El Bic es un pincel hiperrealista
Juan Francisco Casas expone sus dibujos de escenas cotidianas con fidelidad fotogr¨¢fica realizados ¨²nicamente con un bol¨ªgrafo azul
La chica exhibe descaradamente la belleza de su cuerpo desnudo. Mira desafiante a la c¨¢mara mientras apura una botella de refresco. La luz del flas se refleja en sus ojos. Desde el c¨ªrculo de sus pupilas a la suave curva de su vientre, toda su figura est¨¢ perfilada por cientos de rayas de un azul el¨¦ctrico. El de la tinta de los bolis Bic con los que Juan Francisco Casas (La Carolina, Ja¨¦n, 1976) ha dibujado una veintena de retratos hiperrealistas. "Es llamativo porque juega con la contradicci¨®n entre una t¨¦cnica hiperdetallada y un medio como el bol¨ªgrafo, que no fue pensado para ello".
Sus ilustraciones son hojas de papel que muestran escenas festivas protagonizadas por un grupo de j¨®venes guapos y despreocupados que disfrutan su alegr¨ªa. Se exponen hasta el 2 de febrero en la galer¨ªa Fernando Pradilla (Claudio Coello, 20) y atestiguan la destreza de su autor para recrear im¨¢genes de una fidelidad casi fotogr¨¢fica sirvi¨¦ndose ¨²nicamente de un bol¨ªgrafo Bic.
Titulada Bare(ly) there, la muestra tambi¨¦n expone las piezas que Casas ha pintado al ¨®leo, con una tem¨¢tica similar, pero son estas minuciosas estampas a tinta las que m¨¢s llaman la atenci¨®n. "Son escenas dom¨¦sticas que capto con una c¨¢mara digital", explica Casas, frente a los dibujos de peque?o formato, de 50 por 20 cent¨ªmetros, y los grandes, de cerca de 80 por 100 cent¨ªmetros. Estos ¨²ltimos, dado su tama?o, tiene que pintarlos de pie. Se muestran ahora por primera vez y son una prueba de lo dif¨ªcil que es hacerlos. "Tengo que pintarlos con mucho cuidado porque al poner el boli en posici¨®n horizontal la tinta se va hacia atr¨¢s y la punta se seca", se?ala Casas, pasando la mano sobre la superficie del papel.
Dibuja trazo a trazo. L¨ªnea a l¨ªnea. Durante horas. Con minuciosidad y mucha, mucha atenci¨®n. El m¨ªnimo error echa a perder el trabajo de semanas y vuelta a empezar. Uno se puede hacer una idea de las horas de trazos que requiere la imagen de la chica que se pasa el hilo dental en uno de los dibujos de gran formato. Se aprecia cada detalle de los mechones de pelo rubio sobre los que se refleja la luz. La tira de pl¨¢stico que limpia su dentadura se tensa y se hunde sobre la carne de los dedos. Casi se puede tocar cada pliegue de la piel.
Casas capta esos momentos en los que ¨¦l y sus amigos lo pasan bien y luego copia las instant¨¢neas. "?Que por qu¨¦ siempre son divertidas? Pues porque, en general, nadie se hace fotos cuando est¨¢ deprimido", se justifica el autor.
Todas las im¨¢genes remiten a una intimidad que Casas revela en breves flases. En una aparecen ¨¦l y una amiga burl¨¢ndose del observador. En otra, un fot¨®grafo an¨®nimo enfoca con su objetivo. Otra joven se extiende desnuda y tumbada boca arriba en la cama. Parece absorbida en pleno cl¨ªmax org¨¢smico.
"De ah¨ª el t¨ªtulo de la exposici¨®n, que juega con el doble significado de Bare (desnudo) y Barely (escasamente). Desnudo mi intimidad en instantes breves", observa el artista, premio nacional de Fin de Carrera del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia tras sus estudios en Bellas Artes. "Al fotografiar, el que sostiene la c¨¢mara casi, barely, no est¨¢ all¨ª".
Ahora trabaja becado por la Real Academia de Espa?a en Roma. Seguir¨¢ con estos retratos de tinta "que est¨¢n teniendo buena aceptaci¨®n". Ha llamado a Bic, el gigante de los bol¨ªgrafos al que compra "cajas y cajas" de unidades. Pero, seg¨²n revela Casas, la empresa no parece interesada en patrocinarle. ?l, sin embargo, seguir¨¢ agotando boli tras boli. Su arte depende de ello.
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