y gestores son miembros de una familia. Por tanto, es aqu¨ª, en la familia empresaria, donde hay que poner el acento.
En efecto, en el campo de la empresa familiar se percibe en nuestro pa¨ªs un gran inter¨¦s en estudiar la empresa, el marco legal y fiscal que le es aplicable, su financiaci¨®n, su gobierno y direcci¨®n, su internacionalizaci¨®n y otros aspectos puramente empresariales. Por el contrario, no se percibe ese mismo inter¨¦s por estudiar la familia empresaria. Est¨¢ muy bien estudiar los aspectos puramente empresariales, y hasta es posible que en las empresas familiares estos aspectos requieran un tratamiento diferenciado del resto de empresas, pero mientras no organicemos y sensibilicemos a la familia empresaria todo eso servir¨¢ de muy poco.
Es la familia la que marca la diferencia, la que imprime car¨¢cter a la empresa y, por tanto, la clave para garantizar el ¨¦xito del cambio generacional y de su direcci¨®n y gesti¨®n en condiciones adecuadas de eficacia y competitividad.
Antonio J. S¨¢nchez-Crespo Casanova es socio-director de S¨¢nchez-Crespo Abogados y Consultores.
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