El proceso de Bolonia divide las aulas
Las titulaciones universitarias andaluzas se homologar¨¢n con las europeas en 2010
Las universidades andaluzas se enfrentan a una de sus transformaciones m¨¢s significativas: el Espacio Europeo de Educaci¨®n Superior (EEES), un nuevo sistema derivado del proceso de Bolonia iniciado por los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea (UE) en 1999, que busca "una econom¨ªa del conocimiento competitiva y din¨¢mica". El EEES se implantar¨¢ en Europa en 2010 con la homologaci¨®n de las titulaciones universitarias. El paso de las antiguas diplomaturas y licenciaturas a un primer ciclo con titulaciones de grado y posgrado, seguidas de un segundo ciclo basado en m¨¢sters y doctorados de especializaci¨®n, supone ya, antes de su implantaci¨®n en 2010, una crisis en los cimientos de la comunidad universitaria por sus caracter¨ªsticas unificadoras y pragm¨¢ticas. El proceso de Bolonia ha dividido las aulas entre partidarios y detractores.
El proceso busca la inserci¨®n de los estudiantes en el mercado laboral
Un periodo de pr¨¢cticas ser¨¢ obligatorio en las nuevas titulaciones
El esp¨ªritu del proceso est¨¢ marcado por el ¨¢nimo de convertir las universidades de Europa en un espacio com¨²n para los estudiantes de la UE de cara a su inserci¨®n en el mercado laboral, de modo que se fomente la movilidad y que el t¨ªtulo otorgado al terminar el primer ciclo tenga un valor espec¨ªfico en dicho mercado. Por ello, "una de las medidas m¨¢s importantes de este sistema es el establecimiento de un procedimiento f¨¢cilmente legible y comparable de titulaciones, mediante la implantaci¨®n, entre otras cosas, de un Suplemento al Diploma, as¨ª como de un m¨¦todo de medici¨®n acad¨¦mica ¨²nico basado en cr¨¦ditos -60 cr¨¦ditos por a?o-", explica la Conferencia de Rectores (CRUE) en un manifiesto.
Todo esto ha llevado a las instituciones acad¨¦micas a adaptar sus curr¨ªculos a las nuevas directrices de Bolonia. As¨ª, se han introducido y redefinido contenidos, se han establecido perfiles profesionales seg¨²n las ¨¢reas de conocimiento y se han homogeneizado titulaciones del mismo tipo para todo el territorio espa?ol. Como consecuencia de esto, en una primera fase del proceso de convergencia, algunas diplomaturas y licenciaturas con poca demanda y salida profesional a juicio de los autores de los nuevos planes de estudio corrieron el riesgo de desaparecer como titulaci¨®n. Esto provoc¨® la protesta de los estudiantes en la mayor¨ªa de universidades espa?olas.
Aunque muchas licenciaturas y diplomaturas contin¨²an representadas en el nuevo sistema, algunas de ellas han quedado diluidas entre grados y posgrados en los que los contenidos regentes se corresponden con titulaciones distintas a las originales o reducidas en gran medida, debido a una econom¨ªa de titulaciones basada en la demanda y en la oferta laboral del ¨¢rea en cuesti¨®n. Es el caso de carreras tradicionales como Geograf¨ªa e Historia o las Filolog¨ªas.
"Las titulaciones que se basan en el inter¨¦s social y en la libertad de conocimiento no entran en este juego mercantilista que hace precarios y deval¨²a los t¨ªtulos", explica Francisco Javier Mart¨ªn, miembro de la plataforma No a Bolonia en la Universidad de Sevilla.
La plataforma Profesores por el Conocimiento, por su parte, desconf¨ªa de la intervenci¨®n de las empresas en el entramado universitario. "Nos preocupa que, con el argumento de que la Universidad debe atender a las demandas sociales (...), en realidad se ponga a la Universidad al exclusivo servicio de las empresas y se atienda ¨²nicamente a la formaci¨®n de los profesionales solicitados por ¨¦stas", expresan en un manifiesto.
"Es l¨®gico que se quiten estudios que no dan de comer y se dejen los que sirvan para prepararnos de cara al mercado", opina, por contra, Esther L¨®pez, miembro de la Creup (Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades P¨²blicas) y delegada del Consejo de Estudiantes de la Universidad Pablo de Olavide. La Creup apoya igualmente el conocimiento p¨²blico sobre el proceso y denuncia el "oscurantismo" existente sobre el mismo. Sin embargo, aplaude medidas como el fomento del trabajo en equipo, la evaluaci¨®n continua, la eliminaci¨®n de "asignaturas banales" o el aumento de la movilidad.
Las nuevas titulaciones contar¨¢n con un periodo obligatorio de pr¨¢cticas y un proyecto de fin de carrera que podr¨¢ realizarse en empresas. La obligatoriedad de las pr¨¢cticas y la realizaci¨®n del proyecto hacen que el periodo dedicado a la materia espec¨ªfica del grado en cuesti¨®n se reduzca a un m¨ªnimo de un a?o. Las pr¨¢cticas y el proyecto pueden conllevar un m¨¢ximo de a?o y medio de los cuatro establecidos en Espa?a para el grado. A esto se une un periodo inicial de formaci¨®n b¨¢sica en conocimientos comunes seg¨²n la rama del conocimiento elegida (Artes y Humanidades, Ciencias, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales y Jur¨ªdicas e Ingenier¨ªa y Arquitectura).
Esta informaci¨®n ha sido elaborada con la colaboraci¨®n de Fernando Valverde (Granada) y Manuel Planelles (C¨®rdoba).
