El fiasco de la coalici¨®n profundiza la desconfianza entre el PNV y EA

El proceso de conversaciones para acordar una coalici¨®n cuatripartita de cara a las elecciones generales ha tenido un efecto colateral, adem¨¢s del fracaso en que ha terminado desembocando: la profundizaci¨®n en el deterioro de las relaciones entre los dos principales socios del Gobierno, PNV y EA. Esas relaciones ven¨ªan ya tocadas por la ruptura en 2007, a instancias de EA, de la coalici¨®n que manten¨ªan ambos desde 1999 y que les hab¨ªa llevado unidos a siete citas electorales.

El enfrentamiento por el Impuesto de Sociedades en la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa y los percances registrados en la elecci¨®n de alcaldes en junio del a?o pasado agriaron m¨¢s las relaciones. El PNV prescindi¨® de pa?os calientes y tach¨® de "deslealtad" y acto "enormemente grave" el que EA hubiera contribuido a arrebatarle seis alcald¨ªas, que le habr¨ªan correspondido como partido m¨¢s votado -Busturia, Gautegiz, Igorre, Muskiz, Azpeitia y Zumaia-, intercambiando adem¨¢s apoyos con ANV en la mayor¨ªa de los casos.

Las diferencias se extienden a la gesti¨®n en ?lava y Guip¨²zcoa

En el medio a?o transcurrido desde la constituci¨®n de los equipos municipales y forales, con pactos de gobierno entre ambas fuerzas en las diputaciones de Guip¨²zcoa y ?lava, y mientras ambos partidos resolv¨ªan sus respectivos procesos congresuales, las cosas no han mejorado.

En Guip¨²zcoa, EA hizo primero palanca en el esc¨¢ndalo de la Hacienda de Ir¨²n para obligar al PNV a cederle esa cartera estrella de la Diputaci¨®n. El enfrentamiento por el Impuesto de Sociedades ha continuado despu¨¦s hasta la extenuaci¨®n, sin m¨¢s arreglo que el compromiso del PNV de no volver a recurrir a la v¨ªa del decreto y el de EA de no unirse a la oposici¨®n para acudir a los tribunales.

Los traspi¨¦s entre ambos partidos se han acumulado tambi¨¦n en ?lava. El diputado foral de Medio Ambiente, Mikel Mintegi (EA), pidi¨® la paralizaci¨®n de los planes e¨®licos del Departamento de Industria del Gobierno (PNV) y el diputado general, Xabier Agirre, le desautoriz¨® se?alando que no hablaba en nombre del Consejo de Diputados. Tambi¨¦n le dej¨® sin respaldo en su vet¨® "taxativo" a la ubicaci¨®n de una nueva prisi¨®n en Nanclares de Oca, al abogar por la "colaboraci¨®n interinstitucional" con los responsables de Instituciones Penitenciarias.

En un tercer incidente, Mintegi inici¨® las obras para una escombrera en la localidad donde reside, Pe?acerrada, sin contar con licencia municipal ni permiso del Gobierno, lo que Agirre consider¨® una actuaci¨®n "no diligente" y poco ejemplar respecto de la obligaci¨®n de cumplimiento de las leyes.

El colof¨®n, por ahora, han sido las conversaciones para la fracasada coalici¨®n y la gesti¨®n p¨²blica de ellas que cada uno de los dos partido ha hecho. El PNV esgrimi¨® desde el principio un argumento especialmente molesto para EA: por qu¨¦ su inter¨¦s en una coalici¨®n a cuatro cuando acababa de romper la que ambos ten¨ªan.

Despu¨¦s publicit¨® la oferta, realizada seg¨²n el PNV dos veces, para concurrir juntos, pero sin EB ni Aralar, en lo que el partido de Urkullu considera la alianza "natural" del nacionalismo institucional, basada en causas hist¨®ricas, ideol¨®gicas y de representaci¨®n del mismo espectro de la sociedad vasca.

El PNV no oculta que se trata de una aspiraci¨®n estrat¨¦gica, que EA vive como una OPA permanente y una amenaza a su independencia. Piensa, adem¨¢s, que el PNV se ha portado de modo desleal al endosar a su partido lo que era un problema interno, generado por la iniciativa unilateral lanzada por Joseba Egibar.

El desenlace ha elevado el list¨®n de sus reproches al PNV al extremo de acusarle de estar debilitando la propuesta del lehendakari "por c¨¢lculos puramente partidistas" y por sometimiento a "intereses coyunturales" y "pactos condicionados por razones de Estado", en referencia impl¨ªcita a sus acuerdos con el PSOE en el Congreso.