Una sentencia sobre Lanjar¨®n vuelve a evidenciar el enchufismo municipal
Un juez advierte de la "din¨¢mica clientelar" en el acceso a los trabajos
El s¨®rdido comentario atraviesa diputaciones y ayuntamientos peque?os. Un concejal atrevido comenta ante otros ediles: "Creo que podr¨ªamos adoptar condiciones m¨¢s ecu¨¢nimes para la selecci¨®n de personal". A coro le responden: "Pero bueno... ?t¨² a qui¨¦n quieres meter?".
Es un c¨¢ncer con dos apellidos: enchufismo y nepotismo. Las irregularidades en la selecci¨®n de personal para plantillas municipales y provinciales infladas est¨¢ a la orden del d¨ªa, aunque generalizar sea un error. La ¨²ltima voz de alarma es ajena a la pol¨ªtica. Un juez de Granada ha denunciado con contundencia los m¨¦todos del Ayuntamiento de Lanjar¨®n: "Llama poderosamente la atenci¨®n la din¨¢mica clientelar de acceso a los distintos puestos de trabajo desempe?ados para la entidad demandada, asumida por la anterior corporaci¨®n municipal y que la actual como sucesora debe asumir".
El magistrado declar¨® nulo el despido de un trabajador municipal al entender que el actual alcalde, Mariano Ruiz (PSOE), ejerci¨® una "represalia discriminatoria por la tendencia pol¨ªtica del despedido". Pero la sentencia entra en el espinoso fondo de la cuesti¨®n y censura la desastrosa pol¨ªtica de contrataci¨®n de personal puesta en marcha por el anterior alcalde, Jos¨¦ Rubio (PP), que gobern¨® durante ocho a?os hasta el pasado mayo. "La nula observancia de las normas legales en la formalizaci¨®n contractual de toda su relaci¨®n de trabajo es impropia en una Administraci¨®n p¨²blica regida en su gesti¨®n y conducta por el principio de legalidad".
La arbitrariedad dominaba cualquier contrataci¨®n en el Ayuntamiento de Lanjar¨®n hasta el vuelco electoral de las ¨²ltimas elecciones, seg¨²n denuncia el alcalde socialista: "Las personas esperaban a la puerta de su despacho para contarle su vida. Alcalde y concejales sacaban su impresi¨®n y decid¨ªan qui¨¦n trabajaba. Se romp¨ªa la igualdad de oportunidades. As¨ª de simple". Ruiz denuncia que el consistorio contrat¨® a 20 trabajadores eventuales hasta que la plantilla municipal super¨® el centenar s¨®lo dos meses antes de las elecciones, en un pueblo con 3.800 habitantes. Hasta 10 trabajadores eran familiares directos de concejales. "Nadie tiene que disimular sus necesidades para trabajar. No lo llevamos a pleno porque es bastante dif¨ªcil enfrentarse a esto desde la oposici¨®n", aduce.
El alcalde explica que el sistema ha cambiado de manera radical, y que ahora cada solicitud es evaluada por una comisi¨®n con el responsable de ¨¢rea, el delegado sindical, el concejal y el regidor. El ex alcalde se defiende: "Yo no he mirado la afiliaci¨®n pol¨ªtica de nadie para darle un cacho de pan. He perdido las elecciones porque con los m¨ªos no me he bajado los pantalones. Ciertas familias me ped¨ªan favores ilegales en temas de construcciones e impuestos, y nunca ced¨ª". Rubio rechaza el perverso sistema de contrataci¨®n denunciado por el juez. "El clientelismo pol¨ªtico no ha existido. No he metido a nadie fijo que sea del PP", alega. En cambio, el ex alcalde admite que los trabajadores eran contratados cuando as¨ª lo ped¨ªan para cobrar el desempleo: "Siempre con un sentido social, a pesar de que sab¨ªamos que su rendimiento no era muy grande".
El delegado sindical de personal laboral, Jos¨¦ Rafael Ruiz, denuncia la pol¨ªtica de contrataci¨®n. "Casi todos los contratos est¨¢n en fraude de ley. Yo mismo lo estoy, despu¨¦s de 16 a?os". Ruiz es muy cr¨ªtico con la "maniobra pol¨ªtica" de la pasada primavera: "Ante la prevenci¨®n de que ganara el PSOE, ¨¦l protegi¨® a su gente con contratos para obra y servicio, o con eufemismos como exceso de pedidos".
Clientelismo e incultura
El PSOE acus¨® ayer al PP en el borrador de su programa para las pr¨®ximas elecciones de atribuir sus sucesivas derrotas a una "supuesta incultura" de la poblaci¨®n andaluza, y a la "presunta manipulaci¨®n de su voluntad, el clientelismo o el enga?o".
La reflexi¨®n lleva a los socialistas a contraponer su modelo de desarrollo al liderado "por la derecha". "Una sociedad a la que han culpado de sus derrotas en las urnas con la excusa de una supuesta incultura de la poblaci¨®n andaluza y de la presunta manipulaci¨®n de su voluntad, el clientelismo o el enga?o, en otras, lo que pone de manifiesto su desconfianza en el pueblo andaluz".
La manipulaci¨®n del electorado ha sido un arma tradicional en la batalla pol¨ªtica y esta precampa?a electoral no es una excepci¨®n. Ante las peri¨®dicas acusaciones de clientelismo pol¨ªtico, los partidos recuerdan el compromiso ¨¦tico que adquieren todos sus dirigentes, a pesar de que su eficacia es a menudo dudosa, a tenor de la realidad. Dirigentes del PP, PSOE e IU est¨¢n de acuerdo en que la transparencia es la mejor herramienta para frenar el enchufismo.
Mientras que el PSOE alega que todos sus dirigentes deben someterse al "compromiso ¨¦tico", el PP destaca el impulso a las medidas sobre "la calidad democr¨¢tica".
"El PSOE es contundente con las irregularidades. Cuando alguien no est¨¢ a la altura, se le expulsa. No hay contemplaciones y somos un partido intolerante", define el secretario de Comunicaci¨®n regional, Miguel ?ngel V¨¢zquez. Para el partido socialista el clientelismo y el enchufismo no son problemas generalizados, sino fen¨®menos espor¨¢dicos. V¨¢zquez recuerda que el dirigente socialista que rompe el c¨®digo ¨¦tico se expone a la expulsi¨®n del partido: "El que la hace la paga. Las medidas disciplinarias contemplan la expulsi¨®n definitiva por el respeto total a la ¨¦tica en los asuntos p¨²blicos".
El Partido Popular, en su "dec¨¢logo sobre regeneraci¨®n democr¨¢tica", plantea cambios legales para evitar que el presidente de la Junta o sus consejeros nombren altos cargos de la Administraci¨®n a sus familiares directos o puedan contratar con ellos por adjudicaci¨®n directa. Otra medida que incluye es facilitar la creaci¨®n de comisiones de investigaci¨®n en el Parlamento, para lo que se podr¨ªan constituir "autom¨¢ticamente" cuando lo soliciten tres grupos de la C¨¢mara.
Para Izquierda Unida, la cuesti¨®n de fondo es la escasa transparencia para la contrataci¨®n p¨²blica. "El problema fundamental es la Junta y las grandes instituciones", reflej¨® ayer Jos¨¦ Luis Centella, secretario institucional de IU.
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