Por una econom¨ªa m¨¢s competitiva
Europa contar¨¢ a partir de 2010 con un sistema de ense?anza superior equiparable para que alumnos y profesores puedan moverse sin trabas por el continente. Nacida en 1999 en Bolonia, la idea de una universidad europea unida, se har¨¢ realidad en 2010. Se trata de un compromiso firmado por los responsables educativos de cada Gobierno.
Los cambios estructurales y legislativos est¨¢n casi terminados. El primero es el esquema com¨²n de t¨ªtulos basado en el modelo del Reino Unido y EE UU, dividido en grados de tres o cuatro a?os (en Espa?a durar¨¢n cuatro y sustituir¨¢n a licenciaturas y diplomaturas), m¨¢steres de especializaci¨®n de uno o dos, y doctorados. Las otras claves son la renovaci¨®n de los curr¨ªculos y la forma de ense?arlos para que el centro de todo sea el alumno, no el profesor, y los controles externos de calidad.
No se trata de que todos los europeos estudien las mismas carreras sino de hacerlas comparables. Esto es, que el alumno que ha terminado el grado en Espa?a pueda ir a Francia o a Hungr¨ªa a hacer un m¨¢ster, y al presentarse en su nueva universidad ¨¦sta reconozca el t¨ªtulo. La Uni¨®n Europea siempre ha vinculado el proceso con los objetivos de Lisboa, que pretende hacer de la econom¨ªa europea la m¨¢s competitiva del mundo, tambi¨¦n, en 2010.
F. VILLAMANDOS - Movilidad
A Francisco Villamandos, decano de la Facultad de Ciencias de la Educaci¨®n de la Universidad de C¨®rdoba, lo que m¨¢s le inquiera de la adaptaci¨®n al Espacio Europeo de Educaci¨®n Superior es el asunto de la "movilidad", fundamentalmente del alumnado. "El esp¨ªritu de Bolonia es el intercambio (...) Hay una barrera del idioma que superar, pero tambi¨¦n una barrera econ¨®mica", dice.
E. L?PEZ NAVAS - Implantaci¨®n
Esther L¨®pez Navas, delegada general de Estudiantes del Consejo de Alumnos de la Universidad Pablo de Olavide, apuesta por el Espacio Europeo de Educaci¨®n Superior. Sin embargo, tambi¨¦n advierte de la necesidad de realizar su implantaci¨®n de forma pausada. "Dir¨ªa que s¨ª al EEES, pero si las cosas se hacen bien, es decir, despacio y evaluando bien las decisiones a tomar", afirma.
J. C. BRAGA - Unificaci¨®n
Juan Carlos Braga, profesor de Geolog¨ªa de la Universidad de Granada, opina que "las titulaciones de cinco a?os se pueden dar en cuatro sin ning¨²n problema". "Es importante unificar las titulaciones a nivel europeo. En Ciencias no creo que haya problema para lograrlo, sin embargo en letras se unifican bajo el mismo nombre cosas muy distintas", afirma el profesor de Geolog¨ªa.
J. M. CORT?S - Ventajas
Juan Manuel Cort¨¦s Copete, vicerrector de Docencia, Convergencia y Espacio de la Universidad Pablo de Olavide, se?ala que "para la UPO, el proceso constituye una oportunidad estupenda, pues ofrece muchas m¨¢s ventajas que inconvenientes". La UPO implant¨®, durante el pasado curso, una experiencia piloto del nuevo escenario de actividad docente en casi todas las facultades.
F. G. CABALLERO - Oportunidad
Fernando Gonz¨¢lez Caballero, vicedecano de Relaciones Institucionales de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada, se?ala que ha seguido "el plan desde su inicio, en 1999". "Debe ser considerado como una oportunidad que tiene que ir acompa?ada de un importante grado de compromiso. Por desgracia, existe una gran desidia entre nuestros pol¨ªticos nacionales y auton¨®micos", dice.
ANA ARCOS - Dificultad
Ana Arcos, alumna que cursa su segundo a?o de Educaci¨®n Musical en la Universidad de C¨®rdoba, tiene claro que "la principal dificultad" a la que se enfrenta el sistema espa?ol a la hora de alcanzar los criterios fijados en Bolonia "ser¨¢ superar el nivel tan bajo que hay" en los centros universitarios. "Estamos lejos de Finlandia, que es el pa¨ªs que el informe Pisa coloca a la cabeza de Europa".
M. SAN MAT?AS - Pr¨¢ctica
Miriam San Mat¨ªas estudia Ciencias Ambientales en la Universidad de Granada. San Mat¨ªas cree que "es imposible que se lleve a la pr¨¢ctica [el proceso de Bolonia]". "No podemos tener tantas pr¨¢cticas y horas lectivas y hacer tantos trabajos. Adem¨¢s, los primeros que no van a cumplirlo son los profesores, que faltan mucho a clase y que no van a respetar el d¨ªa de tutor¨ªas y dudas. Es ut¨®pico".
F. J. MART?N - Liberalizaci¨®n
Francisco Javier Mart¨ªn, estudiante de 3? de Periodismo por la Universidad de Sevilla y miembro de la plataforma No a Bolonia, se?ala: "No estoy de acuerdo con el proceso en s¨ª, debido a que los intereses que mueven el proyecto siguen el hilo de la liberalizaci¨®n de los servicios p¨²blicos marcada en la Estrategia de Lisboa. Pas¨® con el agua, la luz y los transportes y ahora le toca a la Universidad".
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