Aprender a trav¨¦s de la experiencia
La consultora Grup Sural apuesta por viajar al desierto de Marruecos para lograr que la formaci¨®n tenga un mayor impacto
La formaci¨®n m¨¢s valiosa es la que procede de la experiencia personal. Los expertos en aprendizaje organizacional sostienen que "aunque los conocimientos te¨®ricos que se facilitan en las aulas son necesarios, su puesta en pr¨¢ctica es lo que verdaderamente posibilita que se digieran y perduren as¨ª con el paso del tiempo". M¨¢s que nada porque "lo que se vive nunca se olvida".
?sta es precisamente la filosof¨ªa del outdoor training (formaci¨®n experiencial), una metodolog¨ªa de aprendizaje en auge que se sirve de la naturaleza "para potenciar el desarrollo de las habilidades emocionales de los profesionales y la transmisi¨®n de valores por parte de las empresas", apuntan estos especialistas. Entre otras caracter¨ªsticas, esta formaci¨®n "l¨²dica y distendida" promueve "la superaci¨®n de obst¨¢culos y el trabajo en equipo, dando la oportunidad de cometer errores, que son considerados como una parte importante del aprendizaje".
El 'outdoor training' promueve la superaci¨®n de obst¨¢culos y el trabajo en equipo, que llevan a las personas a sacar lo mejor de s¨ª mismas
No en vano, "este tipo de programas al aire libre ponen a prueba directamente a los alumnos, estableciendo una serie de objetivos que les obligan a sacar lo mejor de s¨ª mismos, tanto f¨ªsica como mentalmente". A trav¨¦s de su propia experiencia, los participantes de estos cursos, que suelen durar entre dos y cinco d¨ªas, "toman conciencia de que son mucho m¨¢s de lo que creen ser", a?aden estos expertos. Y concluyen: "Ser consciente del propio potencial es el primer paso para hacerlo realidad".
Entre las compa?¨ªas que est¨¢n liderando esta metodolog¨ªa destaca la consultora Grup Sural, que apuesta por viajar al desierto de Marruecos para "lograr que la formaci¨®n experiencial impartida tenga un mayor impacto entre los profesionales", afirma su socia gerente, Helena G¨¹ell, antrop¨®loga y directora del Centro de formaci¨®n Kanz Erremal, situado en las dunas de la Erg Chebbi, en el sur de Marruecos.
Energ¨ªa e inspiraci¨®n
En estos cursos -centrados en liderazgo, desarrollo personal, creatividad, trabajo en equipo y negociaci¨®n-, "el profesor se limita a crear circunstancias para que los alumnos puedan ser los ¨²nicos protagonistas de lo que sucede", explica G¨¹ell. "El objetivo es aprovechar las oportunidades que brinda el desierto para conseguir un cambio de actitud de los profesionales, que suelen volver renovados por dentro, llenos de energ¨ªa y de inspiraci¨®n", concluye G¨¹ell.
El ¨²ltimo programa de formaci¨®n outdoor impartido por esta consultora se ha centrado en la negociaci¨®n con el mundo ¨¢rabe y ha estado coorganizado por la C¨¢mara de Comercio de Sabadell. Entre otros objetivos, este curso persigue investigar los procesos de comunicaci¨®n humana, conocer estrategias de negociaci¨®n para contextos dif¨ªciles y complejos, as¨ª como aprender a desarrollar recursos personales para la mejora continua en el ¨¢mbito profesional. Y para lograrlo propone varias actividades, en las que el alumno tiene que observarse a s¨ª mismo y al otro mientras regatea y negocia con profesionales marroqu¨ªes para obtener el mejor precio de diferentes objetos y servicios.
Uno de sus 10 participantes, Santiago Tiana, es director de red exterior del Banco de Sabadell, que ahora mismo est¨¢ valorando la posibilidad de introducirse en el mercado marroqu¨ª. Lo que m¨¢s le ha gustado del curso ha sido "la posibilidad de practicar una serie de habilidades, como la humildad, la asertividad, la empat¨ªa y la tolerancia" en su relaci¨®n profesional "con interlocutores reales de una cultura tan diferente".
