Gripe americana
Resulta urgente conocer el alcance de la infecci¨®n financiera; de lo contrario, la inestabilidad seguir¨¢
La ausencia de informaci¨®n relevante y las presunciones son las peores compa?eras de los mercados financieros. Sus operadores definen el riesgo precisamente en funci¨®n de desenlaces probables, cuantificables. Y la dificultad para anticipar el alcance de la crisis financiera abierta el pasado verano en el sistema financiero estadounidense no es menor hoy que entonces. ?sa es la primera causa del fuerte castigo que han sufrido todos los mercados de acciones en la jornada de ayer, festiva en Estados Unidos, tras el derrumbe inicial en los mercados asi¨¢ticos. El conocimiento el pasado viernes, tras el cierre de los mercados, de una revisi¨®n a la baja de la calificaci¨®n crediticia de un asegurador de emisiones de deuda (perteneciente al grupo de las instituciones denominadas monolines) y los rumores y presunciones descontando que acabar¨ªa contaminando a algunas otras instituciones y bancos de inversi¨®n ya da?ados, ha precipitado esta venta masiva de acciones, con todas las empresas de servicios financieros a la cabeza.
Lo ocurrido demuestra que sigue siendo m¨¢s vinculante para los mercados de acciones el conocimiento cierto del estado de salud del sistema financiero m¨¢s importante del mundo que el efecto del programa de est¨ªmulo presupuestario anunciado el viernes por George Bush. El problema no son las caracter¨ªsticas de este paquete estimulante, en cuyo principio hay un amplio consenso en el que participan republicanos, dem¨®cratas y la Reserva Federal, sino porque el presidente no tiene credibilidad. Adem¨¢s, con independencia de que ya estuviera descontado por los operadores financieros, la asignaci¨®n detallada de este est¨ªmulo no se conoce, como tampoco el calendario de su aplicaci¨®n efectiva. La cuant¨ªa, 1% del PIB estadounidense, puede parecer insuficiente, y el momento demasiado tard¨ªo para neutralizar los efectos combinados de un desplome del mercado inmobiliario y una met¨¢stasis de la crisis de las hipotecas de alto riesgo a otros instrumentos y a otras entidades financieras.
En un escenario de elevada integraci¨®n financiera global, esos efectos adversos no se limitan a la econom¨ªa que los origina. Las candidatas al contagio son preferentemente aquellas que exhiben denominadores comunes con el origen. Espa?a est¨¢ entre ellas, pero la solvencia de su sistema financiero nada tiene que ver afortunadamente con el de EE UU. Por eso es ahora m¨¢s urgente acentuar la transparencia acerca de la situaci¨®n del sector financiero americano.
Las autoridades, en especial el Banco de Espa?a, deber¨ªan pedirlo para neutralizar las peores de las presunciones que rondan en los mercados. En todo caso, la vulnerabilidad ante los espasmos del sistema financiero americano seguir¨¢ siendo elevada en todas las econom¨ªas avanzadas, y en particular en las bolsas, mientras no se conozca el verdadero alcance de la infecci¨®n financiera que emergi¨® durante el verano.
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