Fruto de su interacci¨®n con la poblaci¨®n marroqu¨ª, Tiana se ha dado cuenta de "lo importante que es ser consciente de los estereotipos con los que etiquetamos el mundo que vemos". Tambi¨¦n ha aprendido que tiene que "modificar ciertos h¨¢bitos" de s¨ª mismo para poder "adaptarse a entornos que a priori parecen hostiles", pero que en realidad tan s¨®lo ponen de manifiesto "las limitaciones mentales de cada uno para relacionarse con lo desconocido".
Otro de los asistentes, el psic¨®logo Juan Ram¨®n Garc¨ªa, responsable de formaci¨®n en Catalu?a de Deutsche Bank, sostiene que "estos cursos permiten establecer v¨ªnculos emocionales con los compa?eros de trabajo, lo que contribuye a mejorar el ambiente laboral a la vuelta". Y no s¨®lo eso: "Al trabajar en equipo te das cuenta de lo necesario que es ir m¨¢s all¨¢ del 'yo' individual para alcanzar el 'nosotros' colectivo. S¨®lo as¨ª se pueden crear relaciones laborales en las que todos salgan ganando".
Un tercer participante, el tambi¨¦n psic¨®logo Jaume Mart¨ª, socio de la consultora 6tma, especializada en recursos humanos, se queda con "la experiencia transformadora de perderse en el silencio y la soledad del desierto, que suele confrontar a las personas consigo mismas". En su opini¨®n, "dado que cada vez m¨¢s profesionales est¨¢n interesados en potenciar su desarrollo personal, impartir cursos en el desierto es una maravillosa oportunidad para que los participantes profundicen en el conocimiento de sus fortalezas y debilidades, despoj¨¢ndose de lo accesorio para entrar en contacto con lo esencial". Ya lo dice un proverbio tuareg: "Dios ha creado pa¨ªses repletos de agua para vivir y desiertos para que los hombres encuentren en ellos su alma".
Etnocentrismo
El proceso mundial de internacionalizaci¨®n genera miles de expatriados cada a?o. As¨ª, las relaciones interculturales forman parte de la realidad de cada vez m¨¢s medianas y grandes empresas espa?olas. Y lo cierto es que esta gesti¨®n de la diversidad no siempre es f¨¢cil.
"Cada persona cuenta con su propia cultura, con su propio condicionamiento, una programaci¨®n mental que dificulta el entendimiento entre dos personas de nacionalidades diferentes", se?ala el antrop¨®logo Jordi Roca, profesor de la Universidad Rovira i Virgili y de Grup Sural.
En un nivel superficial, "el mundo est¨¢ organizado entre el 'nosotros' y los 'otros', entre nuestra cultura y la de los dem¨¢s", afirma Roca. Y tan s¨®lo hay que viajar dos horas en avi¨®n, concretamente hasta Marruecos, para poder comprenderlo. Lo que prevalece es "la diferencia", que puede verse como riesgo u oportunidad. "Todo depende del ojo del observador".
El mayor peligro para establecer un di¨¢logo que beneficie a ambas partes es el etnocentrismo, es decir, "creer que nuestra cultura o condicionamiento es el verdadero y, por tanto, mejor que el del otro". Sin embargo, "se trata de un error muy com¨²n en el que caemos cuando convertimos nuestros valores subjetivos en los valores objetivos de la humanidad". De ah¨ª la frecuencia del choque cultural.
"Para comprender al otro, primero tenemos que comprendernos a nosotros mismos". Y cuanto m¨¢s profunda sea esta comprensi¨®n, mayor ser¨¢ la posibilidad de crear un puente hacia el entendimiento, puesto que "en vez de quedarnos con lo superficial que nos separa, nos quedaremos con lo esencial que nos une".
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